¿Qué pensamientos rodaban en la mente de Vincent Van Gogh? ¿Cómo una sociedad concibió a un artista que modificó los paradigmas del arte para siempre? Posiblemente esas dudas tan poderosas no las podría contestar ni el mismo pintor.
Esa intriga tan grande gestó en Fabio Pérez y Andy Gamboa, artistas escénicos, una conmoción indiscutible. Al sumergirse en la vida del mítico pintor, por medio de las cartas que él escribía, el bailarín y el actor se sintieron suficientemente tocados por la historia como para dedicarle un homenaje a su memoria.
“Comenzamos a leer las cartas que él escribía y encontramos una relación entre Vincent y su hermano Teo que era muy entrañable. Nos saltó a la vista todo lo que le pasó, desde que estuvo recluido en un manicomio, aferrado a la religión, así como su vida artística. Cuando viene en entredicho el tema del suicidio y la exclusión social que muchas veces sentimos todos, nos encontramos muy motivados a realizar esta obra”, afirma el bailarín Fabio Pérez.
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Obituario de una noche estrellada es el título que lleva la producción que Pérez y Gamboa prepararon para este año (es su quinto año consecutivo trabajando como dúo). Con una producción 100% original, la marginalización es el eje de una interpretación poderosa sobre la psicología del pintor holandés.
Un viaje impresionista
Es difícil definir el trabajo que el dúo de artistas realiza. Esta afirmación es todo lo contrario a una crítica negativa, pues su imaginario es tan amplio que cuesta encasillarlo en un par de etiquetas.
Para Obituario de una noche estrellada, los artistas propusieron, mediante la danza, la actuación y la puesta audiovisual, un montaje que no solo reflexiona de manera fresca sobre la mente del artista, sino también sobre la sociedad en que vivía.
“Van Gogh, como muchos artistas, fue incomprendido, incluso adelantado para su época. Nosotros como dúo tratamos de ser permeados por lo que esté pasando en el momento, y encontramos que lo que vivió Van Gogh sigue ocurriendo. La discriminación pasa en todo lado”, asegura el actor Andy Gamboa.
Para ambos, no solo la esquizofrenia y bipolaridad que sufría Van Gogh fue lo que repercutió en su prematura muerte a los 37 años, sino también un entorno alienante.
“Es interesante porque hasta uno lo vive como artista. La gente que sabe que paso todo el día bailando me pregunta que cuándo voy a hacer algo con mi vida, mientras que yo vivo de esto y vivo bien. Hubo un momento en que me daba vergüenza cuando iba de viaje y me preguntaban mi profesión. Decir que era artista me daba pena. ¿Por qué? Porque se llega a creer que uno no encaja”, señala Fabio Pérez.
En la obra, lo que comienza en un valle de sombras en la mente del pintor, concluye con la misma idea: incomprensión. Si bien, los artistas nunca pretendieron crear un espectáculo panfletario, confiesan que sí hay intenciones muy claras que se manifiestan en la expresividad de Van Gogh.
“Mi sueño es que la gente salga y reflexione si en verdad es mejor excluir que incluir. Si el vecino al que consideran rarito nunca lo saludan, pues, en la de menos, mañana sí le sonrían”, manifiesta Pérez.
En Obituario de una noche estrellada, Fabio Pérez aprovecha su parecido físico para interpretar al mítico pintor, mientras que Andy Gamboa interpreta a ocho personajes en la obra.
Este dúo obtuvo el premio a Mejor Diseño Escenográfico en los Premios Nacionales de Cultura 2017 y, en el 2016, Fabio Pérez fue reconocido como Mejor intérprete.
La obra se presenta en el Teatro de la Danza. Las funciones comienzan el viernes 1.° de junio y se extenderán el sábado 2 y domingo 3. Todas las presentaciones serán a las 6 p. m.
La entrada tiene un valor de ¢5.000 y se pueden conseguir en la boletería del teatro.