Topo Gigio: los 60 años del ratón que se perdió en Costa Rica

Fama de la marioneta italiana despuntó en 1959, un año después de su creación. Su popularidad alcanzó a Costa Rica, donde seis réplicas oficiales del entrañable personaje se extraviaron cuando viajaron desde Roma para una campaña del Ministerio de Educación Pública, en el 2005

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Sus movimientos graciosos, la suavidad de su acolchonada “piel”, su ingenuidad y sus característicos ojos caídos encantaron desde la primera vez que se presentó al mundo, en 1959.

Para entonces Topo Gigio ya tenía un “año de nacido” –fue creado en 1958– pero el ratón se había resistido a cruzar las fronteras de Italia, de donde es originaria su creadora, la actriz veneciana María Perego.

El nacimiento de Topo Gigio se enmarca con un árbol de Navidad. “Les estoy contando la historia de este arbolito por una razón muy importante. Es que ese arbolito de Navidad fue nada menos que mi antecesor y mi precursor”, dice el primero de los 13 capítulos de La historia de Topo Gigio (Storie di Topo Gigio), un relato que cuenta cómo surgió el muñeco, los primeros pasos en su país de nacimiento y el recorrido que hizo por distintas ciudades del mundo.

Los primeros 12 meses de vida de Topo Gigio transcurrieron bajo la sombra, pero un año más tarde su popularidad despuntó en Italia, cuando apareció por primera vez en el programa sabatino Alta Fedelta (Alta Fidelidad).

Su inocencia se confabuló con sus orejas esponjosas, sus cachetes rosados y su particular voz para conquistar de inmediato a sus compatriotas, quienes no se resistieron a los encantos de aquel personaje.

Para 1960, el ratón ya tenía listo su primer programa de televisión: Storie di Topo Gigio (similar al relato de sus orígenes) una producción de media hora que dirigió el milanés Guido Stagnaro y que fue furor entre los niños de aquella época por los andanzas del ratón.

Con su fama en alza, Topo Gigio acompañó la niñez de varias generaciones y propició, en 1961, su llegada al cine. Le avventure di Topo Gigio fue la película que dirigió Federico Caldura, una cinta familiar animada en la que la marioneta se aventuró en mundos distintos al escenario teatral con tela negra de fondo.

El largometraje fue otro trampolín para el posicionamiento del simpático ratón, que cavó su gloria primero en toda Italia antes de guiñarle el ojo al mundo. Cuando su película aún se mantenía en cartelera, Topo Gigio debutó en el mundo de las historietas.

Corriere dei Piccoli, la primera revista italiana semanal de historietas para niños, fue el primer impreso donde participó Topo Gigio. Tras ello se inició un universo comercial alrededor suyo.

Cuando América lo descubrió

El connotado ratón ya no era solo una marioneta de teatros; sin ser Mickey Mouse (otro famoso ratón nacido en Estados Unidos en 1928), Topo Gigio se había convertido en un ícono para niños y adultos.

Arrastrando ese prestigio, Topo Gigio –cuyo significado al español es El ratón Luis– cruzó el Atlántico en 1963 para presentarse en The Ed Sullivan Show, programa estadounidense que la cadena CBS transmitió con gran suceso entre 1948 y 1971, conducido desde Nueva York por Ed Sullivan.

La aparición de Topo Gigio en ese espacio lo catapultó en el continente Americano. Entonces la fama mundial de Topo Gigio estalló.

“El Topo Gigio era entretenido. Hacía reír, llorar, apelaba más a las cosas populares de cada país, se adaptaba a la cultura y a las costumbres de cada país”, comentó el empresario argentino Hugo Romani, quien obtuvo los derechos de representación del personaje en toda América Latina, hasta 1972.

Argentina fue el primer país latinoamericano donde debutó Topo Gigio. Fue en 1969 en el programa La Galera. En esa producción, Topo Gigio comenzó a despedir a los espectadores con la mundialmente conocida canción Hasta mañana, que muchas generaciones la hicieron suya para desear el “buenas noches” y que aún suena con gran pompa.

Desde la pantalla argentina la marioneta se popularizó en Uruguay y al inicio de las décadas de los setentas, el ratón se escurrió a Costa Rica, pasando por Chile, Perú, México y Brasil. En Venezuela, su popularidad explotó en los años 80.

Perdido en Costa Rica

La locura por Topo Gigio potenció una maquinaria comercial a su alrededor. El ratón debía salir de la pantalla y de los libros y llegar a los más pequeños con mayor realismo. De ahí se justifican las réplicas oficiales del ratón que se empezaron a producir para las giras internacionales del personaje. Desde luego también hubo piratería en el camino.

Seis de esas réplicas oficiales de Topo Gigio se perdieron en Costa Rica en el 2005, cuando Jorge Rossi, representante de María Perego –la dueña del personaje– viajó con ellos hasta acá para una campaña contra la violencia que protagonizaría el ratón para el Ministerio de Educación Pública.

Un intercambio erróneo de la maleta que transportaba las reproducciones con un equipaje de otro pasajero provocó el extravío de Topo Gigio, el 31 de agosto del 2005 en el Aeropuerto Internacional Juan Santamaría.

“Topo Gigio es todo para mí. Hace 20 años que trabajo con él en todo el mundo”, dijo Rossi a la prensa local al reportar la pérdida de los muñecos. Rossi explicó que Topo Gigio viaja por el mundo como copia porque el personaje original permanece como pieza de un museo italiano.

Agregó: “(Los Topo Gigios) tienen un tambor en la mano, un suéter color celeste y blanco, los zapatos marrones. ¡Es muy deportivo! Los seis son iguales… Miden 28 centímetros de alto y 20 centímetros de oreja a oreja. Tienen los ojos azules”.

Rossi ofreció $100 de recompensa por cada Topo Gigio extraviado; sin embargo, las reproducciones nunca fueron reportadas como halladas, a pesar de que la maleta fue devuelta a Miami, donde residía el empresario para aquel entonces.

Rossi sí logró entregar 16 peluches del querido ratón al Ministerio de Educación Pública, pues estos venían en su equipaje documentado.

Fue un incidente jocoso que enraiza la historia del ratón en nuestro país, donde además se transmitieron algunas de sus series televisivas, durante los años ochentas y noventas.

Mundialmente, Topo Gigio es en la actualidad un agradable recuerdo para las muchas generaciones que crecieron aprendiendo con él, público que se dio un baño de nostalgia en agosto del 2018, cuando el querido ratoncito cobró de nuevo vida, ahora como dibujo animado, en pleno siglo XXI para un comercial de una marca chilena de colchones.

El anuncio se transmitió en televisión e internet y lo protagonizó el inolvidable ratón en su aparición más reciente para Latinoamérica, que provocó un golpe de añoranza del que hicieron eco las redes sociales.

En esa aparición Topo Gigio era el mismo: un ratón de gomaespuma, que vestía de pijama cuando iba a dormir, de voz inocente y un perenne soñoliento; un ratón que, a sus 60 años, se resiste a dejar ir el espíritu de niño que siempre mostró a sus millones de fanáticos de todo el orbe.