Con las manos en la masa y la frente en alto: Costa Rica finalizó este martes 29 de marzo su participación en la Copa del Mundo de la Panadería en París, Francia. El seleccionado tico tuvo una destacada participación, pues obtuvo el noveno puesto en la competición que puso a prueba el talento para esculpir figuras artísticas con pan, así como la elaboración de piezas con sabores dulces y salados.
“Estamos muy orgullosos. Esta fue una competencia de gran exigencia, de la cual recibimos muchos elogios. El nivel mostrado fue impresionante, histórico y Costa Rica se representó de la mejor manera. Quedamos muy contentos por la labor realizada en el nombre de todo el país”, expresó Herberth Hidalgo de Molinos, de Costa Rica, quien fue parte del staff que llevó a la selección a Francia.
En la categoría de figuración artística, Costa Rica presentó a una familia de osos perezosos esculpidas con masa muerta. La creación fue ampliamente aplaudida por su expresión de amor y representación icónica de la naturaleza que caracteriza a nuestro país.
“Estamos muy satisfechos con el resultado. Sentimos que fue un gran desempeño y nos motiva para próximas ediciones”, agregó Hidalgo.
En la competición de la panadería existen tres roles: quienes se encargan de la panadería salada, de la dulce y de crear figuras artísticas (esculpir en harina, pues).
En el mundial son tres los “titulares” que se encargan de cubrir cada rol. Los otros tres seleccionados son suplentes, listos para entrar en caso de que suceda alguna emergencia.
En este caso, la representación tica estuvo a cargo de José Manuel Gutiérrez y Santiago Ramírez en la especialidad de salados, Kitzila Portillo y Warner Bolton en figuras artísticas, y Alejandra Lanzoni y Rodrigo Calvo en el apartado dulce, siendo este último el capitán del equipo. El experimentado Moisés Carmona fue el entrenador de la representación tica.
En la competencia participaron 12 selecciones. El primer lugar se lo llevó China, el segundo lugar lo obtuvo Países Bajos y el tercer lugar Noruega.
Una representación especial
La historia de las Copas del Mundo de Panadería (Coupe du Monde de la Boulangerie para ser precisos con su término) empezó en 1992. Fue creada por uno de los maestros históricos en el oficio: el francés Christian Vabreth.
Según cuenta Moisés Carmona, la Copa Mundial es un recordatorio del alto perfil que representa la panadería en el mundo gastronómico, así como un incentivo para fortalecer esta cultura en cada país.
La razón principal de la competencia es la profesionalización del sector de panadería, ya que en muchos países se desconoce como una rama importante dentro de la gastronomía de tenedores y estrellas. “Esto es complejo: hay que saber de biología y química para usar fermentaciones, hay que saber usar masa muerta para las decoraciones de las figuras artísticas. Es una profesión compleja que está con nosotros siempre, desde la panadería del barrio hasta las escuelas más avanzadas”, afirma el entrenador Carmona.
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El proceso de clasificación suele ser una competencia nacional y posteriormente continental. Sin embargo, debido a la pandemia por el covid-19, este año la organización convocó a los países clasificados al certamen anterior, pero con nuevos integrantes en cada equipo.
Costa Rica ha asistido a tres Copas del Mundo de Panadería. Las previas fueron en el 2012 y la del 2020.
Si quiere conocer de primera mano el trabajo de los seleccionados, puede visitar a los panaderos en sus respectivos lugares de trabajo: José Manuel Gutiérrez en Gutie Panadería (Alajuela), Santiago Ramírez en La Finca (El Carmen de Guadalupe), Alejandra Lanzoni en Double Tree by Hilton (Belén) Rodrigo Calvo en Molinos de Costa Rica (Alajuela), Kitzila Portillo en VillaPastel (Barrio Cuba) y Warner Bolton en Guaitil (San José).