Chepe Joven: una jornada de música electrónica, lluvia y tradición

La lluvia no detuvo el ímpetu de los miles de jóvenes que se reunieron en el Paseo Colón para la sexta edición de este festival gratuito.

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Tomar la avenida más ancha de San José para transformarla en una pista de baile suena como una locura, pero para muchos jóvenes la idea tiene otro título: tradición.

La sexta edición de Chepe Joven convocó a miles a bailar en el Paseo Colón, y aunque la lluvia se asomó durante varias ocasiones y hasta obligó a pausar la fiesta, el público agradeció cada segundo de música al aire libre.

El festival organizado por la Municipalidad de San José se encargó de dejar huella una vez más entre un amplio público de jóvenes que viajó de distintas partes del país para bailar y bailar hasta que el cuerpo aguantara.

La tarima de Chepe Joven al frente del Centro Colón abarcaba toda la avenida a lo ancho y estaba bien equipada con pantallas y parlantes para que nadie se perdiera ni un detalle de lo que hacían los DJ’s en tarima.

La mayoría de los asistentes eran menores de 25 años que querían bailar, moverse e incluso vestirse como en un gran festival de verano como los que seguramente han visto cientos de veces por internet. Estar ahí ya era motivo de alegría por sí solo.

Fiesta

A mediodía, aún no había llegado la multitud de 25.000 jóvenes que se había proyectado.

Los DJ nacionales JLeon y Kowta se hicieron sentir con un intenso repertorio de trap y dubstep. En medio de los bajos intensos a veces se lograba reconocer frases de canciones como Drive, de Incubus, mezcladas por los DJ.

Esta dupla tampoco escatimó y mezcló a su estilo clásicos como Police in Helicopter, de John Holt, o Comprendes Mendes, de Control Machete, además de temas recientes como Plain Jane, de A$AP Ferg.

Al escenario ingresaron unos 12 muchachos del grupo de baile Oak y uno por uno dieron cátedra de cómo se podía bailar (o hacer backflips) al ritmo de la música que ponían JLeon y Kowta, quienes se despidieron contentos.

El DJ Lawrence Casal –organizador y promotor cultural de la Municipalidad de San José– presentó al siguiente DJ como uno de los pioneros del house y con esas palabras Miguel Alanis le dio play a su primera canción, justo cuando el Sol se dejó ver en el Paseo Colón.

El set del mexicano fue estrictamente dedicado a este género que ha llevado en alto por distintas partes del continente. Sonó música de Andrew Heller, Green Velvet & Harvard, Da Hool, entre otros.

Alanix –como también es conocido– manejó al público a su antojo y los puso a saltar, quedarse quietos y gritar de emoción con sus mezclas.

Hacia el final de su presentación se vino la lluvia, con todo y truenos. La energía bajó y algunos de los asistentes buscaron cubrirse, pero aquellos más cercanos al escenario no dejaron de saltar ni ondear banderas de la diversidad y de Costa Rica en el aire.

Lluvia temida

A las 2:10 p.m. la lluvia se puso más fuerte y fue inevitable ponerle pausa a la música. La producción le comunicó al público que había que detenerse para resguardar el equipo de sonido, esto mientras el agua invadía toda la tarima. “Les prometimos música hasta las 5 p.m. Y volveremos, no se vayan”, dijo Lawrence Casal.

Gran parte del público optó por buscar un techo, mientras el personal trataba de retirar algunas pantallas y luces del escenario.

Los trabajos en tarima fueron acompañados de gritos que pedían “¡música, música!” e incluso por varios que tarareaban la canción Seven Nation Army, de White Stripes.

Fueron 30 largos minutos de pausa en los que el DJ Rader Nazdar, de Dubai, estuvo en ascuas. En el backstage, él insistió en que en cuanto bajara la lluvia subiría a darle al público lo que quería.

Cuándo finalmente llegó a escena soltó de inmediato varios tracks potentes de house para encender de nuevo el público. La euforia con la que reaccionaron los cientos de muchachos que se quedaron esperando es indescriptible… La lluvia volvió, pero la música también y este público tenía las prioridades muy claras: había que quedarse bailando.

Nazdar los complació con buena música e incluso intercalando salsas de Héctor Lavoe y coros de El General. Uno de los puntos altos fue cuando puso a todo el público a cantar los primeros versos de Bohemian Rhapsody, de Queen, y luego mezcló la canción de vuelta al house.

La escena era una locura. Después de llevar agua y estar de pie por media hora el público bailaba como si no hubiera pasado nada. La terrible lluvia quedó como una pequeña anécdota dentro de una tarde bien disfrutada.