Estadio Nacional
Laura Pausini es un fenómeno íntimo. Los fans más comprometidos la comenzaron a seguir en formato de casete, evolucionaron al CD y definitivamente consideran que es un sueño cumplido oírla en vivo en su segundo concierto en Costa Rica, realizado este sábado 20 de agosto en el Estadio Nacional.
La falta de música para calentar el ambiente del lugar no duele tanto al oído: de imprevisto, pequeños grupos de fans se reúnen para cantar trocitos de La soledad o En cambio no. Los seguidores más comprometidos con la italiana llevan camisetas con su nombre, su cara o un trébol formado por sus huellas dactilares, símbolo de su último disco, Similares (2015).
"Ella estuvo en 1997 acá y la mayoría de nosotros no pudo estar por ahí por la edad y la falta de recursos económicos. Era una misión verla acá y en el 2012 se vio truncada. Muchos la hemos visto en otros países antes de verla acá", explicó Daniel Guzmán, un fan de 32 años y miembro del grupo de fanáticos Operación Pausini.
"Con el casete de Laura Pausini en 1994 (me hice fan). Estamos identificados con una camiseta que tiene el logo que está usando Laura, las huellas digitales, que dan entender lo que dice su disco: somos Similares, nuestras diferencias y similitudes nos hacen uno mismo", agregó.
Los casi 50 ticos que conforman Operación Pausini compraron sus entradas en preventa y, además, recibieron a otros diez fans que llegaron de Panamá, Honduras y El Salvador.
La venezola Carolina Paventi, de 33 años, y la hondureña Gabriela Hung, de 36 años, son dos amigas que se conocieron en el año 2000 en un chat de fans de Pausini y se describen, hasta la fecha, como las mejores amigas.
"Hasta eso logra Laura, unir gente", asegura Paventi, quien desde hace unos años vive en Honduras y quien también planeó asistir al concierto cancelado del 2012.
"Yo soy fan desde hace 23 años, conocí el talento de Laura viendo con mi nonno (abuelo en italiano) el programa de San Remo y en ese momento la vi concursando. Voté por ella en esa ocasión. Un año después, un primo me mandó un casete de los ganadores del Festival de San Remo de ese año y vi que era la misma chica. Ahí comencé a escuchar a Laura", recordó Paventi. "Quiero escuchar Enamorada, de este tour es la que me fascina. Cuando uno es fan es difícil decidir... Ese calor humano que tiene Laura para tratar a sus fans es algo que yo no veo en otros artistas. Yo le admiro muchas cosas".
"Yo desde los 14 años soy fan de Laura, por una prima escuché sus canciones y le pedí a mi papá que me comprara el CD", afirma Hung. "Antes uno solo podía inscribir en el club de fans por los cupones que venían en el CD, la única que me respondió del club fue Carolina y desde entonces entablamos amistad. Yo estoy esperando escuchar Similares".
La amistad definitivamente es uno de los vínculos más importantes que mueve la música de Pausini. Los fans no vinieron solos al concierto: las sillas preferenciales y la gradería estaban llenos de parejas compartiendo el calor en una noche ventosa y también amigos preparándose con emoción para desgalillarse con sus canciones favoritas.
Michelle Vargas, de 18 años, y Aracelly Sequeira, de 22, llegaron juntas desde Cariari en Pococí de Limón. Contaron que iniciaron su viaje al Estadio Nacional a las 9 a. m. y llegaron a la Sabana pasadas las 4. Sequeira no se convirtió en fanática de Pausini hasta que amiga la puso a escuchar su música con más ahínco.
"Tengo toda una vida escuchando a Laura", dijo Vargas. "Me gustó mucho este nuevo disco porque siento que hay muchos temas con los que me siento identificada y también me gusta Primavera anticipada (2008). Estoy esperando escuchar En cambio no, Entre tú y mil mares... Todas esas canciones que nos han hecho reconocer a Laura y su carrera tan genial".
Los fans reconocen en Pausini no solo una voz distintiva que interpreta música pegajosa que pueden cantar a viva voz. Los seguidores que se reunieron este sábado en el Estadio Nacional escuchan con atención a la italiana porque su música los conecta a ella estén donde estén y con los momentos que cada una de sus piezas representan, de forma íntima, en sus vidas.