José Ángel Vásquez: El agüizote de los ticos el 31

Desde hace 49 años, este locutor hace el conteo hacia el Año Nuevo. El locutor hará su última cuenta regresiva en el 2014, ya que así se lo prometió a su esposa.

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Detente y escúchame un instante. Mira cómo pasa el tiempo y cómo los siglos se alimentan de él, mientras tanto tú, qué fácil aceptas que un segundo, un minuto, una hora, un día, un mes, un año, pasen fugaces dejando solo en tu frente su marca indeleble .

Este fragmento del poema Grabarás tu nombre en el tiempo es una de las marcas personales que el locutor y comunicador José Ángel Vásquez ha dejado a lo largo 49 años haciendo el conteo hacia Año Nuevo en la radio.

“Lo escribí el 31 de diciembre de 1982 cuando la radio estaba detrás del Teatro Nacional. Hice la redacción como en 40 minutos, se la mostré a un amigo periodista y me dijo que le gustaba mucho. Como yo sé de grabación, entonces le puse música y la grabé ahí mismo. Esa noche la estrené al aire”, rememora.

Su voz grave ha acompañado las noches del Año Viejo para darles la bienvenida a 365 días nuevos, primero en Radio Reloj y ahora en Momentos Reloj.

Cada 31 de diciembre, Vásquez es el encargado de hacer el conteo de los minutos finales antes de que el reloj marque la medianoche. En medio de fiesta, algarabía y hasta lágrimas, este hombre de 71 años llena de frases esos segundos finales del año agonizante y cala profundo en el corazón de quienes, en familia, con amigos o en soledad, reciben el 1. ° de enero.

Aunque ahora su caminar se haya vuelto lento y las manos no tengan la misma fuerza, su tono de voz no ha dejado de ser el que muchos costarricenses asocian al “¡5-4-3-2-1! ¡Feliz año, Costa Rica!”.

“Genera mucha emotividad este cariño. Comencé a laborar en el año 1965, pero no se ha hecho largo. Cuando llego a la estación, desaparece todo nerviosismo; la única particularidad es que faltando dos minutos para las 12 se me olvida quién soy y me transporto a un mundo diferente”, explica este hombre que, como buen ramonense, tiene alma de poeta.

La idea de un programa nocturno para recibir el año fue de don José Ángel en 1965.

Cierto día, pensó que la radio podía acompañar a los ticos mientras despedían el año y le propuso la idea a Róger Barahona, director de Reloj. “Me dijo que era algo descabellado, pero que lo hiciera y aquí seguimos hasta la fecha”, afirma.

Claro, Vásquez afirma que no le copió a ningún colega la idea del espacio radiofónico. “Nunca cambié el dial para saber qué estaban haciendo los demás”, asegura.

Tradición. Para muchos, escuchar a don José Ángel es uno de los agüizotes o tradiciones de la noche del 31 de diciembre. Aunque él no lo considere así, sabe que su voz llega a muchos hogares en Costa Rica.

Él mismo asegura que no es agüizotero, pero que tiene una costumbre que repite cada año desde que acompaña en esta celebración a los ticos. Cada 31, almuerza con su eterna compañera de batallas, su esposa Marielos Vargas, duerme una pequeña siesta y se levanta a eso de las 6 p. m. para ir al trabajo.

Durante muchos años, José Ángel pasó la noche del Año Viejo en compañía de su esposa y sus hijos en la cabina de la radio. Ahí cenaban y oraban para que el año venidero trajera prosperidad. Poco a poco, los hijos se casaron y se fue quedando solo el matrimonio.

Desde que en el 2002 pasó a Central de Radios y que Radio Reloj se convirtió en Momentos Reloj, don José departe con compañeros de trabajo, mientras doña Marielos pasa con los hijos.

“Ya él no está solito como antes, ahora hay mucha gente y la empresa les lleva comidita para que ellos celebren también”, comenta esta jovial mujer, quien ya lleva 31 años de estar casada con “el señor de las 12” –como le dicen–.

Otra de las costumbres que tiene Vásquez es guardar la cena que le dan y llevarla a su casa para compartirla con doña Marielos.

“No como si no es con ella y mucho menos la cena de Año Nuevo. Eso es de nosotros”, afirma.

Además, se pule en la programación de la Noche Vieja.

Sus fieles compañeros los minutos previos y después de las 12 son diversos compositores: el colombiano Crescencio Salcedo, le siguen los ticos Carlos Guzmán y José María Chaverri Trejos, para cerrar con el alemán Ludwig van Beethoven y el austríaco Franz Schubert.

Diez minutos antes de las 12, se escucha la tradicional e infaltable Año Viejo , de Salcedo e interpretado por la inconfundible voz de Tony Camargo.

Después de agradecerle al Año Viejo que hasta una buena suegra le dejó, don José pone de fondo Soy tico , de Guzmán, y El vals de medianoche , de Chaverri, mientras el locutor envía saludos, hace reflexiones y les brinda sus consejos a los costarricenses.

“Nunca me pueden faltar estas canciones; nos han acompañado a lo largo de todos estos años. Cuando se acercan las 12, la Oda a la alegría (del cuarto movimiento de la Novena Sinfonía de Beethoven) es la pieza que suena de fondo y ahí mismo digo: ‘¡Feliz año, Costa Rica!’”, explica con emoción, al recordar cómo ha sido su trabajo durante casi cinco décadas.

A las 12 en punto, el Ave María, de Schubert, suma el momento de reflexión que eriza la piel de hasta los más fuertes. Justo mientras suenan estas reconocidas notas en la radio, José Ángel aprovecha para llamar a su esposa y darle su saludo de Año Nuevo.

A eso de las 12:08 a. m. comienza su voz a sonar con las letras de ese poema que hizo en 1983: Grabarás tu nombre en el tiempo .

Mil historias. En estas casi cinco décadas, don José ha coleccionado una infinidad de las anécdotas de cambio de calendario.

Entre todas las historias que puede narrar, le resulta gracioso y hasta increíble un año (no precisó cuál) cuando su jefe le habló acerca de la expectativa que generaba su conteo regresivo. “No podía creer que eso fuera cierto y quise hacer una prueba con los oyentes de la radio y les pedí un favor”, dice.

Dos minutos antes de medianoche, solicitó que nadie hiciera ningún ruido, que no sonaran bombetas y que no tocaran las sirenas. “Salí un momento de la radio y aquello parecía una colmena, solo había zumbido por todas partes y ahí comprobé lo que me dijo aquel jefe”, recuerda.

Para terminar aquella historia, Vásquez asegura que a las 12 apareció un camión de bomberos frente a la radio tocando su sirena.

“Fue impresionante, no sé de dónde salió. Aún se me eriza la piel de recordarlo”.

Este 2013 le prometió a su esposa que cuando cumpliera 50 años de hacer el conteo, dejaría de estar frente al micrófono.

Habrá que esperar al 31 de diciembre del 2014 para ver si don José Ángel se despide de todos aquellos que lo han acompañado durante medio siglo. En todo caso, nadie le quita ya el título de “el señor de las 12”.