Kike de Heredia promueve la donación de órganos: ‘No me estoy despidiendo’

El conocido cantante y trompetista de 71 años padece una enfermedad pulmonar y asegura sentirse bien

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Recientemente, el cantante y trompetista Kike de Heredia llamó la atención con un mensaje que compartió en redes sociales en el que hablaba de que cuando muera, desea que sus órganos sean donados. En la grabación recordó que padece EPID (enfermedad pulmonar intersticial difusa), una condición pulmonar progresiva que, cuando le fue detectada, le impedía caminar 10 metros sin ahogarse.

En el video, compartido en Facebook, el artista y predicador de la palabra de Dios resaltó que si las personas se dan cuenta de que él falleció, sabrán que sus órganos estarán a disposición de las personas que más los necesitan.

En entrevista con La Nación, Kike de Heredia amplió el tema y contó que su idea principal en la publicación era motivar a las personas a donar órganos. Resaltó que si bien la muerte tiene como apellidos “Segura Segura” y que nadie sabe cuándo es el momento de partir, él se siente bien por ahora.

En la conversación, también habló del proceso de su enfermedad.

“Un día de estos murió un pastor amigo mío, le dio un infarto. Entonces, dije que iba a hacer un video. Hay que generar conciencia para que quien muere con sus órganos buenos, y haya comunicado su voluntad, pueda donarlos. Hay personas que mueren en accidentes con sus órganos buenos, y, por otro lado, están las personas que mueren esperando en un hospital por órganos”, aseguró.

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El músico reiteró que el video fue para motivar a otras personas. Aunque la EPID que tiene “no puede tratarse ni con quimio ni radioterapia”, este mensaje no es un adiós de su parte.

“No me estoy despidiendo. Todos nos vamos a morir. La gente lo interpretó como una despedida. Solamente hablé de algo normal. Donar órganos debería ser costumbre. Me haría feliz que en un futuro alguien diga: ‘Mi tío tiene el riñón de Kike’, aseguró.

La enfermedad que padece Kike de Heredia

El sitio Scientific Electronic Library Online detalla que “la enfermedad pulmonar intersticial difusa (EPID) se refiere a un grupo heterogéneo de condiciones pulmonares caracterizadas clínicamente por disnea y empeoramiento de la función pulmonar y radiológicamente por una infiltración intersticial evidente que afecta predominantemente las bases pulmonares”.

Kike de Heredia fue diagnosticado con EPID en marzo del 2023. Su tos no cesaba y no podía respirar. La neumóloga le dijo que esto se debía a la condición de sus pulmones. Poco después, empezó a tomarse aceite de cartílago, que, aunado a su fe en Dios, le ha ayudado, según siente.

Dos meses después, pudo volver a tocar trompeta y a cantar. “En la Caja me dicen que médicamente no hay nada. Que esto no se cura”.

En apariencia, esta enfermedad se le desarrolló por haber estado expuesto al humo de fumadores durante los 35 años en los que se presentó en concurridos bailes con grupos como Los Hicsos, Sonora Tropicana y Kike de Heredia y Grupo Carnaval.

Desde el 2003, el músico convirtió en “Kike de Heredia: un siervo de Dios” y como parte de su ministerio “canta, predica, toca la trompeta y ora por personas enfermas”. Luego de la muerte de su hijo Carlitos en el 2020, su esposa Milena Chavarría se le unió en la misión.

En este momento, la capacidad pulmonar de Kike es del 48% y en los primeros tres meses de diagnóstico, el EPID se pasó del pulmón izquierdo al derecho.

Confió que su neumóloga en el hospital México, centro médico al que lo remitieron cuando ya no podían hacer más por él en el hospital de San Carlos, le dijo que hay un tratamiento que podría beneficiarle.

“Para recibirlo había que interponer un recurso de amparo. Y entiendo que había una lista de espera de 45 personas para ese tratamiento que cuesta $4.000 por mes. Pensé que es mejor que ese dinero se lo dieran al Hospital de Niños. Imagínese todas las medicinas que se pueden comprar con eso”, reflexionó.

Se mantiene con fe, aun cuando hay voces que buscan preocuparlo, como la de una señora que se acercó para detallarle cómo había fallecido su esposo a causa de la EPID.

“La verdad, yo no pienso en eso. En junio me vuelven a hacer un TAC para ver cómo estoy. Hay gente que me ve y dice que estoy mejor que ellos. Hasta hoy soy testimonio de que no es hasta cuando la ciencia diga, la última palabra la tiene Dios. Hay un tiempo para de nacer y otro para morir”, expresó.

“Me dijeron que mi enfermedad se va comiendo los pulmones. Yo tengo paz y busco hacer conciencia para que las personas donde sus órganos”, Kike de Heredia.

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