'Hacer y Deshacer': Little Monsters, un preescolar que inspira a compartir conocimiento

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Cuando los niños entran a Little Monsters juegan. No encuentran aulas ni pupitres en fila viendo hacia una pizarra. En Little Monsters solo van a jugar.

Es un preescolar innovador. Así lo define su fundadora, Silvia Hidalgo. Abrió sus puertas en abril del 2015, cuando, luego de muchos meses de investigación y creación del currículum, recibió a la primera generación de estudiantes: 10 niños menores de 6 años de edad.

Little Monsters, ubicado en Sabana Sur, nació como una necesidad que existe en el país de adoptar innovadoras metodologías para enseñar y educar a niños. Para lograrlo, su fundadora estudió durante aproximadamente un año y medio proyectos y centros educativos de distintas partes del mundo. Entrevistó a especialistas, a docentes, leyó sobre metodologías y, cuando se sintió bien preparada, formó un grupo de profesionales en educación. Silvia es publicista y necesitaba ayuda en el tema pedagógico.

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¿Cómo nació la idea de hacer Little Monsters?

Pasan varias cosas para que nazca Little Monsters. Siempre me han gustado muchísimo los niños, soy de las personas que siempre está hablando con los chiquitos, a la que los niños se le acercan para jugar. Siempre me han gustado. En algún momento de la vida pensé en estudiar preescolar, pero cuando fui a ferias vocacionales descubrí que publicidad es lo mío. Por otro lado, tengo amigas que tienen niños y conozco a un montón de educadores que me hablaban de que hacía falta una propuesta educativa que tuviera más creatividad, que le permitiera a los niños liberarse y expresarse más. Entonces sabía que había una oportunidad en ese campo.

Todo esto sucedió de manera paralela al fallecimiento de mi papá, a finales del 2013. Mis papás son ingenieros, pero siempre terminaron trabajando en educación. Mi papá falleció y yo decidí que quería hacer un proyecto que de alguna manera hiciera honor a todo lo que él había hecho, algo que perdure en el tiempo y que me guste.

¿Cómo creó la metodología de Little Monsters siendo usted publicista?

Cuando surgió la idea de hacer Little Monsters yo estaba trabajando en Jotabequ, entonces me levantaba todos los días dos horas más temprano para trabajar en mi proyecto. Durante un año no falté ni una sola mañana, porque cada vez sentía que la oportunidad que tenía era muy grande. Lo que hice fue contactar a expertos que estaban haciendo cosas distintas en educación. Estudié e investigué por mi cuenta. Hice grupos focales con papás, fui tocando puertas, algunas se abrieron, otras no. Y cuando ya sentí que fue el momento, después de trabajar más de un año, renuncié a Jotabequ para dedicarme a Little Monsters.

¿Cómo eligió la metodología en la que se quería basar en Little Monsters?

Hay teorías o enfoques que existen y pueden ser inspiradores. Elegimos la teoría constructivista, porque trata de que cada niño construya su propio aprendizaje. Los niños no aprenden cuando un adulto les dice que aprendan algo de memoria. Nos inspiramos en la metodología italiana Reggio Emilia, que nació después de la Segunda Guerra Mundial, cuando en la ciudad se quedan sin escuelas, entonces todos los que están en el pueblo deciden tomar en sus manos la educación. A nosotros nos interesa hacer comunidad, que los padres estén presentes, que sean actores importantes. Además, la metodología Reggio Emilia valora mucho lo que es la naturaleza, igual que nosotros.

¿Cuál es el rol de los docentes dentro de esta metodología implantada en Little Monsters?

El educador en Little Monsters da un paso atrás. No da instrucciones, documenta y analiza los procesos. Cada profesor ingresa a los espacios y los niños son quienes toman las decisiones de qué y cómo van a aprender.

¿Cómo es un día normal para los niños en Little Monsters?

No tenemos aulas, entonces todos los días el espacio está diseñado de distintas maneras. El aprendizaje es vivencial. Se trabaja sobre el juego y la exploración, más allá de la parte teórica y metodológica. Cuando entran los niños lo principal que van a hacer es jugar. Nos enfocamos en desarrollar pensamiento creativo, crítico y científico. Parte de esto es educar a los padres, para ellos tenemos talleres de juego y de cómo hacerlo en casa.

Una directora pedagógica, seis profesoras y una psicóloga hacen parte de la alineación de Little Monsters que encabeza Silvia Hidalgo, quien como directora general se encarga de toda la parte comercial, la imagen, marca, alianzas y, por supuesto, la publicidad del preescolar. También trabaja en el área financiera y administrativa con asesoría de expertos. “Pero el rol más valioso que tengo, y el que más me llena, es poder ser un ojo creativo dentro del currículum de Little Monsters. Juntos pensamos en plantear cosas nuevas para los niños. Y aunque yo no sepa la teoría, reto a las teachers a hacerlo”, explica Hidalgo.

Implementar proyectos de storytelling y design thinking dentro de los procesos del preescolar es parte de la creatividad que le inyecta Silvia a su negocio.

Compartir conocimiento

Silvia Hidalgo Mora tiene 32 años de edad, está casada, vive en San José y, aunque le encantan los niños, por ahora sus hijos son Billy y Beny, dos perritos.

Se dedicó 10 años a la publicidad y realizó una maestría en Administración de Negocios, pero su pasión sigue siendo el mundo creativo, por eso, quizá, reparte su tiempo entre el preescolar y la carrera de Publicidad de la Universidad de Costa Rica, donde trabaja como coordinadora.

Dice que le gusta la cocina, salir a pasear con sus perros y generar ideas, hacer cosas diferentes. Eso explica cómo es que una publicista abrió un centro educativo como Little Monsters, donde a los niños no se les explica con un libro y dibujos las diferencias entre el frío y el calor, sino que lo experimentan al entrar a una piscina fría y otra caliente. En el preescolar todo es vivencial. Como el día en el que los pequeños decidieron recrear la vida marina colgando telas azules en un salón en el que los ventanales estaban decorados en tonos turquesa.

Little Monsters no se parece al kinder al que Silvia fue cuando tenía cuatro años, pero pretende que todos los niños que pasen por ahí sean igual de felices como lo fue ella en su infancia. Y la idea también es que cada día sean más los niños que aprendan y desarrollen el pensamiento creativo, crítico y científico que impulsa Little Monsters. Y para ello la empresa se convirtió en franquicia.

En 2016 el centro educativo firmó un convenio con la firma española KidsBrain con el objetivo de que en países como México, Chile, Colombia, Inglaterra y España se abran sedes con la misma metodología de Little Monsters. El proceso para lograr franquiciar el negocio ha sido extenso y ahora mismo se encuentra en la fase de conversaciones y negociaciones para poder replicar el modelo, pero no solo fuera del país, Silvia quiere afianzar el primer centro educativo de Sabana Sur para abrir un segundo Little Monsters en Costa Rica.

¿Qué es lo más bonito y lo más complicado de este proyecto?

Lo más lindo es que los niños me inviten a jugar. Muchas veces me ha pasado que llego y los niños están cantando, bailando, disfrazándose, y yo termino cantando, bailando... Ellos lo llenan a uno de mucha motivación y felicidad. Desarrollar otros proyectos y conocer gente es muy bonito, pero definitivamente lo mejor es compartir con los niños.

Lo más difícil es el hecho de emprender algo nuevo, que aunque ya se hace en otros lugares, esto de los centros educativos innovadores, la verdad no es habitual, y no existe otro Little Monsters. No ha existido antes. Además, emprender siempre es, de alguna u otra manera, un reto personal, mucho más que profesional.

Y el reto personal-profesional de Silvia no acabó cuando, en abril del 2015, abrió el preescolar. Su misión ahora es tratar de que mucho de lo que aprendió para implementar en Little Monsters llegue hasta las aulas de distintos centros educativos del país. Así fue como en 2016 nació RE: Educación + Creatividad, un taller anual para educadores en el que expertos internacionales dan charlas sobre distintas temáticas para el sector educación. Junto a una socia, Silvia creó el programa para inspirar a que profesores del sector público y privado reinventen la forma en la que imparten sus lecciones a partir de la creatividad y la innovación.

La primera edición se celebró el 25 de noviembre del año anterior en el Parque La Libertad.

Y entre tanto, también está trabajando para acercarse al Ministerio de Educación Pública. “Queremos acercarnos más y ver qué podemos hacer, mi idea es que Little Monsters trascienda más allá de lo que nosotros podamos hacer como empresa, que trascienda hacia una discusión país de qué es lo que necesitamos para cambiar la educación en Costa Rica”, afirma Hidalgo.

Compartir conocimiento fue clave cuando Silvia inició la investigación sobre educación creativa e innovadora. Todas las personas e instituciones a nivel mundial que comparten sus metodologías le permitieron abrir Little Monsters, por eso su labor hoy en día está basado en ello también: en compartir conocimiento con los papás del preescolar, en el congreso anual que organiza y en la UCR, con los alumnos de publicidad.

Contacto

Redes Sociales: Facebook, Instagram.

Sitio web: www.lmonsters.com

Correo electrónico: info@lmonsters.com

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