Viola Davis transitó por caminos de espinas antes de llegar a la gloria

Actriz reveló el año pasado que de niña buscó comida varias veces entre basureros

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“En mi mente veo una línea, y más allá de esa línea veo verdes campos y bonitas flores. Y veo hermosas mujeres blancas alargando sus brazos hacia mí. Pero no puedo llegar allí, no puedo pasar esa línea. Eso dijo Harriet Tubman en el siglo XIX. Pero déjenme decirles algo; la única cosa que separa a las mujeres de color de cualquier otra, es la oportunidad...”.

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El poderoso y estremecedor discurso con el que la intérprete estadounidense Viola Davis celebró el domingo 20 de setiembre su premio Emmy a mejor actriz de drama, llevó a la audiencia del teatro Microsoft, en Los Ángeles, casi a las lágrimas.

Las emotivas palabras fueron las más aplaudidas de la noche. Tenía que ser así; Davis había obtenido un reconocimiento que por primera vez en la historia de los Emmy quedaba en manos de una mujer negra.

La barrera racial en esa categoría se derribó 67 años después desde la primera gala de los premios que otorga la Academia de la Televisión de Estados Unidos y tras 19 años desde la primera aparición de Davis en la pantalla chica (en la televisión debutó en 1996 en la serie NYPD Blue , de 20th Century Fox Television).

El trofeo se le acreditó a una actriz alabada por la crítica y reconocida en Hollywood y Broadway por la intrigante diversidad de sus papeles en el cine, teatro y televisión.

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Con el Emmy, a Davis, de 50 años, se le reconoció la interpretación de una astuta abogada penalista en la serie de ABC, How to Get Away with Murder.

Pero ese premio solo agranda su prominente carrera. Fue candidata en dos ocasiones a los premios Óscar (2009 y 2012), en una a los premios Bafta (2012) y en tres a los Globos de oro (2009, 2012 y 2015).

También estuvo nominada en el 2009, 2012 y 2015 a los premios del Sindicato de Actores de Estados Unidos en cinco categorías (ganó tres) y en 1996, 2001 y 2010 a los premios Tony (ganó dos de tres posibles), entre otros galardones.

Dura infancia. Si bien Viola Davis transita hoy por el camino del éxito, llegar a él no fue tarea fácil.

Ser hija de un cuidador de caballos para hipódromos y de una ama de casa complicó su niñez y su sueño de ser actriz.

El año pasado reveló que durante su infancia asaltó en varias oportunidades basureros con gusanos en los que intentaba encontrar algo para comer.

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“Fui uno de los 17 millones de niños en este país que no saben de dónde vendrá la siguiente comida e hice de todo para conseguir qué comer; robé para poder comer y me metí a basureros con gusanos por comida”, contó la actriz, durante la premiación del Power of Woman 2014 , de la revista Variety , que la reconoció por su labor humanitaria.

“Me hice amiga de gente de mi barrio que sabía que tenían madres que les daban tres comidas al día. Sacrifiqué mi infancia por comida y crecí con una inmensa vergüenza”, agregó Viola Davis nacida en la granja de su abuelo en Saint Matthews, Carolina del Sur, Estados Unidos, y obligada a los dos meses de edad a mudarse con su familia al humilde barrio Central Falls, en Rhode Island.

En ese humilde poblado aprendió lo más duro de la vida, un episodio que la lleva a predicar a diario sobre la necesidad de que los niños tengan acceso a lo más básico: la alimentación.

Incluso, el tiempo que pasa fuera de los estudios de grabación, de las cámaras y de las luces, lo dedica en buscar recursos para la fundación Hunger Is , que pretende erradicar el hambre en niños marginados de EE. UU.

“No me sumé a Hunger Is para salvar al mundo, lo hice para salvarme a mí misma. Ha sido el gozo de mi vida poder empezar este campaña”, comenta la artista, quien hace eco de la alarmante cifra de 21 millones de familias estadounidenses que, según la organización, están en programas de asistencia para comer al menos una vez al día.

Fue también en ese modesto barrio donde, a duras penas, inició sus estudios de actuación. Acudió a la Rhode Island College y se especializó en teatro.

El salto. Como actriz empezó a los 27 años con papeles pequeños y algunos hasta sin acreditar, como suele pasar en las primeras oportunidades laborales.

Se estrenó en la obra de teatro As You Like It (1992), una puesta en escena que, aunque se exhibió fuera de Broadway, mostró a los productores y directores de entonces su calidad como actriz.

Cuatro años más tarde dio el salto, conjuntamente, a las pantallas chica y grande.

La primera vez que se le vio en televisión fue en un episodio de la serie NYPD Blue.

En el cine debutó en The Substance of Fire al lado de estrellas como Sarah Jessica Parker, Tony Goldwyn y Lee Grant.

Su nombre comenzó a germinar en las mecas del cine, la televisión y el teatro. La cosecha de éxitos había iniciado.

En la actualidad, el nombre de Viola Davis reivindica a todos aquellos actores afroamericanos que a diario luchan por conquistar con su talento los más grandes estudios de cine y televisión del mundo, y las salas de teatro más importantes del orbe.