¡Amiguines! Checky Chen unió a Costa Rica y China entre pasteles y risas

Nació en Nicoya de padres que inmigraron de China; estudió farmacia pero es seguida por más de un millón de personas en TikTok por la naturalidad con la que explica, a la tica, la cultura de la gran nación asiática y, en especial, su gastronomía

Este artículo es exclusivo para suscriptores (3)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Ingrese a su cuenta para continuar disfrutando de nuestro contenido


Este artículo es exclusivo para suscriptores (2)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Este artículo es exclusivo para suscriptores (1)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

“Amiguines hagamos rollos primavera”. “Amiguines acompáñenme a esta vloguiaventura de ir a una boda china”. Con esas breves descripciones, la costarricense Checky Chen invita a sus 1.3 millones de seguidores en TikTok a conocer sobre sus orígenes asiáticos y su día a día en Costa Rica.

Esta joven, de 27 años, es una de las creadoras de contenido más seguidas del país en esa red social, donde se caracteriza por su naturalidad y dinamismo.

Checky es una tiktoker que con su contenido aporta conocimiento. Ahora mismo está en China, el país de sus padres y donde vive gran parte de su familia. La joven viajó para un curso de elaborados postres y panadería. Desde Asia, ha compartido sus “vloguiaventuras”, esas que documenta en los vlogs que sube a su plataforma y con los que adentra a sus cientos de miles de seguidores en su quehacer diario.

---

Ese ha sido el enfoque de esta joven, quien desde hace poco más de dos años le muestra a sus fanáticos cómo es la dinámica en el restaurante de comida china de sus padres, ubicado en Guanacaste, o de cómo ella prepara cheesecake japonés. Fue a partir de este postre que Checky se hizo viral y empezó a crecer en TikTok.

El arte de comunicar y las redes sociales siempre la han apasionado, por lo que antes de TikTok empezó en Youtube, canal que aún mantiene. Allí, inicialmente, hacía mukbang, una tendencia muy popular nacida en Corea del Sur, que consiste en que el anfitrión del video prueba diferentes alimentos. En sus grabaciones nunca falta la comida.

Un mundo de vloguiaventuras

Checky Chen fue bautizada como Chai Kei Chen Liang y nació en Nicoya, Guanacaste. A la pampa llegaron desde la década de 1990 sus papás, originarios de Cantón, China.

Su “apodo” se convirtió en el nombre con el que todos la reconocen. Fue hasta el colegio que ella misma se enteró de que no se llamaba Checky, pues su familia le ha dicho así desde que era una niña.

“En la escuela escribía mi nombre como se lee en mis plataformas”, dijo entre risas.

Hablando más de su historia, cuenta el por qué no ejerce su profesión como licenciada en farmacia.

“La farmacia no me atraía la atención, mis padres me decían que estudiara eso. Cuando salí del colegio no tiene idea, quería algo de comunicación, siempre me han gustado las redes sociales. Seguí el camino de la farmacia. Me gustó mucho pero al ejercerlo sentí que no es para mí. Ahí fui comparando: qué prefiero hacer y que no”.

Entonces, de manera orgánica, empezó en el camino de la creación de contenido, alimentando su contacto cada vez más cercano con los ‘amiguines’, como llama a sus seguidores.

“En TikTok empecé a crecer luego de la receta del cheesecake japonés que se hizo viral. Antes tenía menos de 10.000 seguidores. Dije, este es mi nicho. Vamos a seguir aquí en la cocina”.

Empezar a hacer recetas no fue nada complicado. Desde que tenía 12 años veía videos de Youtube y aprendía a preparar platillos que posteriormente le hacía a sus papás, quienes indirectamente la han inspirado por su trabajo en el restaurante familiar.

Su trabajo en TikTok, una red social en la que se ofrece todo tipo de contenidos, empezó en octubre del 2021 y desde el inicio su propósito ha sido ofrecer videos que aporten algo.

“Busco entretenerlos, sacarles alguna sonrisa y enseñarles por medio de los videos para que aprendan cositas. También compartirles mi vida a través de los vlogs, como ahorita, que les muestro acerca de la cultura china. Hace poco subí todo lo que pasa en una boda china siendo dama de honor.

“(Los amiguines) se ponen muy curiosos. Preguntan y ahí aprenden. Me encanta proyectarles y mostrarles más de China. Que no se queden con lo que escuchen en ciertas noticias. Me gusta mostrarles nuestra realidad”, confió la joven.

Ser tan seguida ha provocado que en la calle las personas la reconozcan y le comenten que ven sus videos.

“Eso es lo que me gusta de crear contenido: el feedback y cariño de las personas. Lo que más me motiva es ver comentarios de las personas, que se identifiquen, que incluso lo que haga les parezca chistoso. Soy muy atarantada y a veces una receta no me sale bien a la primera, o a veces se caen cosas y eso se ve en el video. Trato de proyectar la realidad, las cosas no siempre salen bien”, comentó riendo.

Chechy no monetiza sus videos. Aun cuando tienen millones de reproducciones, en Centroamérica todavía no se obtiene dinero por crear contenido en TikTok. Eso sí, su trabajo ha generado que algunas marcas las busquen para que les genere contenido.

Como las campañas son esporádicas y en su cuenta de Youtube no se monetiza tan fácilmente, Checky no vive de crear contenido.

“Aun teniendo millones de seguidores, no se reciben tantas campañas para vivir de esto. Fluctúa. No se recibe un salario fijo”, comentó.

Experiencia en China

Como lo mencionó antes, su experiencia en China ha despertado el interés de sus seguidores. Checky viajó al país asiático junto a su mamá y se quedó un tiempo más para seguir estudiando y disfrutando más de sus raíces.

Es usual que muestre su día a día yendo a jugar baloncesto, su deporte favorito, o visitando restaurantes para probar delicias gastronómicas. Como tiene seguidores de otros países, cada vez que sube algún video comparte información de precios en colones, dólares, pesos mexicanos y colombianos, entre otras monedas.

“Ahorita empecé a aprender a cocinar comida china tradicional. Me regreso a Costa Rica en febrero”, contó Checky, quien tras su experiencia en las clases de postres ha descubierto su habilidad para hacer pasteles muy elaborados. Todo está en la práctica, aseguró.

De su estancia en China, país al que antes de su época universitaria viajaba cada año, destaca las facilidades para ejercitarse y lo barato que es alquilar una bicicleta o un espacio para jugar basket. Además, la efectividad del transporte público y por supuesto: la comida. Eso sí, confía que le hace mucha falta la calidez costarricense.

De cara a su retorno a Costa Rica, Checky tiene varios proyectos en mente, los cuales revelará a sus ‘amiguines’ próximamente.