Luis Fernando Quirós y el arte contra la violencia

Preocupado por el grado de violencia que ve por doquiera, el artista sintió la obligación de decir algo contra esa realidad.

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Arnoldo Rivera Jiménez arivera@nacion.com

Luis Fernando Quirós hace una revelación inquietante: pasa los días viendo noticias. “Lo hago por defecto: es también por masoquismo”. Una sonrisa se le escapa a este artista de hablar pausado, expresión tranquila e inquietudes a flor de piel.

Quirós sigue aquellas noticias llamadas “duras” (en la jerga periodística), y de ellas saca sus preocupaciones, plasmadas en Agresiones , recientes obras de técnicas mixtas sobre empaques, que se exhiben en la Galería Roberto Sasso, de la Universidad Véritas , en Zapote (San José).

Preocupado por el grado de violencia que ve por doquiera, Quirós sintió la obligación de decir algo.

“Lo que quiero es reflexionar sobre cómo el arte debe reflejar lo que sucede en la sociedad. El artista tiene la misión de ser una especie de conciencia”, comenta Quirós acerca del impulso que lo llevó a este trabajo.

Existe demasiada violencia en la sociedad, asevera, y ese grado de agresión afecta a todos. “Hoy, hasta una mirada es agresiva”, reflexiona el creador.

Violencia. Aquel día de la conversación para este artículo –un jueves a fines de marzo–, Quirós acababa de enterarse de las revelaciones acerca de la tragedia del avión de la compañía Germanwings, en Francia. Como millones de personas en el mundo, no daba crédito a lo acontecido.

Como sostuvo en la presentación de su muestra, muchos inocentes salen heridos todos los días. Quirós tampoco entendía la destrucción del patrimonio arqueológico de Irak perpetrado por el Estado Islámico.

Para Agresiones, utilizó cajas de cereal rescatadas de la basura. “Los productos de la sociedad de consumo también nos agreden y agreden a la naturaleza; por esto quise que ese material fuera mi soporte”, apuntó Quirós.

Escogió también utilizar figuras humanas en lugar de seguir con árboles, “personajes” que lo apasionan desde hace varios años: no se mueve una hoja de un árbol sin que él la identifique.

“Uno tiene una línea principal y una línea secundaria de trabajo; también uno tiene una línea comercial, que le da a uno de comer, que le da para vivir”, dice.

Sin embargo, el artista quería cambiar porque sintió que llevaba años hablando de la violencia ecológica y ahora necesitaba decir algo de la violencia humana.

Apunta que cree en un postulado de la sociología de los años 70: “La ciudad que hago, me hace”. Por eso está convencido de que, si se cambian los “moldes” de la ciudad, se podrían cambiar los patrones violentos.

Sí sirve. “Hice dos cuadros para ver qué posibilidades tenía, a ver qué salía. La técnica que usé no fue dripping porque uno chorrea la pintura; acá la tiro con fuerza... Esto es parte del concepto de agresión”, aseveró Luis Fernando Quirós , quien es pensionado de la Universidad de Costa Rica y del Instituto Tecnológico.

“Es muy difícil pintar figura porque no se puede dirigir la pintura cuando uno la lanza. Lo primero que hice fue esto [señala un cuadro titulado Filósofos focos II ], vi que tenía posibilidades y seguí trabajando”, recuerda.

Los títulos de las obras expresan ese grado de violencia que se vive ahora.

“Este se llama El h de p... ; esta, La h de p..., y estas son las Cara de barro , ¿ve? Todas esas son cosas que sufrimos todos los días, nos afectan a todos”, asegura.

Luis Fernando Quirós consume noticias porque le dan el material con el que expresa su punto de vista acá y allá.

Tras Agresiones dice que siente que debe continuar: “Eso es lo rico: tener algo que decir”.