Cher: La diva que desafía el paso de los años

Aventurera, impulsiva, excéntrica. Cher llega a sus 70 años sin perder la notoriedad que la convirtió en una estrella de carne y hueso desde los años 60, cuando era apenas una adolescente que tenía sueños de grandeza

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Más de medio siglo entre los escenarios, de ser aclamada por las multitudes, de saber que su mayor sueño fue cumplido, son razones capaces de hacer que cualquiera olvide cómo vivir al margen de los focos, los micrófonos y los aplausos.

En realidad, no muchos artistas podrían decirlo por experiencia propia. Más de 50 años de carrera artística parecen una eternidad en el excluyente –y a veces despiadado– mundo del espectáculo, y solo una genuina actitud de diva puede ralentizar el paso de los años; una como la de Cher, para ser específicos.

La soñadora de larga cabellera color negro azabache y facciones pronunciadas alcanzó este 20 de mayo las siete décadas con una maestría ejemplar.

Tiene una vida sexual activa, una voz aún potente y un carisma innegable que la diferencian de otras contemporáneas que gastan energías en ridículos esfuerzos por retener la juventud.

“No seás ridículo. Una mujer real nunca es demasiado vieja”, espetó en el filme Mermaids (1990), mientras sostenía un cigarrillo en su mano. Para entonces, tenía ya 43 años.

Cher es un alma genuina, una estrella innata que nunca miró más abajo que el firmamento. Apostó ante sus compañeros de clase en la secundaria que sería famosa... y hasta ahora no ha conocido otro modo de vida.

Nacida como Cherilyn Sarkisian en 1946 –nombre que se cambiaría a solo Cher en 1978–, no tuvo una infancia sencilla. Sus padres, John Sarkisian y Georgia Holt –una modelo que también soñaba con ser actriz– se divorciaron cuando ella tenía apenas 10 meses. Luego, se casarían y divorciarían dos veces más.

La inestable vida amorosa de Holt (quien llegó a contraer matrimonio en ocho ocasiones) sumió a la modelo y a sus dos hijas en una crisis económica que la obligó a dejar a Cherilyn en un orfanato de manera temporal, hasta que consiguiera empleo, según el sitio Biography.

Para suerte de la muchacha, Holt se casó con el banquero Gilbert LaPiere, quien las sacó de la pobreza e incluso envió a Cher a un colegio de clase alta. Sin embargo, a los 16 años tomó la decisión de marcharse de la casa para irse a Los Ángeles a tomar clases de actuación.

No pasaría mucho tiempo para que su camino se cruzara con el del promotor musical Salvatore Sonny Bono, un protegido del productor Phil Spector, quien la insertó en la industria.

Sonny y Cher se casaron en 1964 y alcanzaron la cima de las listas musicales un año más tarde, con el sencillo I Got You Babe. El tema de la canción era la respuesta de la pareja a las críticas sobre su juventud.

La notoriedad que juntos adquirieron los llevó a la pantalla chica con The Sonny and Cher Comedy Hour, un show de variedades que estuvo al aire desde 1971 hasta 1974. El final del programa sería el presagio del destino de su matrimonio: un año después, cada uno tomaría rutas separadas, pero siempre quedarían unidas por su hija, Chastity Bono.

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Lejos de ser una tragedia, este remezón en la vida de la californiana la obligó a replantearse su carrera. En honor a la verdad, a Cher le iría mejor sin Sonny, y conseguir su propio show en 1976 y ser nominada a un Emmy es tan solo una prueba de ello.

No obstante, tras el divorcio, Cher se vio impedida durante algún tiempo de continuar con su trayectoria como solista, que había comenzado desde los 60, debido a una serie de cláusulas contractuales con su exesposo.

Entonces, la Diosa del Pop demostró ser imbatible. Se reinventó y siguió los pasos de su madre en el modelaje. En los 80, la gran pantalla también le daría la bienvenida y la haría merecedora de un Óscar por su papel protagónico en Moonstruck (1987), en la que actuó junto a Nicolas Cage.

Vida familiar. Tras el divorcio con Bono (quien, por cierto, luego se lanzó a la política, llegó a ser congresista republicano y murió en 1998 a raíz de un accidente mientras esquiaba), Cher decidió darse nuevas oportunidades en el amor.

Un año luego de la separación, en 1975, contrajo matrimonio con el artista Greg Allman, uno de los fundadores de The Allman Brothers Band. Ese segundo matrimonio solo le duró cuatro años y le dio a Cher el segundo de sus hijos, Elijah Blue Allman.

Empero, el momento más impactante en la vida de la artista no llegó con sus divorcios, sino cuando su primogénita, Chastity, le anunció que se sometería a una serie de cirugías –a partir del 2010– para transformarse en un hombre: Chaz.

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“Fue una época dura para mí”, admitió al Sunday Times en el 2013. “No fue exactamente al principio, cuando Chaz vino a decirme: ‘Esto es lo que quiero hacer’. Yo le dije: ‘Si te sentís miserable, eso es lo que tenés que hacer’. Pero luego, conforme comenzó a ocurrir... ya sabés, es un cambio extraño de afrontar para una madre”.

Diosa del espectáculo. Cher supo utilizar la polémica a su favor para convertirse en un ícono de la cultura pop estadounidense y, ¿por qué no?, también de la moda. Una de las claves del éxito de Cher ha estado, de hecho, en saber llamar la atención. De cualquier modo, desde la secundaria ya era considerada la “chica rara”.

Por ejemplo, para la ceremonia de los Óscar de 1986 apareció luciendo un conjunto negro y un gigantesco tocado de plumas, también negras, para protestar por que no fue nominada por su rol en la cinta Mask . La estrategia definitivamente le funcionó, pues ese se convirtió en uno de sus más memorables atuendos de todos los tiempos.

Tres años más tarde, estuvo en boca de todos al lanzar el videoclip de su tema If I Could Turn Back Time, en el que se contoneaba en un buque de guerra con un traje que podría ser la inspiración para los controvertidos outfits de Miley Cyrus: una “V” de tela negra apenas le tapaba lo necesario y que , al voltearse, dejaba al descubierto sus dotes traseros.

El video suscitó tal polémica, que la cadena MTV tomó la decisión de transmitirlo solo en horario para adultos.

Sea cuál sea la estrategia tras bambalinas, lo cierto es que el nombre de Cher siempre ha sido sinónimo de hit y de excentricidad; es una pieza fuera del molde convencional.

En 1998, a sus 52 años, la artista rompió paradigmas con el lanzamiento del tema Believe, su sencillo más exitoso y el cual la convirtió en la mujer de mayor edad en alcanzar la cima de Billboard Hot 100.

Sin embargo, cuatro años más tarde sirvió un trago amargo para sus seguidores: anunció que haría su última gira. Lo que nadie esperaba es que ese lucrativo tour se extendería hasta el 2005 y que Cher no podría deshacerse así no más de los escenarios.

En el 2013 lanzó el álbum Closer to the Truth y, de nuevo, anunció una gira de despedida, en la que aún no ha querido escuchar el aplauso final y definitivo.

Celebridad tuitera. A sus 70 años, Cher tiene poco más de 3 millones de seguidores en Twitter y ha publicado casi 18.000 tuits.

Puede ser tan banal (en febrero del año pasado, tuiteó en vivo la adquisición de un pony) como política: ambientalismo, aceptación racial y control de armas en Estados Unidos son algunos de sus temas recurrentes, sin obviar su fascinación por publicar comentarios ridiculizantes acerca del precandidato republicano Donald Trump.

“Si Donald Trump no puede aparecer con un corte de peinado que se vea humano, ¿cómo podría presentar un plan para derrotar a ISIS”, dijo en junio pasado.

Sin embargo, su Twitter es también un espacio de creatividad en el que Cher afina su pasión por escribir poesía... pero con problemas de dislexia –trastorno que se le diagnosticó a sus 30 años– y ningún sentido de la gramática.

“El feed de Cher es una joya en el reino de Internet. Es un verdadero río de pensamientos sin control. Leer sus mensajes es equivalente a embriagarse con su tía favorita. A donde sea que su mente divague, un tuit está próximo a llegar sin recato alguno”, destaca el diario británico The Guardian.

“Más que una verdadera fuente de entretenimiento, los tuits de Cher son considerados como toda una oferta de filosofía moderna para la vida”, continúa.

Porque sí, Cher no es un ícono pasado de moda. Con siete décadas de vida, sigue siendo tan moderna como vigente, tan controvertida como carismática. Es simplemente una estrella que nació para ser una diva eterna.