Niurka Marcos: ‘Me siento grande, importante... matriarca’

Irreverente y transparente , así es una de las artistas más polémicas de la industria latina del ‘showbiz’. Ella conversó con 'Viva'

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Niurka Marcos habla con descaro, sorpresa e irreverencia sobre cualquier tema. Esa es la fórmula que la artista cubano-mexicana considera honesta y que con los años le deparó una cercanía muy particular con el público y la prensa.

El verbo de Niurka Marcos no es de tintes medios. Por el contrario, sus frases pueden se tan apasionadas como punzantes, según de lo que habla o de quién habla. Aun así, su boca siempre tiene una respuesta para todo.

La artista está de visita al país como parte de un show que ofrecerá el sábado 2 de diciembre en el Club Venue en San Pedro. Previo a su primera cita en un escenario nacional, la controversial actriz, cantante, bailarina y vedette, compartió con la prensa.

El viernes en el Grand Casino del hotel Sheraton, en Escazú, Marcos se deshizo en elogios para Costa Rica y su gente. A ambos los conoció en julio pasado, cuando grabó en el Golfo de Papagayo, en Guanacaste, algunas escenas para el reality show Rica, famosa, latina (de la cadena Estrella TV).

“Hay dos cosas de Costa Rica que no puedo pasar por alto. La primera es la gente: es demasiado cariñosa y amorosa. Desde hace muchísimos años no había encontrado un lugar en el que yo pudiera desahogar todo el amor que tengo para dar y lo encontré acá en Costa Rica. La segunda es por el empeño tremendo que dan para cuidar la naturaleza”, afirmó la explosiva cubana, de 50 años, a los medios.

Minutos después, Marcos ofreció una entrevista privada con Viva y por 10 minutos habló de su carrera artística, de su relación con la prensa y hasta de la serie El terco, en la que la costarricense Karina Ramos interpretará a Ninel Conde, una de las enemigas públicas de Niurka Marcos.

Su carrera artística data de muchos años y sigue siendo fructífera ¿cómo hace para seguir vigente en una industria que puede ser volátil?

Mi carrera era la de una mujer normal y común: una actriz con una trayectoria y un camino como cualquiera. Pero de pronto mi carrera dio un giro y la convirtieron (los medios) en un fenómeno publicitario. Tuve que fusionar ese fenómeno que la prensa comenzó a llamar “La mujer escándalo” o “Reina de rating” con el de artista y lograr un equilibrio entre las necesidades de la industria del espectáculo –que ocupaba el fenómeno del amarillismo– y mi interés de mostrar mi parte histriónica y de artista. Niurka Marcos tuvo que aprender la especialidad de encontrar el color rojo para que ustedes se interesaran por mi parte artística. Eso funciona todavía hoy.

Entonces usted es el resultado de lo que la prensa ha hecho...

Niurka Marcos es el producto elaborado minuciosamente, ingrediente por ingrediente, de ustedes, la industria de la comunicación. Esa es Niurka Marcos hoy. ¿Quieren que te levante el rating? Promociona mi show. Fui la negociante más astuta y única que entendía sus necesidades e intereses (los de los medios).

¿Se siente cómoda con esa ‘negociación’?

Me siento grande, importante... matriarca. Me siento loba vieja.

¿Por qué considera que hay mujeres que se identifican con usted?

La prensa me ha convertido en líder de opinión de las mujeres, pero no de todas, sino de las sobajadas, las maltratadas, las que no se dejan, las que son víctimas de infidelidad, a las que les quitan los hijos. Me convirtieron en la líder, la palabra, la imagen a seguir. Me regalaron el privilegio de ser la abanderada de la mujer que no se deja.

Vino para presentarse a una discoteca gay, ¿también se siente abanderada de la población LGBTI?

Por su puesto, demasiado. Soy (como) un gay con silicón. Soy hacedora de sueños y la comunidad gay sueña todos los días porque necesita volar, soñar, realizarse y por eso se identifican conmigo.

¿Ha pensado en apartarse del espectáculo?

No podría. Nací artista. No sé hacer otra cosa. Si me pongo a trabar como secretaria, me corren a los tres días por una falta de ortografía y ahí tendría que seducir al jefe para que no me corra.

¿Qué le falta por hacer como artista?

Lo que me tenga el destino. Para mí cualquier cosa es un reto. No soy de las personas que piensa que su sueño dorado es llegar a Hollywood porque hasta ahí está podrido de promiscuidad.

¿De los múltiples escándalos que ha protagonizado alguno se le ha salido de las manos y le ha generado temor o miedo?

No siento temor cuando me provocan o me retan. A mí me hace sentir temor solo que se me enferme un hijo o lo incierto que veo que no pueda enfrentar. También me da temor el karma, por eso no le hago daño a nadie. Pero que mi palabra se haya salido de contexto no, de hecho, me han insinuado demandas y les digo: ‘¡No me avisen, háganlo!’.

Una de sus enemigas es Ninel Conde y una costarricense la interpretará a ella en una serie de Netflix ¿qué le parece?

Ojalá que le remunere a Netflix mucho dinero (risas). Si Netflix considera que alguien que le interprete a Ninel Conde le puede remunerar muchas estrellitas, pues, adelante. Saber esperar y contar también son mis talentos.

¿Le gustaría tener una serie de televisión sobre su vida?

No sueño con nada más que lo que me pueda dar la vida. Lo que me dé el destino. Acabo de cumplir 50 años y son 50 años llenos de experiencias, satisfacciones, irreverencia, atrevimiento: vida, y me faltan los otros 50.