El arte de imitar a Gorgojo sin lograr con éxito su particular movimiento de panza

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Adolfo Montero Arguedas, Gorgojo, partió este domingo al cielo, pero en tierra su recuerdo quedará no solo en su legado a la comedia costarricense, sino en las voces de dos imitadores nacionales.

En trincheras diferentes y con sutiles variaciones el uno del otro, Antonio Toño Hernández y Vinicio Nicho Vargas, logran casi a la perfección igualar al picante Gorgojo.

Para ambos, la voz que los inspiraba se silenció la madrugada de este domingo, pero quedó el aprendizaje de los años que lo siguieron, lo estudiaron y que compartieron junto a él.

Todo es fácil para Toño y Nicho cuando de imitar a Gorgojo se trata, pero hay una particularidad del personaje que ninguno de los ha logrado: el movimiento de la panza.

Antonio Hernández tiene a Gorgojo en su lista de interpretaciones desde hace unos 19 años. Entre ambos surgió una gran amistad que le permitió pasar mucho tiempo cerca de Gorgojo, gracias a ello logró copiar su conducta, sus ademanes y cada caraterística que lo distinguía.

"Él me regaló la primer trompeta y el primer sombrero que tuvo, porque me decía que aquí en Costa Rica habían dos personas que lo imitaban a la perfección: yo y Vinicio Vargas", comenta.

"Yo no he encontrado dificultad alguna para imitarlo a él porque es muy típico y muy nuestro", cuenta Toño. Justifica que la facilidad en interpretarlo deriva del léxico que usa a diario, un lenguaje popular sin "palabras de domingo".

También dice que su apariencia física contribuyó a que la personificación fuera más cercana, pero sí hay un intento fallido.

"La voz de él fue fácil porque como yo imito a Tres Patines, el tono de ese personaje es similar al de Gorgojo, un poco más suave nada más. Lo que nunca pude fue mover la panza, a pesar de que soy panzón. Lo que hago es que muevo la panza con mis manos. En lo demás copié todos los movimientros de él, la forma de caminar y de expresarse", relata.

Vinicio Vargas también cuenta su experiencia. Inició imitando al personaje 20 años atrás, cuando vio una entrevista que le hacían para un programa.

"Lo llamé para pedirle permiso porque es una persona que admiro montones. Él me dijo que no había problema en que lo imitara, mientras no ofendiera a ninguna persona", recuerda Vargas.

Incluso este imitador habla de la ayuda que recibió del propio Gorgojo para encaminar a su personaje. "Por medio de Gorgojo conocí a Luis Fernando Crespi, estuve en canal 4. Él empezó a ayudarme mucho y se me hizo más fácil imitarlo porque pasaba mucho tiempo con él", agrega.

Eso le facilitó a Vargas maquetear mejor al personaje, captar de mejor manera las gesticulaciones y el timbre de voz.

"Desde un principio aceptó mucho la imitación mía y me ayudó a incorporarme en este ambiente que es el humor", señala.

De su interpreteación comenta: "Por mi cuestión física, yo soy mucho más delgado, mover la panza como él lo hace es lo que no puedo, eso y la capacidad intelectual de improvisación solo Gorgojo la tenía".

Al igual que Toño, Nicho, tiene en su casa un recuerdo de Gorgojo. "Conservo un rótulo que dice Villa Gorgojo que él lo tenía a la entrada de su casa", dice.

Para los imitadores, la noticia del fallecimiento de uno de sus personajes fue un balde de agua fría. Entre los tres hay una buena relación de amistad, tanto así que habían acordado visitar hoy domingo a Gorgojo en el Hospital de Grecia, donde estaba internado desde hace 11 días.

La visita la truncó hoy la noticia de la muerte, pero en el corazón quedó el cariño y la admiración para quien consideran un gran amigo.

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