Jackie Evancho en Costa Rica: una voz angelical

Fascinante La soprano interactuó poco con el público, pero no hizo falta: todos quedaron maravillados con su repertorio

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Dos pantallas a los costados de la tarima principal anunciaban, a las 8:30 p. m. del lunes, que quienes quisieran ordenar comida o bebidas, tenían solo cinco minutos más para hacerlo.

Después de ese momento, nadie comía ni bebía. Todos debían dirigir su atención a la artista invitada de la noche: la soprano estadounidense Jackie Evancho , de 14 años. Ella visitaba un país de Latinoamérica por primera vez.

Con un vestido de gala azul marino y espalda descubierta, Jackie apareció y se ubicó en el centro del escenario, en el salón del Hotel Intercontinental. Detrás de ella estaban el director Marvin Araya y los músicos de la Orquesta Filarmónica . También había una pantalla con imágenes nítidas de la naturaleza.

Con una tímida sonrisa y sin decir ni una sola palabra, tomó el micrófono y cantó Take Me There . Su interpretación sorprendió a todos los espectadores, quienes pagaron entradas de ¢93.000 y ¢110.000 para escucharla en vivo. Terminado ese tema, la cantante hizo una reverencia y, con voz baja, agradeció en su idioma: “ Thank you (gracias)”.

Mientras los músicos y Jackie se preparaban para la siguiente interpretación, un hombre, sentado en platino (la zona más alejada de la tarima), aprovechó el momento para llamar a una mujer, ponerla en altavoz y así hacerla parte del espectáculo. “Mi amor, ¿qué va a cantar ahora?”, preguntaba la voz femenina, sin percatarse que todos a su alrededor la escuchaban.

“No sé, escuchemos, pero hablá bajo que te puse en speaker ”, susurró al celular el espectador.

Quienes estaban a su lado, lo abuchearon, pero en el momento en el que la voz de Jackie sonó, de nuevo por los altavoces, para interpretar Made to Dream , olvidaron el reclamo. Unos movían su cuerpo de un lado al otro al ritmo de la canción; otros capturaban el momento con su celular.

Antes de interpretar su tercer tema, Memories , Jackie agradeció al público por apoyarla. “Muchas gracias, espero que disfruten mucho el show , gracias por haber venido”, dijo. Esa fue de las pocas interacciones que tuvo con los ticos.

Así, canciones como Imposible Dream y Your Love llegaron para elevar aún más la química entre Jackie y su público.

Sin embargo, uno de los puntos más envolventes fue cuando interpretó Je t’aime . Nadie hablaba, todos veían fijo al escenario. Era impresionante que una niña de 14 años cantara de esa manera. “¡Qué voz más magnífica!”, le dijo una señora a otra, mientras se llevaba las manos a la boca.

De este modo, a las 9 p. m., se terminó la primera parte del concierto.

Media hora después, Jackie apareció con un vestido de gala color crema, con destellos dorados. Su versión de Ave María abrió el bloque y dejó ver que el segundo segmento de la presentación sería inmejorable.

No dejó que los espectadores se recuperarán de tan maravillosa interpretación. Inmediatamente después cantó My Heart Will Go On , de Celine Dion . En la pantalla detrás de ella, se veía un mar, lo que hacía sentir al público que andaba a bordo de un crucero, tal como sucede en la película Titanic , del director James Cameron (1997).

Algunos espectadores se animaron hasta a imitar uno de los momentos más románticos entre los protagonistas de ese filme, Jack (Leonardo DiCaprio) y Rose (Kate Winslet): cuando ambos se suben a la barandilla de la proa del barco, extienden sus brazos y reciben el viento en sus caras. Eso sí, toda mímica la hacían sentados en sus sillas.

Mientras ellos se divertían, Jackie se agachó, agarró la botella de agua, tomó un sorbo y la volvió a poner en el suelo. Estaba lista para seguir con el repertorio que trajo consigo un dueto con el tenor costarricense Joaquín Yglesias. Ellos cantaron juntos Say Something .

El cierre vino de la mano de la mágica interpretación que hizo de Think of Me , canción del musical El fantasma de la ópera , de Andrew Lloyd Webber (1986). Fue emotivo para ella, ya que esta obra despertó, hace seis años, su gusto por la música .

“Esta es una canción muy importante para mí”, comentó Jackie. Aquella sería su segunda y última intervención.

El público, que se había mantenido recatado durante el espectáculo, se levantó y aplaudió. Nada de gritos, solo susurros que dejaban escuchar los satisfechos que estaban por el show .

Previo. Antes de que Jackie Evancho saliera a cantarle, por primera vez, a un público latinoamericano, el pianista Pablo Esquivel, de 15 años, y el tenor costarricense Joaquín Yglesias se presentaron.

Esquivel salió a eso de las 7:40 p. m. y, en unos 20 minutos, tocó piezas de los maestros Frédéric Chopin, Ludwig van Beethoven y Moritz Moszkowski. Al terminar su presentación, apareció un elegante Walter Campos .

Con tal de entretener al público, el presentador comenzó a entrevistar a Esquivel; sin embargo, una pregunta dejó en evidencia el desconocimiento de Campos sobre el tema. “Esta es la primera vez que te presentas en Costa Rica, ¿qué significa?”, cuestionó el presentador, a lo que un calmado Esquivel respondió: “No, ya me he presentado muchas otras veces en el país”.

Un asistente describió a la perfección lo que Campos podría sentir en ese momento: “Debe estar deseando que se lo trague la tierra por hacer esa pregunta”.

Superado el momento bochornoso, Yglesias hizo lo propio en la tarima y, con su voz y presencia impecable, conquistó a más de una. “Está bien guapo, es talentoso, me gusta”, dijo una muchacha a su otra amiga.

Poca interacción, pero demasiado talento. Jackie Evancho pasó por Costa Rica y dejó a todos maravillados con su voz y su físico angelical.