“Comunión” es la premisa con la cual el Festival Envision 2016 pretende albergar a casi 6.000 personas en su sexta edición, este fin de semana.
Cuatro días llenos de arte por todos los costados en un escenario flanqueado por el océano Pacífico en el cual hombre y naturaleza se harán uno solo: esa la bandera de la actividad de renombre internacional que se llevará a cabo desde este jueves y hasta el domingo en Uvita, Puntarenas.
La finca La Merced congregará a turistas nacionales e internacionales en una actividad cuyo anhelo es la transformación personal e integral, y que, para lograrlo, ofrece un amplio cartel de diferentes disciplinas artísticas y sensoriales.
Inspirado en el reconocido Burning Man estadounidense, el encuentro pretende, desde que amanezca hasta que el sol se pierda, entregar una experiencia única donde el reconocimiento interior hará cambiar a más de uno.
“No es un festival de música; es un festival integral con varias disciplinas que resultan en vivir una experiencia que está llena de arte, de naturaleza, de yoga, donde hay un contacto directo con otros seres con las mismas ideologías y esperanzas”, comentó Luigi Jiménez, de la organización.
Lo que comenzó en el 2010 en playa Dominical con la consigna de recibir a 700 personas ha crecido año con año, pero para esta, su sexta edición, la demanda de entradas sorprendió a la organización: vendieron 4.700 entradas.
Las entradas tanto para costarricenses como para internacionales están agotadas desde comienzos de esta semana, una marca que ya se logra por segundo año consecutivo; el total de personas que irán al festival (incluyendo voluntarios y organizadores), suma casi 6.000.
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La organización del Envision recomienda que aquellos que no posean su tiquete no realicen el viaje hasta Uvita en vano, ya que en el lugar no habrá entradas. Sin embargo, aseguran que los interesados pueden buscar en redes sociales o en Internet algunos otros puntos de venta de las mismas y, tal vez, topen con suerte.
“Entrás al festival con una manera de pensar sobre la forma en la que vivimos; en el lugar se vive la experiencia de compartir el emprendimiento con las personas. Cambiará la perspectiva que se tiene de la realidad; cuando se pasa por el festival algo se modifica en las personas a nivel espiritual”, aseguró Jiménez.
La utopía busca convertirse en realidad por medio de la música, principalmente. La convivencia entre el arte, el agua, los árboles y la riqueza cultural hacen que el Envision sea una oportunidad de entender que existen diferentes maneras de vivir en el mundo.
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“Departir con tantas personas de diferentes latitudes y con distintas formas de pensar solo puede tener un final y es comprender que hay un gran enriquecimiento en la humanidad”, agregó.
Variedad. El Envision es apto para la familia. Jiménez asegura que hay espacio para pequeños, jóvenes y adultos, y que la convivencia es tan amplia y tan variada que no hay forma de no disfrutarlo en todo momento.
La música es una de las partes más importantes del festival. Este año, según informó Viva en una edición previa, destacan el proyecto inglés de música psicodélica Shpongle, conformado por Simon Posford y Raja Ram, quienes harán un Dj set especial para la ocasión; así como los californianos de Beats Antique Live y las leyendas del roots Midnite.
Completan la lista de artistas los extranjeros M.A.N.D.Y. y Elephant Revival, y las propuestas costarricenses Patterns, Sonámbulo, Lucho Calavera y la Canalla, El Combo Style, la DJ Melissa O y el dúo de Dj Faceblind.
En total, unas 55 agrupaciones musicales de distintas partes del mundo se presentarán en las tarimas Sol y Luna.
En otras materias, el gran evento también ofrecerá clases de yoga y charlas con profesionales en distintos campos. Estarán invitados el experto en salud naturista David Wolfe, la instructora de yoga Rachel Brathen, y el maestro en Classic Hatha Yoga Marcos Jassan. También habrá performance en vivo, galerías de arte, venta de artesanías, comidas y bebidas.
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La organización promete servicios como agua, salud y seguridad para los asistentes.
Ideas jóvenes. El primer festival Envision fue idea de un grupo de 10 personas que, según Jiménez, ya tenían su buena experiencia participando en este tipo de actividades fuera de las fronteras de Costa Rica.
“Éramos amigos y conocidos que queríamos traer a Costa Rica algo parecido a las experiencias que habíamos vivido en otros lugares. El país, su naturaleza y su gente eran el escenario perfecto para que esto se confabulara de esta forma”, recordó Luigi.
Esos amigos siguen siendo parte del equipo que aumentó con el pasar de los años y que sigue intentando cambiar un poco a la Tierra.
El Envision , además de ser un encuentro artístico y cultural también ha usado su poder de convocatoria para una labor social positiva para el pueblo.
Una de esas propuestas es Casa Envision, un lugar que se creará con el fin de ser una plataforma de emprendedurismo y reforzar los valores creativos de los jóvenes de Uvita.