Para reír y llorar

Icaro y 1337 son las obras del Teatro Sunil de Suiza, montajes unipersonales con Daniele Finzi Paca

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Estas son obras para dibujar sonrisas y pintar tristezas; para conmoverse luego de reír: sobre la risa caerá la lluvia de los ojos. Son historias pobladas de clowns, quienes evocan las peripecias del drama y la perenne lucha contra el destino.

Daniele Finzi Paca es un actor de un raro magnetismo y una sensibilidad comunicativa como pocas. Su metodología personal gira en torno a la figura del clown, cuya naturaleza le ayuda a acercarse a los ojos de un espectador, inventando algunos segundos de intimidad. Es el teatro de "la caricia", como él lo define.

Para el Festival Internacional de las Artes 1996 (FIA 96) el teatro Sunil, cuyo único integrante es Finzi, presenta dos obras: Icaro y 1337. Sunil es el nombre de un joven que murió en Calcula en un centro para enfermos terminales, dirigido por la Madre Teresa, donde Daniele trabajó por un corto tiempo.

Las obras

Icaro se desarrolla en la pieza de un hospital, donde un enfermo crónico le cuenta a una enferma recién llegada algunas historias extraordinarias y sus desventuras en ese lugar, que lo alberga desde hace tres años.

En el prólogo del montaje se escoge, de manera delicada y divertida, a su único espectador, quien subirá al escenario. El resto de los asistentes tomaron parte como voyeurs al desarrollo de una estrecha relación entre Fingí y su elegido o elegida. 1337 es la historia tragicómica de un amor, de una promesa, del amor, de un reencuentro, de una separación. Se revive la ridícula historia de dos que se ayudan, se necesitan y destruyen "sin querer", por torpeza, por no entender... o por amor.

Es una historia tejida con la ingenuidad de un niño y el patetismo trágico y cómico de un clown.

El lirismo de Finzi se presenta hoy y mañana con Icaro, en el Teatro 1887, del CENAC. Su otra representación,1337, tendrá lugar en el Teatro de la Aduana, el domingo24 y lunes 25. El precio de ambas funciones es de ¢1.500.