Así se vive el Carnaval de San José cuando se tiene 33 años de casados

Este viernes 27 de diciembre se realizó una nueva edición del tradicional festejo josefino, en el que personas de todas las edades bailaron, gritaron y saltaron al ritmo de comparsas, cimarronas y bandas

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Las aceras del centro de San José –desde avenida Segunda y hasta Paseo Colón– se convirtieron en el mejor espacio para disfrutar de uno de los festejos decembrinos más esperados por el público: el Carnaval de San José, que reúne a miles de personas de todo el país.

La edición de este viernes 27 de diciembre no fue la excepción a ello, pues a lo largo de todas las calles se podían ver cientos de rostros de todas las edades que habían llegado hasta allí desde tempranas horas de la mañana para bailar al ritmo de las comparsas, divertirse con las mascaradas, observar los autos antiguos y rendirse ante los pegajosos sonidos de las bandas invitadas.

Dos de esas caras ansiosas por presenciar el espectáculo eran las del matrimonio integrado por Luis Fernando Villalobos y María Cecilia Esquivel, quienes desde la mañana ubicaron sus sillas en una de las aceras cercanas al Banco de Costa Rica. Desde allí, vieron desfilar al cantante nacional Carlos Guzmán, quien este año fue escogido como el mariscal de la edición.

Según Villalobos, desde hace 30 años se instauró en su familia la tradición de asistir a todas las actividades decembrinas que se realizan en la capital del país: Festival de la Luz, el Tope Nacional y, por supuesto, el Carnaval de San José. Aunque desde hace varios años asisten solo ellos, ya que sus hijos crecieron y trabajan, esta es una de las tantas aficiones que los unen como pareja.

“Somos todoterreno. Tenemos 33 años de casados y siempre nos gusta venir a este tipo de actividades porque es imposible que uno no se contagie de la alegría de la persona que tienes a tu lado, así no la conozcas. Mi esposa y yo nos preparamos cada año para venir a todas las actividades. Por ejemplo, ayer vinimos al tope bien preparados, nos trajimos desde tortas de huevo, tortillas y hasta café”, relató Villalobos, quien tiene 68 años.

Por su parte, María Cecilia Esquivel considera que el Carnaval de San José es una actividad que permite que tanto las generaciones de niños, jóvenes y adultos, disfruten por igual, por la variedad de atracciones que forman parte del espectáculo. Para esta mujer, quien es vecina de San Isidro de Heredia, el carnaval de este año tenía un valor agregado: Carlos Guzmán, uno de sus cantantes favoritos era el homenajeado.

“Puede que muchos jóvenes aquí no conozcan su música y el gran aporte que ha hecho a la cultura de nuestro país. Su tiempo con la agrupación Gaviota fue la que mi esposo y yo disfrutábamos hace muchísimos años, con la que nos enamoramos, así que es bonito que le hagan este reconocimiento”, dijo Esquivel, de 59 años.

Sueño cumplido

A algunos kilómetros de distancia de la pareja, específicamente desde la esquina noroeste de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) y desde donde comenzaba el desfile carnavalesco, se encontraba Isela Alfaro, quien a sus 55 años cumplía su sueño de asistir, por primera vez, a la colorida actividad.

Bajo la complicidad de su sobrina Jazmín Rodríguez, esta mujer llegó a San José a las 7:30 a. m., proveniente de Tucurrique de Cartago, para prepararse y llegar a la avenida Segunda al mediodía en punto. Sin dejar de sonreír ni un instante, Isela capturaba en su celular todo aquello que se le atravesaba por al frente: autos antiguos, bicicletas, payasos, bandas, cimarronas y mascaradas. Mención aparte, para ella, fueron las comparsas.

“Estar aquí no se compara con verlo en la televisión. En todos estos años nunca había tenido la oportunidad de estar de vacaciones para estas fechas, así que simplemente me conformaba con verlo por la televisión. Sé que para muchos esto puede resultar una tontería, pero para mí, estar hoy aquí, es el mejor ejemplo de que el que persevera alcanza”, afirmó.

Alfaro aseguró que el Carnaval en particular tiene la esencia que define ser costarricense: la alegría de compartir con otros, aunque sea una sonrisa, y la complicidad de la alegría, esa era otra de las razones por las que ella soñaba con estar en esta actividad. Según dijo, lo que había visto superó por completo sus expectativas.

“Yo sé que el Carnaval se celebra en muchas partes del mundo, pero como el de Costa Rica no hay dos. Solo espero que las nuevas generaciones sepan valorar el esfuerzo que hay detrás de una organización como esta y que refleja un poco de lo que somos: un país lleno de pura vida”, expresó mientras sacaba su teléfono celular para grabar las mascaradas de Aserrí.

El Carnaval de San José 2019 entretuvo al público con la participación de tres bandas, 16 comparsas, desfiles de autos antiguos, además de motocicletas, cabezales y bicicletas. Por su parte, mascaradas, cimarronas y payasos hicieron reír a niños y adultos por igual con sus particulares ocurrencias, todo bajo un operativo de seguridad que recibió el reconocimiento por parte del público.

Si algo quedó claro la tarde de este viernes, es que la tradicional celebración josefina sigue conquistando el gusto de las personas que disfrutan de las actividades al aire libre, especialmente, en aquellas en las que aún es posible compartirse el uno al otro un poco del espíritu navideño que se respira en estas fechas.