Chayanne se entregó con picardía y sensualidad en su concierto en Costa Rica

Con un espectáculo movido y lleno de romance, el puertorriqueño cantó la noche de este viernes en el Estadio Nacional.

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A Chayanne sí que se le notan los años. Tiene 50 de edad, pero 40 de carrera artística y esos son, justamente, los que se le notan. Experiencia y pasión es lo que desborda el puertorriqueño en escena y en su concierto de este viernes en el Estadio Nacional demostró una vez más por que suma cuatro décadas firme en el gusto de su exigente público.

Ya sabemos que canta y baila, ¡pero vaya manera de hacerlo! No se cansa de dar saltos, de sonreír cada microsegundo, de entregarse todo.

El espectáculo Desde el alma Tour fue el que lo trajo de vuelta a una Costa Rica que se enamoró de él y de su carisma desde que tenía 10 años cuando visitaba el país con el grupo Los Chicos. Chayanne sabe de las pasiones que ha desbordado en el público costarricense en todas sus etapas musicales: desde que era un chiquillo extrovertido y encantador, durante su juventud y ahora en esta madurez que tan bien le ha sentado.

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“Gracias por abrirme las puertas de esta hermosa tierra que me conoce desde que era así de chiquito. Esta noche ustedes mandan y yo obedezco”, fueron sus palabras de bienvenida y el Estadio Nacional casi se cae del estruendoso grito al unísono de sus fanáticos.

Por ese amor que siempre ha dicho es recíproco es que fue todo pasión en un escenario con un gran montaje de tarimas a niveles que permitía apreciarlo tanto a él como a sus músicos y a los espectaculares bailarines que lo acompañaron.

Tan enérgico y alegre que es Chayanne, su espectáculo debía empezar así. A las 8:10 p. m., el sonido intenso de una guitarra eléctrica envolvió el recinto. Sin exagerar, parecía que absolutamente todo el público encendió la cámara de su celular en ese momento, nadie se quería perder el mínimo detalle de la entrada de Chayanne a escena.

Salió de un salto desde el suelo del fondo del escenario, de una vez bailando e interpretando la movida Torero; es que no podía ser de otra manera. Bien lo había dicho en entrevista con Viva, ese éxito era uno de los infaltables en el concierto en Costa Rica, y como conoce tan bien a su público desde hace 40 años, la respuesta de la audiencia fue una combinación de locura, éxtasis, gritos, aplausos, brincos, todo lo que se le ocurra.

Sí, los años le sientan bien a Chayanne y eso también se nota en su estado físico. El artista no para, no se cansa. Sube y baja emociones con sus canciones más movidas y le mete toda la emotividad posible a esas baladas intensas con las que conquistó una vez más miles de corazones en suelo tico.

¿Y el repertorio? Variado, con una selección de sus canciones más representativas, con un resumen de su pasado y su presente, como lo prometió.

Humanos a Marte, Lo dejaría todo, Qué me has hecho, sonaron en la primera parte del recital. Qué difícil escoger cuál de las canciones o sus interpretaciones o coreografías fue mejor, pero destacó Boom Boom donde Chayanne, en complicidad con sus bailarines, se puso particularmente sensual y pícaro.

Locura

En su mayoría mujeres, la audiencia en el Estadio estaba, legítimamente, al borde de la locura. El ambiente era una verdadera fiesta y el animador era, sin duda, este hombre llamado Elmer Figueroa, en el seno del hogar, pero conocido como Chayanne en el alma de las miles de personas que corearon cada una de sus canciones este viernes, en La Sabana.

La sentida Un siglo sin ti sirvió para bajar un poco las revoluciones de adrenalina, más no la emoción. Con todos sus dotes románticos, el cantante bajó el tono de su voz para convertirla en un susurro que se pudo casi sentir al oído y meterle toda esa intensidad que necesita una letra que reza: “Si te he fallado te pido perdón de la única forma que sé, abriendo las puertas de mi corazón para cuando decidas volver”.

Llegó un momento para recordar. Fiesta en América simplemente se transformó en un espacio para divertirse al ritmo de las manos al aire que se movían al compás de la canción. Divertido, como es también, Chayanne hizo un par de movimientos sensuales, sin muchos aspavientos, sabiendo que el sex appeal se trae, no se hace, encendió no solo los corazones sino que propició los piropos más calientes de la jornada.

Salió por un momento. Sus músicos aprovecharon para tocar los primeros acordes de un tema que llega al alma de sus más fieles seguidores. Esa canción que se ha bailado quien sabe en cuantas fiestas de 15 años, esa que también él bailó con su hija en sus 15. “Hoy todas son mis quinceañeras”, dijo, y para qué lo dijo.

Tiempo de vals se acompañó por los bailarines vestidos de manera elegante, mientras que Chayanne recibió a dos jovencitas en escena.

Esa estampa fue hermosa. Primero una muchacha subió tímida a la tarima, él se emocionó y se acercó para recibirla con un abrazo tan fuerte y largo que se sintió en todo el Estadio. Hubo espacio para un selfie y Chayanne como todo un caballero encantador acompañó a la dama a las escaleras y la ayudó a bajar. De seguido, otra afortunada tuvo la misma suerte. Beso, abrazo, foto y despedida.

No fue necesario entrar corriendo como desesperadas, él no tuvo necesidad de evadir algún ataque de histeria, ni tampoco la seguridad tuvo que intervenir. Todo fue respetuoso.

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Ya había pasado cerca de una hora de espectáculo y parecía que la energía no iba a bajar.

Luego de interpretar un set acústico con piezas como Tu pirata soy yo, Y qué culpa tengo yo y Yo te amo, donde una vez más su picardía encantó a todos cuando “por accidente” se desabotonó la camisa, volvió el meneo con Baila Baila.

Metido con el público también aprovechó para hacer una coreografía con su gente. De qué Chayanne puso a todos a bailar a su gusto, no quedó ninguna duda. “Así lo ves, cuenta uno, dos, tres” y todos se sumaron al ritmo de la canción.

“Mi gente, esto es hermoso. Yo tengo cámaras de video, fotógrafos, pero ahí no puedo capturar lo que se va a llevar mi corazón de Costa Rica esta noche. Es una apreciación que no tiene un fin, yo espero que ustedes sientan todo el amor que yo les tengo”, y así Chayanne volvió a echarse a todo el estadio en el corazón.

Al cierre de edición, el artista estaba presentando al equipo que lo acompaña en esta gira. Todavía faltaba mucho por gozar del sandungueo y el romanticismo del boricua.

Chayanne, 40 años no pasan en vano. Costa Rica lo sabe.