Entrevista con Ted Louis Levy, el profeta del ritmo que aterrizó en Costa Rica

El bailarín de Tap se presentará este sábado a las 7 p. m. en el teatro Eugene O’neill, en Barrio Escalante

Este artículo es exclusivo para suscriptores (3)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Ingrese a su cuenta para continuar disfrutando de nuestro contenido


Este artículo es exclusivo para suscriptores (2)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Este artículo es exclusivo para suscriptores (1)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Ted Louis Levy nos atiende en la azotea del Hotel Presidente, el bailarín de Tap tiene apenas dos horas de haberse bajado del avión. A pesar de haber viajado casi por dos días, debido a complicaciones en sus vuelos, Levy nos recibe con una sonrisa y su impresión por el Teatro Nacional, el primer lugar que visitó en San José.

“Me fascinan las sociedades que tienen ese arraigo por los edificios culturales”, explica Levy, quien es recurrente en los grandes escenarios de Nueva York.

A pesar que falta un día para la presentación y el ensayo es hasta en un par de horas, el artista oriundo de Chicago parece estar en una presentación continua, como si el ritmo del que tanto predica recorriera cada rincón de su cuerpo. Es con esa misma intensidad con la que Levy transmite su pasión por el ritmo, del cual se considera un reverendo.

El reconocido bailarín se presentará este sábado 22 de junio en el Teatro Eugene O’neill, en el marco del show Costa Rica Taps, y estará acompañado por un ensamble de Jazz nacional y bailarines costarricenses expertos en el género de Tap.

Viva conversó con Levy sobre sus inicios en el baile y su visión de su arte.

–Usted es considerado una leyenda en el género del Tap ¿Quién le enseñó a bailar?

–"Mi mamá era una bailarina y estaba muy involucrada con una iglesia al sur de Chicago, mi padre era un pastor, los dos se conocieron, se casaron y tuvieron 16 hijos.

“Como éramos muchos, en la casa siempre me entretuve bailando... claro, no siempre fue sencillo, aunque siempre se manejó en la casa y en el barrio que el baile era algo solo para las niñas. De hecho mi papá solía amenazarme con llevarme a clases de baile si me portaba mal. Como éramos tantos adolescentes en la casa todos nos estábamos volviendo locos, así que nos llevó a clases de baile. Debo admitir que al principio no estaba entusiasmado por lo que podían llegar a pensar los demás; sin embargo, desde que me puse por primera vez los zapatos de Tap me enamoré”.

–¿Cómo era la escena del Tap en Chicago durante su juventud?

"Hay gente que todavía no lo entiende, pero el Tap fue creado por la cultura afroamericana en Estados Unidos por allí de 1850, cuando la esclavitud aún era permitida. Todo esto a partir de los Ministrel, esta era una práctica que era ejecutada por actores blancos que se pintaban sus caras de negro para interpretar canciones y bailes donde imitaban a los afroamericanos. Entonces, mis antepasados empezaron a imitar a los blancos que pretendían ser negros, así fue como nació el Tap.

"Entonces en la Chicago de 1970 la gente de mi barrio aún veía al Tap como algo malo, algo que los afroamericanos hacían para entretener a los blancos. Así que siempre lo mantuve en secreto. Era un chico tenía 14 años y lo único en lo que podía pensar era en mujeres. De hecho todo cambió cuando la chica más guapa del barrio me vio practicar y quedó sorprendida. De hecho le gustó mucho lo que vio y empezó a regar la voz. De pronto todo el barrio lo sabía y ya no tuve la necesidad de esconderlo.

"Naturalmente empecé a encontrar pasión en el Tap. En un año pasé de clase de principiantes a ser la estrella de la clase avanzada.

“Lo que me terminó de cautivar fue que nosotros empezamos a tomar el Tap como una manera de expresarnos, una manera de practicar nuestra libertad. Adaptábamos muchas obras y las hacíamos más nuestras, por ejemplo en lugar de Peter Pan hacíamos My Man Pan y en lugar de Tom Sawyer, hacíamos Tom Sawyer Jackson y les metíamos música contemporánea. Fueron buenos años, ya después me uní a la marina”.

–¿Por qué decidió unirse al ejército?

–"Una chica me rompió el corazón en Chicago. Quise irme lo más lejos posible de allí, quería renunciar a todo, así que me enlisté en la Marina de Estados Unidos. Pero nunca dejé de bailar, el barco tenía un gimnasio y allí practicaba.

“Después me mudé a Hawái y tomé clases de piano y ballet, no tenía dinero para pagarlas así que lo hice con profesores, fue un intercambio. Ellos me enseñaba a tocar piano y yo les enseñaba a bailar!”.

–¿Qué pueden esperar los estudiantes del taller que dará el próximo lunes?

–"Yo siempre predico que el ritmo es el lenguaje de la música. Hay una forma en el ritmo que le comunica a la gente, incluso para los que no saben de música, eso también pasa con el Tap.

"Eso es lo que uno como artista tiene que transmitirle a la audiencia. Hay que entender el lenguaje del ritmo para poder lograr una buena conexión con la audiencia. Eso es el ritmo, una perspectiva que usted quiere compartir con la gente. No importa si uno está en Broadway, Japón o Costa Rica, el ritmo es universal.

“Lo que hace un gran intérprete es el desinterés. No se trata de usted, se trata de lo que tiene que decir. Se trata de algo con lo que todos pueden identificarse. Quiero que mi audiencia se identifique con lo que estoy pensando y diciendo con mi oficio”.

¿Qué podemos esperar del show de mañana?

Es una representación de Costa Rica. Habrá bailarinas africanas, bailes folclóricos, músicos de jazz. Puedo garantizar que será una gran fiesta. Para mí este tipo de intercambios son muy valiosos, porque esto es lo que hace el arte, juntar a la gente.