Jared Leto: en un eterno limbo entre cine y música

El cantante de Thirty Seconds to Mars se dio a conocer mundialmente con la película Requiem for a Dream (2000).

Este artículo es exclusivo para suscriptores (3)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Ingrese a su cuenta para continuar disfrutando de nuestro contenido


Este artículo es exclusivo para suscriptores (2)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Este artículo es exclusivo para suscriptores (1)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

C uando los hermanos Leto empezaron con Thirty Seconds to Mars, Jared Leto rehusó que su exitosa carrera en el cine fuera usada como publicidad para la banda. No obstante, con el paso de los años, su carrera en ambos gremios ascendió tanto que aquello resultó imposible.

Públicamente, a Leto se le conoció primero por su actuación que por su música, pero cuando se mudó a Los Ángeles, en 1992, su idea era perseguir una carrera musical con trabajos de actuación por el lado; le salió al revés.

En 1994 tuvo sus primeros papeles menores en la pantalla chica, con actuaciones en la serie dramática My So-Called Life y en la película para televisión Cool and the Crazy. Luego llegó al cine con Basil y Urban Leyend, y los críticos empezaron a admirar su trabajo.

Al mismo tiempo que empezó Thirty Seconds to Mars, en 1998, su actuación crecía más, con trabajos en cintas como Fight Club, Black and White, American Psycho y, eventualmente, Requiem for a Dream, con la que su carrera explotó.

Los vítores dirigidos hacia Leto por su papel en esa película vinieron de todo el planeta, y su filmografía fue sumando honores hasta contar con más de 25 producciones, entre ellas Sunset Strip, Alexander, Chapter 27 y Dallas Buyers Club, la cual le valió su primer Óscar por mejor actuación de reparto.

Consultado por The Guardian acerca de qué le interesaba más cuando era adolescente –si el cine o la música–, Leto respondió: “Estaba más interesado en el arte. Soy un desertor de la escuela de arte, pero, en realidad, siempre quise ser una persona creativa que pudiera hacer cosas, y eso no ha cambiado”.