Anna Nicole Smith: Una historia terrible... un final (por ahora) feliz

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Diez años después de la muerte de Anna Nicole Smith, a solo cuatro meses del nacimiento de su hija Dannielynn, la trama de tragedias que precedía la vida de la niña parece haber dado un viraje. Y es que Anna fue una víctima atroz, primero de ella misma y, después, del siniestro fenómeno pop al que quedó reducida poco a poco: el mundo presenció su decadencia en tiempo real hasta que murió, víctima de una sobredosis y sumida en la más profunda tristeza. Su hija, en cambio, parece dirigirse a una vida "normal" de la mano de su padre, Larry Birkhead.

Ni el rocambolesco mundo del espectáculo había sabido de una celebridad que le racionara las tomas de leche a su recién nacida para evitar que algún día tuviera sobrepeso.

No hasta que Anna Nicole Smith sellara la caída libre en la que venía desde hace años con esta y otras ocurrencias que ratificaron cómo, a todas luces, la exPlaymate que un día pareció tener el mundo a sus pies, simplemente había perdido el juicio.

Todo lo concerniente al nacimiento de Dannielynn estuvo precedido por una cadena de escándalos y tragedias que fueron superando lo anterior.

Para empezar, ni siquiera Anna Nicole sabía a ciencia cierta quién era el padre de la criatura. Su sorpresivo embarazo se dio cuando su hijo mayor, Daniel, estaba llegando a los 20 años y ella, a punto de cumplir 40 y ya con años de ser eje de un escándalo tras otro, le dio la noticia al mundo: sería madre de nuevo. Luego le achacaría la paternidad a su abogado y pareja, Howard Stern (porque la vida de Anna Nicole parecía marcada hasta por las más banales coincidencias, este Howard Stern no es el conocido conductor radiofónico neoyorquino, cabe la aclaración).

Era el año 2006 y desde hacía rato ya, el showbiz veía a la exuberante texana como un remedo de sí misma. Si bien de vez en cuando acaparaba titulares, lo hacía por cuenta de sus exabruptos y escándalos.

En realidad ella siempre fue despachada y desfachatada, solo que no era lo mismo reírle las gracias cuando tenía 24 o 25 años y emergía como una émula contemporánea (y bastante kitsch ) de Marilin Monroe, a celebrarle su caída en picada no solo como estrella, si no como ser humano.

Juzgarla, jamás.

Anna Nicole Smith fue una víctima atroz de sí misma, cierto. Pero también se convirtió en uno de los primeros fenómenos pop del mundo globalizado en plena explosión de Internet, incluso protagonizó uno de los primeros realities sin imaginar que su búsqueda de fama y fortuna a toda costa le iban a pasar una factura inimaginable.

Antes de recorrer los recovecos de tan triste historia, en el décimo aniversario de la muerte la diva, la gran pregunta es qué fue de Dannielyn, la pequeña huérfana que vino al mundo solo tres días antes de que su único hermano, 20 años mayor, muriera de una sobredosis en el mismo cuarto de un hospital en Bahamas en el que yacían ella y su madre.

Si bien la prensa rosa más destacada en Estados Unidos ha seguido pendiente de la evolución de la niña, es con motivo del décimo aniversario de la muerte de Anna Nicole que varios medios de primera línea –como el espacio 20/20, de ABC– la buscaron y, con la aprobación de su padre, el fotógrafo Larry Birkheat, realizaron un documental sobre la vida de la niña hoy.

Esta y otras publicaciones muestran a Dannielynn (nombrada así por su madre, en honor a su hermano Daniel) como una niña hermosísima, feliz y con una vida normal.

Eso sí, la primera referencia es el parecido físico impresionante con su mamá, y también el gusto que parece traer en el ADN por la moda y el buen vestir.

Nadie puede predecir el futuro pero hay que ser honestos: en febrero del 2007 toda clase de nubarrones se cernían sobre el futuro de la entonces indefensa recién nacida, huérfana de madre y de padre desconocido, prácticamente sola en un hospital de Nassau (Bahamas).

La muerte de Anna Nicole ciertamente causó sorpresa, pero no demasiada: se veía venir la debacle que había venido tejiendo escándalo tras escándalo: dio tal cantidad de tumbos y recibió tal calibre de golpes, que para muchos su fallecimiento fue una especie de freno, un “parar de sufrir”.

Pero 25 años atrás, el panorama pintaba muy diferente para una hermosa –aunque siempre tildada de vulgar– texana que tomó a Hollywood por asalto.

En retrospectiva, en cambio, se le recuerda como protagonista de una existencia repleta de extravagancias y excesos, y cuyo único fin parece haber sido servir de noticia perenne y alimento constante para una industria que subsiste del morbo, el chisme y el espectáculo.

Ya fuera como esposa de un anciano multimillonario, o como modelo de la Playboy. Como diva o modelo en desgracia por su sempiterno problema con el sobrepeso. Como heroína de su propio reality show , o con sus mórbidos videos en donde se le ve borracha, drogada o delirante, Anna Nicole Smith dio de qué hablar a la industria durante varios lustros.

De cómo todo empezó

Antes de ser Anna Nicole, hubo una joven llamada Victoria Lynn “Vickie” Hogan. Aquella jovencita tejana que anhelaba ser la sucesora de Marilyn Monroe, comenzó a escribir la página negra de su historia en una época en donde sus sueños de grandeza solo podían verse como una fantasía de adolescente, tal y como lo publicó este diario en una semblanza póstuma tras su fallecimiento, escrita por el periodista Ronald Díaz.

La suya había sido una infancia difícil marcada por el abandono de su padre. Rebelde de espíritu abandonó los estudios secundarios y consiguió sus primeros trabajos. Ya fuera como salonera en un restaurante de pollo frito o como cajera de una tienda de la cadena Wal-Mart, ninguno de aquellos empleos auguraba una vida glamorosa, ni la fama o fortuna que ella tanto anhelaba.

Las cosas se complicaron cuando, con tan solo 17 años de edad, se casó con un joven cocinero de nombre Bill Smith, con quien tuvo su primer hijo, Daniel. El precipitado matrimonio fracasó y la joven comenzó a dar los primeros visos de lo que sería su vida de ahí en adelante al ser internada por una sobredosis de drogas y detenida por manejar ebria. Sin embargo, desde entonces su primogénito se convirtió en su inseparable compañero... incluso en la tragedia final.

A pesar de estos tempraneros tropiezos Anna seguía empeñada en dejar atrás su pequeña ciudad y caminar algún día por la alfombra roja reservada a los dioses de la tierra.

Un giro inesperado

Un anuncio de neón con una bailarina exótica en biquini marcó su destino. Ella sabía bailar. Desnudarse delante de hombres lujuriosos era algo que podía aprender. Los hombres que frecuentaban el Rick’s Plaza, un club nocturno de Houston, la recompensaban con generosas sumas de dinero y regalos. Pero había uno en especial que le prodigaba los mejores mimos y atenciones: J. Howard Marshall II, un magnate petrolero con quien se casó en segundas nupcias en 1994. El hecho de que ella apenas tuviera 26 años y su “príncipe azul” (así le llamaba ella) 89, no fue ningún obstáculo para la pareja. ¡Él le llevaba 63 años!

Para entonces Anna Nicole se había convertido en una voluptuosa figura de la industria erótica estadounidense (exagerados implantes de seno incluidos), gracias a su aparición como playmate en la edición de mayo de 1992 de la revista Plaboy, bajo el nombre de “Vicky Smith”. Su siguiente aparición fue como Anna Nicole Smith y en 1993 resultó elegida como Playmate del año.

LEA TAMBIÉN: Anna Nicole Smith: 10 años de la muerte de la niña que soñaba con ser Marilyn Monroe

La exposición que logró con este reconocimiento disparó su fama, llegando incluso a desplazar a la súper modelo alemana Claudia Schiffer como imagen publicitaria de la famosa marca de jeans, Guess.

Esos momentos de gloria en la vida de Anna Nicole Smith siempre se vieron opacados por seguidillas de infortunios que hacían de su existencia algo similar a un paseo en una montaña rusa.

Su dependencia a los drogas y los fármacos la conducían a frecuentes internamientos de desintoxicación y tras confesar su bisexualidad fue acusada de abuso por la niñera de su hijo. Como compensación la empleada de Smith recibió a cambio poco más de $800 mil.

Figura mediática

Cuando el anciano millonario falleció, 14 meses después de la boda, Anna Nicole siguió despilfarrando el dinero a manos llenas, al punto de verse obligada, en 1996, a declararse en bancarrota.

Fue entonces cuando dio inicio el reclamo de la fortuna que su marido dejó al morir, y cuyo monto total se calculaba en unos1.600 millones de dólares. Smith aseguraba que su exesposo había prometido heredarle la mitad de la herencia, lo cual desató una extensa batalla legal entre Smith y el hijo del millonario, Pierce Marshall. El litigo gozó de una enorme cobertura mediática.

En el año 2000 un juez le otorgó a la viuda $475 millones, pero, tras una apelación, la suma se redujo a 88 millones.

El litigio siguió entre la estrafalaria viuda y su “hijastro” Pierce, quien pasaba de los 60 años. El bochornoso espectáculo que protagonizaron por meses culminó de la forma más extraña y hasta absurda: Pierce murió en junio del 2006, a los 67 años, por causa de una repentina infección. Lo que pareció ser un golpe de suerte enorme para Anna Nicole se quedó en el limbo: tan solo ocho meses después, ella también murió.

Tragicomedia en vivo

El caso es que durante las apariciones de Anna Smith en las salas de juicio, seguidas por millones de personas por televisión como si se tratara de un “culebrón” novelesco, la rubia jugaba el papel de víctima, mientras sus adversarios la pintaban como una hiena interesada.

En una de sus comparecencias la rubia justificó sus exorbitantes gastos por la intensa vida social que llevaba y por los múltiples compromisos en el ámbito profesional. “Es muy caro ser yo. Es terrible todo lo que tengo que hacer para ser yo”, dijo en el estrado judicial provocando la risa de todos los presentes.

En forma paralela, Anna Nicole seguía abriéndose paso en el mundo de las celebridades a pesar de sí misma.

Fue así como en el 2002, luego de estar alejada del ojo público debido a su ya notoria obesidad, llegó a convertir su problema con el sobrepeso y su alocada forma de vida en una serie de televisión llamada The Anna Nicole Show.

El programa disparó el rating en el canal E! y se convirtió en un “imperdible” de la televisión para cuatro millones de espectadores que no querían perderse el día a día (o la caída libre) de su ídolo.

Principio del fin

Uno a uno, cada obstáculo y tropiezo en la carrera de Anna Nicole, siempre fueron aprovechados para su beneficio, utilizando dichas y desventuras como instrumentos para mantener intacta la atención del público y de los medios.

La historia, sin embargo, tendría un desenlace fatal. Luego de un publicitado romance con su abogado Howard K. Stern, y tan solo tres días después del nacimiento de su hija, Dannielynn, su primogénito, Daniel, de 20 años de edad, fallecía producto de la interacción de metadona y antidepresivos. Su cuerpo inerte fue encontrado en un cuarto de hotel... justo cuando su madre recién había dado a luz a su hermanita.

Un vez más la marejada de reportes, noticias y especulaciones inundaron la prensa escrita y los programas de entretenimiento. El asunto empeoró cuando un fotógrafo, Larry Birkhead, reclamó la paternidad de la niña que Smith atribuía a su abogado Howard K.Stern.

Anna Nicole Smith no vivió para conocer el resultado de esta batalla por la paternidad de su hija, a la que también se sumó Prince Frederick von Anhalt, esposo de la veterana y famosa actriz Zsa Zsa Gabor, quien aseguró a la prensa haber tenido un romance con Anna Nicole durante los últimos años de vida (exámenes de ADN confirmaron a Birkhead como el legítimo padre de la niña).

La joven rubia fue encontrada inconsciente en su habitación en el Hotel Seminole Hard Rock and Casino, en Hollywood y su corazón dejó de latir el 8 de febrero del 2007.

Semanas después las autoridades determinaron que la causa de su muerte fue una sobredosis accidental de los nueve tipos de medicamentos que Anna tomaba los días previos a su deceso.

Lúgubre huella

Anna Nicole Smith dejó de existir, pero no de ser noticia. Los líos sobre el lugar en donde debía ser enterrada y los pleitos por su herencia continuaron. Como si fuera poco, también trascendieron escandalosas revelaciones derivadas de grotescos videos que mostraban a su abogado y compañero Howard K.Stern aprovechándose de la imagen de Smith para obtener beneficios económicos.

En uno de ellos, quizás el más impactante, se ve a la modelo a pocas semanas de dar a luz, en estado demencia (presumiblemente por efecto de las drogas), caminando desorientada, hablando incoherencias, con el rostro pintado y llevando en sus brazos un muñeco de juguete.

Mientras esto ocurría, Stern filmaba y le daba indicaciones para asegurarse de que el filme pudiera luego ser vendido a los medios sensacionalistas.

Tras su muerte, trascendieron declaraciones aberrantes por parte del personal que trabajaba para ella: una de las niñeras aseguró que Anna Nicole estaba tan obsesionada con el tema del sobrepeso, que desde que nació la niña le redujo las dosis de leche recomendadas por los pediatras. Por eso, Dannielynn presentaba un peso menor al requerido en una bebé de su edad.

Además, los servidores domésticos declararon que su mediática “patrona” pasaba las 24 horas drogada, de una u otra forma, pues le era imposible asimilar la muerte accidental de quien había sido, al final de cuentas, su único compañero fiel: su hijo Daniel. Menos aún que ello ocurriera cuando su hija apenas tenía 72 horas de nacida. La confusión de sentimientos habría sido lógica en cualquier persona, tratándose de Anna Nicole, aquello era llover sobre tempestades.

Al final, terminó totalmente perdida entre fama y dinero.

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