Kanye West busca sacudirse la polémica con su nuevo álbum

Rapero debutó siete canciones nuevas para su octuavo álbum, el más corto en toda su carrera.

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El jueves 31 de mayo, a las 9:15 p.m. de la noche, el comediante Chris Rock tomó un micrófono para anunciar el nombre del nuevo disco de Kanye West: “Simplemente es Ye”, dijo.

Rock fue invitado, junto a un grupo de celebridades y otros raperos, a la presentación del octavo álbum en la carrera de West, quien durante el último año ha tenido una relación complicada con su público.

En el 2016 debió suspender su gira por tener problemas mentales y luego, borró todo el contenido de sus redes sociales para empezar de cero y “escribir en Twitter un libro de filosofía”.

En una gira de prensa, le dijo a TMZ que él consideraba los 400 años de esclavitud que hubo en Estados Unidos “una opción”, y allí perdió la credibilidad que muchos de sus fans habían defendido por años.

De la mano de su esposa Kim Kardashian, Kanye llegó a Wyoming a reunirse con celebridades como Jonah Hill, y raperos como Lil Yatchy y Kid Cudi, quienes colaboraron en el disco.

Todos fueron recibidos con mantas para evitar el frío y con mercadería especial de la actividad, como camisas y suéter conmemorativos.

La lujosa fiesta, en la que Kanye financió los tiquetes aéreos, la estadía y las comidas y bebidas que consumrían sus invitados. “Alguien dijo en el avión, ‘después de todo esto, tendremos que decir que el álbum estuvo excelente’”, contó Jem Aswad, editor de música de Variety.

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Tanto el álbum como el evento fueron catalogados por los medios especializados como una forma de sacudirse las críticas y cuestionamientos.

Kanye menciona por primera vez en el micrófono que tiene trastorno bipolar y que lo considera su "súper poder". Sin embargo le da rodeos al tema de la esclavitud y su apoyo a Donald Trump.

La polémica y el legado musical de Kanye le subieron las expectativas al álbum, que finalmente puso a bailar a los asistentes de su exclusiva fiesta pero dejó al público en casa con un sinsabor.

Críticas negativas

Ye, es el octavo y el más corto álbum en la carrera de Kanye West. Fue publicado este 1.° de junio en todas las plataformas digitales y es un eslabón más en los cinco proyectos musicales que el rapero y productor de 40 años desarrolló en Wyoming, en una especie de exilio sanador.

La semana pasada se publicó el álbum Daytona, de su colaborador Pusha T y en las próximas semanas West estará publicando álbumes de su cosecha junto a Kid Cudi, Teyana Taylor y el legendario rapero Nas.

El público esperaba que toda esta música les ayudara a sobrellevar la resaca que trajeron los comentarios de West sobre la esclavitud, pero finalmente no fue así.

Ye no cambiará lo que piensas de Kanye”, fue el titular de la crítica que le dedicó The A.V. Club.

“Parte de lo que hizo Daytona tan vigorizante fue la edición de Kanye (...) pero hablamos de Pusha T, uno de los mejores raperos en el mundo. Kanye no es Pusha y sus canciones (en Ye) van de lo detestable a lo aceptable”, dice la crítica de Clayton Purdom.

“Hace alguna de la canciones más feas en su carrera, pero luego llegan All Mine y Wouldn’t Leave”, agrega el crítico.

“Sus problemas personales se han convertido en el punto focal, y sus monólogos internos son disfrazados con ocasionales brotes de talento musical”, señaló Greg Kot de Chicago Tribune.

Los fanáticos especulan que Kanye podría tener otro proyecto bajo la manga y que Ye es solo una probada y puede que sea posible que deslumbre con algunas de las otras producciones que vienen en camino.

Lo cierto es que el álbum es tan ambivalente que tiene a la crítica buscando formas elegantes de decir que no está maravillada como en otras ocasiones, y tiene sus fans pensando en lo que podría ser y no en lo que realmente es.