¡Calipso intravenoso!

Leyendas limonenses del género departieron en Cahuita, durante la noche del sábado, para cientos de presentes en el festival.

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Es cierto que la música es universal, pero no hay mejor lugar que el Caribe para sentir el calipso intravenoso; cuando la playa está a 400 metros, enviando sus mejores vibras, y el mar devuelve el sonido del bajo con un eco abrasivo.

Estar en Cahuita, escuchando el género caribeño, en compañía de locales y turistas, felices todos, obliga al público a desear que las canciones se hagan infinitas. Que, por favor, no se acabe la noche. Que nunca dejen de tocar. Que este sonido los acompañe por siempre.

Así fue como se sintieron en varias ocasiones los cientos de presentes en el Festival Internacional de Calypso Walter Gavitt Ferguson, celebrado desde el viernes 4 hasta ayer, domingo 6 de julio, en ese faro paradisiaco de Limón.

Fueron tres días en los que ese género sutil pero idílico que es el calipso fue celebrado como tiene que ser: entre bailes, cánticos, caras pletóricas y, por supuesto, la presencia de algunos de los principales maestros del género, entre ellos Walter Ferguson, quien si bien no participó en cuerpo, sobra decir que, cuando de calipso se trata, es una deidad omnipresente.

Allí también estaban algunos de sus mejores amigos, cantando juntos durante uno de los espectáculos más supremos del festival, cuando los Calypso Limón Legends se juntaron con el único objetivo de hacer a la gente feliz con su música, durante la noche del sábado.

Los Legends fueron nada más y nada menos que Shanty, Cyril Silvan, Congoman y Yuni, tesoros de la música local que se mantienen incansables con la pasión de la música calipso, característica notable desde su presencia en el escenario hasta la respuesta del público.

Acompañados por Manuel Monestel y Cantoamérica, los ídolos le regalaron a Cahuita un concierto con el que la tierra se movió, gracias a temas como Stop , Fire , Rum , Rice and Beans y Lobster Band .

Vibraciones. Yuni permaneció en el escenario tras la presentación de Calypso Limón Legends, el sábado, y cantó varias piezas con su banda, Junior y su Calypso, con la especial aparición de su hijo, Dani, a quien el público adoró.

El grupo tocó temas como Mama Come and Take Me Home , y todo Cahuita vibraba al son suyo. No tan buena suerte gozó Kawe Calypso, que también compartió escenario con Cantoamérica, pero que fue azotado por una lluvia pasajera.

No obstante, su calidad musical obligó a muchos a bailar bajo la lluvia y, justo cuando comenzaba a escampar, Kawe cantaba el clásico Cabin’ in the Wata (de Walter Ferguson), en un instante poético.

No tan romántica fue la imagen del acto internacional de la velada, la cantante trinitense Marcia Miranda, con su música soca, muy poco conocida por los presentes.

Miranda salió a cantar con pista y para la segunda canción se le desconectó el micrófono, aunque su voz seguía sonando en los parlantes. Lo que sucedió luego fue una secuencia de actos infortunados: detienen la pista, algunos chiflan y se van del lugar, ella vuelve a ver con desazón y, segundos después, cae un aguacero descomunal, lo cual termina por desalojar al resto del público. La cantante no sabe dónde meterse, pero hace lo que debe: sigue cantando, hasta que la lluvia se marcha y algunas personas regresan a bailar y cantar con ella.

La Nación cubrió el festival el viernes y el sábado, y el cronograma del domingo tenía previstas las presentaciones de Shanty, Raíces, Ringing Bell, Caribbean Expression Band y Cantoamérica, entre otros.