Britney Spears le apuesta a lo personal

Briney Jean , el nuevo disco de la luminaria estadounidense, fue inspirado en la soledad de la vida del pop, y se produjo justo después de que la cantante rompiera con su comprometido Jason Trawick

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El pop ha tenido su cosecha de nuevas divas en años recientes; Lady Gaga, Katy Perry, Miley Cyrus y Rihanna son algunas de las que han tenido el ímpetu de ingresar al selecto grupo de cantantes icónicas de la cultura pop, pero al César lo que es del César: Britney Spears no ha dejado de ser una referencia directa de este fenómeno social, manteniéndose como un estandarte desde finales de la década de 1990.

La estrella estadounidense regresará este mes al mercado discográfico, de la mano de Britney Jean –su octavo álbum de estudio–, cuyo título no es una referencia a Billie Jean (aquel clásico de Michael Jackson), sino una celebración del nombre de cuna de la cantante: Britney Jean Spears, nacida el 2 de diciembre de 1981.

“Es un disco personal, y toda mi familia me llama Britney Jean, de cariño, así que quise compartir eso con mis fans”, dijo en entrevista con Capital FM, en la radio inglesa.

Este 2013, su cumpleaños número 32 vendrá sucedido por el lanzamiento de su nuevo disco, el cual llegará a tiendas de todo el mundo el martes 3 de diciembre, incluso a Costa Rica, donde se venderá en todas las tiendas Vértigo del país (y en la tienda digital), al precio de ¢11.800, en su versión de lujo.

Con una duración total de 36 minutos, divididos en 10 canciones, Britney Spears trae una libreta de novedades para el 2013, sin que los flamantes temas disipen su identidad –actualmente alimentada por los discos Blackout (2007), Circus (2008) y Femme Fatale (2011), en los que hizo alarde de una frescura bailable y extravagante que resultó seductora para la audiencia–.

Íntimo. Durante el 2012, Britney Spears se unió al jurado del programa televisivo The X Factor , en la segunda temporada de su versión estadounidense, sentada al lado de los demás jueces: Simon Cowell, L.A. Reid y Demi Lovato.

La experiencia fue gratificante para la artista, quien además salió casi ilesa de las críticas, y fue adorada por todos, desde el público hasta los jóvenes músicos participantes.

Ese año, lanzó un sencillo con will.i.am llamado Scream and Shout , que alcanzó altos puestos de popularidad en Estados Unidos y el Reino Unido. Además, Spears fue nombrada por la revista Forbes como la artista femenina que reportó mayores ingresos durante el 2012, ganando alrededor de $58 millones (unos ¢29.000 millones).

La sed que tenía de grabar nuevo material la obligó a renunciar a The X Factor , alegando: “He tomado la difícil decisión de no regresar para otra temporada. Tuve un tiempo increíble haciendo el programa, amo a los otros jueces y estoy muy orgullosa de los participantes, pero es el momento de que vuelva al estudio de grabación.

”El ver a todos hacer lo suyo en ese escenario todas las semanas me hizo extrañar mucho hacer presentaciones. No puedo esperar a volver allí y hacer lo que más me gusta”.

La noticia –agridulce para sus seguidores– topó con otra novedad de alto impacto: en diciembre del 2012, Spears se comprometió con su novio de entonces, Jason Trawick, con quien había salido desde el 2010. Sin embargo, un mes después, ambos terminaron la relación.

“Después de cortar, tenía muchas cosas que decir en el estudio”, reveló a la revista Rolling Stone .

Ese antecedente es importante para entender por qué este podría ser uno de los discos más personales en la carrera de la diva: “Podría decir que el disco fue una suerte de terapia para mí”, comentó en una entrevista reciente con Entertainment Tonight , en su tierra natal.

“Sentí como si me transformara. Cuando escribes algo, tu perspectiva cambia, así que fue como mi disco de ‘terapia buena’. Soy una artista, por lo que pienso que hay periodos en la vida en los que uno se recluye, en los que a uno le cortan la creatividad”, continuó.

Justamente, Britney Jean marca la primera vez que Spears se sumerge en la producción de todos los temas de un disco, incluso aportando a las letras de las canciones. Como productores, trabajaron en el disco will.i.am, David Guetta, Doplo, William Orbit y Keith Harris.

Además, el álbum encierra un concepto que explora la soledad de la vida del pop, tema del cual aparecen guiños en el primer sencillo, Work Bitch , en el que incita a otras divas del pop a trabajar arduamente para conseguir los lujos que ella ya ha conseguido en su carrera.

El segundo sencillo es la balada Perfume , cuya letra la describió como “increíblemente especial” para sí misma. “Creo que es fácil relacionarse con la letra; todos han pasado por un momento de inseguridad en una relación que los ha dejado vulnerables, y esa canción captura eso”.

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Reacción. Si bien la fecha oficial del lanzamiento del disco es el 3 de diciembre, ese dato últimamente es poco respetado; al igual que la mayoría de lanzamientos actuales, Britney Jean se hizo disponible en iTunes desde comienzos de esta semana.

Por ello, varios medios de comunicación ya se han pronunciado al respecto, generando críticas medianamente favorables, aunque no tantos elogios como recibieron sus tres discos anteriores.

La revista Slant habló del álbum, primero mencionando el milagro de que Spears haya participado en la composición de tantas canciones en un solo disco.

Luego, Slant agrega: “Ese hecho, aunado al título ostentosamente personal del disco, sugiere que Britney podría estar intentando obtener cierta credibilidad artística. Sin embargo, es mucho más probable que, finalmente, haya decidido obtener una buena tajada de sus lucrativas regalías para sí misma”. Para la revista, Britney Jean mereció tan solo dos estrellas y media, de cinco.

Por otro lado, la revista Rolling Stone fue más generosa, otorgándose al disco tres estrellas y media. “Al igual que su éxito tardío de verano Work Bitch , Britney Jean suma al alto precio de la fama”, lee la reseña.

El diario estadounidense Toronto Sun , en cambio, fue lapidario: “Puede ser su disco más perezoso hasta la fecha. Con 36 minutos de duración, es ciertamente su disco más corto. A pesar de ser supuestamente personal, las letras revelan casi nada acerca de la vida de la estrella, ni de sus sentimientos y pensamientos (a menos que uno vea frases como “quiero bailar hasta que me duela el cuerpo” como confesionales).”

Para el Toronto Sun , el último disco de Spears “no es más que su última entrega genérica y adoquinada de música bailable y tendenciosa, sencillos poco memorables y baladas, coronadas –como siempre– con su voz de aficionada y emocionalmente vacía”.

Empero, los fans tendrán la última palabra.