Murió Jorge Hernández, querido locutor de radio y dueño de Grupo Omega, a los 74 años

Él y su hermano Roberto fundaron en 1986 la emisora Omega, que creció en un conglomerado radiofónico y televisivo en el país.

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Falleció este domingo 14 de abril Jorge Hernández Ramírez, locutor de radio y dueño del Grupo Radiofónico Omega. Fue un hombre generoso y con don de gentes que dejó una importante huella en la historia de la radio costarricense, ya que se dedicó a este medio durante seis décadas –desde los 13 años– y supo adaptar las emisoras a su cargo al cambio de los tiempos.

Él y su hermano Roberto fundaron, en 1986, la emisora Omega (actualmente en la frecuencia 105.1 FM), que debido a su éxito crecería hasta convertirse en un grupo, conformado también por las emisoras IQ (93.9 FM), OK Radio (105.5 FM) y el canal de televisión por cable IQ Channel.

“Nuestro padre dejó un legado no solo para sus hijos, sino para todas las personas por las que se entregó durante años. Era un hombre apasionado y esforzado. Siempre estuvo al tanto de cada detalle del funcionamiento de sus emisoras y tuvo un especial interés para cuidar a todas las personas que trabajaban con él, por eso hoy celebramos la vida de un hombre que marcó la vida de muchas personas”, expresó Javier Hernández, hijo de don Jorge y gerente de Grupo Radiofónico Omega, en un comunicado de prensa.

La familia informó que la vela será este domingo 14 de abril, a partir de las 5 p. m., en la Funeraria Montesacro en San Pedro. El funeral se efectuará el lunes 15 de abril, a las 10 a. m., en la Iglesia Don Bosco y se pasará luego al Cementerio General, en San José.

Ejemplo a seguir

Jorge Hernández tuvo cinco hijos; el domingo, su hija Karol le dedicó unas palabras en el perfil de Facebook de don Jorge, a quien llamó un ejemplo a seguir. “Un señor respetable y digno de admirar por su personalidad especial, un hombre trabajador, humilde, honesto, un papá que respondió ante las necesidades de todos sus hijos. Un ejemplo de perseverancia y de fuerza”, escribió la exreina de belleza.

Carlos Álvarez, actual director de Teletica Radio y quien prácticamente labró toda su carrera bajo la tutela de don Jorge Hernández, en Radio Omega, se manifestó muy dolido por el fallecimiento de quien considera que fue su segundo padre.

“Estoy muy afectado por la noticia pero esa parte me da una gran paz, que don Jorge haya cruzado junto a sus seres queridos... de él ¿qué te puedo decir? Don Jorge era uno de esos hombres emprendedores, luchadores, afable, nunca dejaba de pelear, era muy riguroso, disciplinado y apasionado, tenía un estilo de trabajo trepidante, por eso cuando empezó con problemitas de salud, la familia finalmente logró convencerlo para que bajara el ritmo y se dejara chinear. Como su padecimiento le permitió llevar una vida bastante normal los últimos años, creo que felizmente; su familia lo pudo disfrutar y él a ellos”, contó Álvarez con voz apocada.

“De verdad que le agradezco a Dios haberlo tenido lúcido prácticamente hasta el último momento, yo ya no tenía una cercanía física con él por razones obvias, pero me mantenía en contacto y me tranquilizaba y admiraba mucho ver lo lúcido que estaba. Conversaba perfectamente, se comunicaba bien, salía a almorzar con su familia, siento que tuvo una buena vida y su forma de ser colaboró mucho porque todos los que trabajamos a su lado podemos asegurar la clase de persona que era. Me extrañaría mucho que alguien pudiera levantar la mano y decir que don Jorge fue injusto con él... Es que era carismático, de ese tipo de gente que tiene un gran liderazgo firme pero sano, el tipo de líder que uno seguía por convicción y no porque era el jefe...; el tipo de líder que se vuelven aspiracionales para uno”, agregó.

Finalmente, cerró con una anécdota que, según afirma, refleja el don de gentes de don Jorge durante toda su vida como empresario: "Yo estoy muy afectado..., tengo a mi padre biológico al que amo por sobre todas las cosas, es mi superhéroe favorito y lo será siempre, pero con don Jorge establecí también una relación paterna. Hay mil anécdotas, pero le cuento: gracias a don Jorge tuve el primer carro de mi vida, recuerdo haber llegado un día temprano al trabajo, me bajo de un taxi y me lo topo, iba para Guanacaste a revisar unas torres –así, como si fuera un técnico más, esas eran el tipo de cosas que él hacía–, donde me vió, me dice “¿Diay huevón, se te varó el carro?”, y le digo yo que cuál carro, que no me alcanzaba la cobija; entonces me dijo que a su regreso de Guanacaste, tres días después, hablábamos. Efectivamente, apenas volvió a la emisora me mandó llamar y tenía un carro ahí. ‘Te voy a dar ese carro –un Geo muy bonito–’. Pero, diay, yo le dije la verdad, que si me ponía a pagar ¢500 por ese carro le iba a quedar mal; entonces, me dijo: ‘Llevate el carro, mañana hablamos’. Y al otro día llegó con la solución: ‘Te subí el salario, me vas a dar ¢10.000 por mes por el carro, y te subí otro tanto para que le des mantenimiento, si no igual quedás en las mismas’”, cuenta Carlos, ya muy conmovido por el hermoso recuerdo.

“Y es que eso no solo lo hacía conmigo; todo el mundo llegaba a contarle cuando se le fregaba la refri o la cocina y de una vez los mandaba referidos a un almacén para que sacaran el electrodoméstico en nombre de la empresa y les iba rebajando en pagos pequeños. (...) Era increíble don Jorge, nos heredó mucho conocimiento y un corazón de oro... Lo despediría diciendo que se nos fue un guayacán, el líder de la manada, el que permanecía erguido y cuando había tormenta, se paraba en la copa de los árboles para alertar a los demás sobre cuan fuertes eran los vientos. Un roble total”, finalizó Álvarez.

El humorista Opo Marín, quien tiene 17 años de trabajar en Omega, también estaba muy afectado por la noticia. “Lo siento en el alma”, dijo, ante de recordar el don de gentes y el gran legado de Hernández.

“Fue un hombre totalmente identificado con la radio nacional, un hombre de radio 100%. Lo conozco desde antes de que entrar a Omega. Le he tenido gran admiración por su calidad de persona y su amabilidad para con todos los que lo han rodeado. Fue un patrón que fue un amigo. (…) Sé que no hay muerto malo ni novia fea, pero es que él de verdad fue hombre muy especial, un gran señor. Era maravilloso, trabajador, sencillo, humilde… Cuando uno hacía algo mal, no se enojaba y no le gritaba, sino que llamaba la atención con palabras nobles”, contó Marín.

Además, lo calificó como un visionario porque supo abrirle las puertas al humor en Omega para que la gente lo disfrutara en radio. “Recuerdo que estábamos en una maratónica por el huracán Juana y nos fuimos a tomar un café al Hotel Costa Rica; me dijo que qué bonito sería hacer un programa de radio donde se involucren los humoristas. Allí nació esa idea. Después vinieron todos los programas de humor en Omega”.

De hecho, el humorista recuerda que después de los eventos en los que participaba con don Jorge, en los años antes de entrar a Omega, Hernández siempre le dejaba un regalo en una tienda de línea blanca.

Saber cambiar

“Pierde el país a un ciudadano bueno, a un empresario decente y pierde la radiodifusión a uno de sus pilares, porque Jorge y Roberto han dejado su huella”, dijo Armando Vargas Araya, historiador, periodista y amigo de la familia Hernández.

“Ellos vinieron adaptándose y adaptando su forma de trabajo con todos los cambios tecnológicos porque si algún aspecto ha cambiado por el avance de la tecnología ha sido la radiodifusión sonora, y ellos no han sido tradicionalistas, sino que han sido innovadores con la aplicación de nuevas tecnologías a la radio”, agregó el comunicador.

Según Vargas, los hermanos Hernández comenzaron su camino en el negocio de la radio nacional gracias a un empresario puertorriqueño Antonio Múrolo, quien les cedió la frecuencia de Radio City, emisora referente en el Valle Central. Siguiendo los valores de aquella radio de noticias, los Hernández se destacaron por tratar la radio como “un bien público al servicio de las comunidades”.

Para el periodista Rogelio Benavides, Hernández fue una persona que marcó una etapa importante de la radiodifusión costarricense porque tuvo la visión de dar un paso al frente y subir de nivel de las emisoras musicales o informativas, para hacerlas mixtas e incluir programas de humor.

“Radio Omega fue la cuna de importantes humoristas de este país, como lo es Opo Marín, Alex Costa, Carlos Ramos –el Porcionzón–, la Perla Zelaya y José Caguas. Don Jorge permitió que la radio fuera un ente de entretenimiento, porque transmitían programas de humor, música y otros cortes informativos, por lo que supo diversificarse en ese sentido”, aseguró Benavides.

Recordó, además, una anécdota sobre Jorge y su hermano Roberto, cuando eran propietarios de Radio Centro y trabajaban juntos en el crecimiento de la emisora.

“Esa emisora estaba en un céntrica esquina de San José, por donde quedaba antiguamente el Registro Civil. El vacilón era que tenía un programa que se llamaba Ruedan los éxitos y la cabina era completamente de vidrios, por lo que la gente que pasaba por allí podía ver a don Jorge Hernández haciendo el programa y poniendo los discos, lo que generaba un tumulto siempre en el lugar”, agregó.

Fueron 74 los años en que Jorge Hernández habitó este mundo. Él nació el 24 de diciembre de 1944; “lo trajo el Niño y muere un Domingo de Ramos. Mire, usted", acotó Opo Marín.