Festival Kamen: La fantasía de tres amigos se hizo realidad y cosecha frutos

Este artículo es exclusivo para suscriptores (3)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Ingrese a su cuenta para continuar disfrutando de nuestro contenido


Este artículo es exclusivo para suscriptores (2)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Este artículo es exclusivo para suscriptores (1)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

La fiebre y el gusto por el manga y el animé llevó a tres amigos a darle forma a sus fantasías, y desde el año 2003 son los encargados de reunir a cientos de personas en dos esperados festivales de estas artes.

Las mentes detrás de los festivales Matsuri (manga y animé) y Kamen (cosplay) son Jorge Céspedes, Abraham Hines y Jafet Baltodano. Ellos unieron sus conocimientos en diferentes ámbitos profesionales, y se dedican desde hace más de 12 años a organizar estos eventos.

“La idea surgió de una conversación entre amigos. Un día estábamos comentando nuestras aficiones y dijimos: ‘¿por qué no intentar hacer un festival al estilo de los más grandes que se hacen en otros países?’. Y aquí estamos”, recordó Céspedes, quien antes trabajaba como auditor de inventarios.

Así fue como empezó todo este viaje por la cultura japonesa y la organización de eventos. “Alguno dijo que quería convertir esto en un imperio animé, y así es como se llama esta empresa”, dijo Céspedes.

LEA MÁS: El Festival Internacional Kamen creció, y el cosplay voló alto.

Precisamente, Imperio Anime es la organizadora de los festivales y también se dedica a realizar actividades benéficas en escuelas y colegios. Además, sirven como guías turísticos y realizan viajes a distintos festivales internacionales.

Céspedes recuerda que la inversión que hizo el equipo para realizar el primer festival fue de aproximadamente ¢100.000, y que recibieron mucho apoyo por parte del Ministerio de Cultura; de hecho, la primera edición del Matsuri se llevó a cabo en el Centro Nacional de la Cultura (Cenac) en San José.

“Sin ese apoyo no hubiéramos podido hacerlo. En esa ocasión tuvimos un concurso de cosplay, algunas charlas y cinco bandas de rock cristiano se apuntaron a tocar temas de animé; cosas que han crecido notablemente con el tiempo”, dijo.

Sueño cumplido. Los festivales Matsuri y Kamen se llevan a cabo una vez al año cada uno; son actividades hermanas, tienen muchas coincidencias, pero ambos también tienen su fuente de inspiración.

LEA MÁS: Nicole Chilelli: cuando el dolor se convierte en arte y fantasía

“Matsuri es un festival dedicado a las artes gráficas, a la animación, al animé y al manga; hay cosplay, por supuesto; pero esa es la idea principal. Por su parte, Kamen es dedicado al 100% a la cultura geek , otaku y a los cosplays ”, resumió .

Sin embargo, para el próximo año, los amigos tienen pensado darle un giro al Matsuri y convertirlo en una especie de Comic-Con, dirigido por completo al entretenimiento (cine, televisión, música, animé y manga).

“Han sido procesos muy diferentes: antes era algo como muy de aficionados e inexperto y todo salía a puro amor. Ahora, la gente es más exigente, el nivel de producción ha aumentado y también la calidad de los participantes de los concursos”, aseguró Jafet Baltodano, quien es programador web de profesión.

Con él concuerda Abraham Hines. “Ser parte de la producción de estos festivales nos ha traído frustraciones y alegrías, pero la satisfacción de ver el producto terminado y cuando finalizan las actividades es mucho más grande que cualquier estrés que esto nos pueda generar”, dijo el agente de ventas.