El caricaturista tico que recibió una Mafalda personalizada de su amigo Quino  

Óscar Sierra Quintero habla de cómo era Quino, “el maestro al que todos amaban”. Se empezaron a comunicar por cartas y así nació su amistad.

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Hay pequeños detalles que revelan cómo es un ser humano. El caricaturista costarricense Óscar Sierra Quintero pudo descubrir a la persona que fue el famoso Joaquín Salvador Lavado, mejor conocido como Quino. Con él, Sierra cultivó una amistad que perduró con los años.

Sierra conoció la clase de persona que era Quino cuando él le empezó a responder, a mano, las cartas que Óscar le enviaba. Detalle que maravilló al caricaturista nacional.

Otro gran gesto que todavía atesora es que cuando Óscar organizó exposiciones para el Salón Anual del grupo de caricatura La Pluma Sonriente, le solicitó a Quino un dibujo, y para su gran sorpresa, al poco tiempo llegó a Costa Rica una tira cómica original y exclusiva de Mafalda. Eso fue en 1985.

Las misivas y los consejos iban y venían. Varias veces Óscar, quien por muchos años escribió para Áncora de La Nación, invitó a Quino a visitar el país; sin embargo, la cita nunca se logró realizar debido a que el argentino tenía que someterse a operaciones en sus ojos.

Fue hasta 1999 cuando la Librería Internacional organizó la única visita que realizó Quino al país, que ambos por fin se pudieron conocer. Por teléfono, el caricaturista le había dicho a Óscar que él quería que organizara todo en su visita; sin embargo, sonríe recordando que “alguien se les robó el mandado”, pues la muchacha a quien le dieron la responsabilidad de contactar a las personas participantes no le habló a Óscar, sino a otra persona.

“Yo lo llamé y me dijo que íbamos a hacer una actividad de La Nación en el Museo de los Niños. Como me robaron el mandado él se molestó, pero entonces le dije que lo invitaba a una exposición que íbamos a tener en el edificio José Figueres Ferrer con la organización Terra Nostra. Él aceptó. El 2 de junio cuando llegó al país me llamó desde el hotel San José Palacio, le mandamos un auto y llegó e inauguró la exposición. Ese día nos conocimos”, recuerda Óscar, quien cuenta que en el 2001 volvieron a coincidir personalmente en España. Ambos fueron invitados por la Universidad de Alcalá que tenía un departamento de humor gŕafico y promocionaban la caricatura.

“Nos encontramos y compartimos. A él lo premiaron por ser un genio de la caricatura. Le hicieron un homenaje, nos conocimos y hablamos, fue la última vez que lo vi. Luego se enfermó y se retiró hace como 20 años. Él tomaba muchas pastillas, pero se mantenía bien. Era un señor un poco tímido, no era de mucho hablar, compartía y era muy amable”, continuó el costarricense.

Lo que Quino siempre esperó de Mafalda

Óscar Sierra también atesora una caricatura que Quino le hizo especialmente a él; en ella aparece Mafalda.

Y es sobre Mafalda, la más conocida de sus obras, que el artista siempre esperó algo. "Él creyó que Mafalda (con sus mensajes) iba hacer que la gente cambiara pero decía que al final la gente fue peor. Él decía que la gente le preguntaba por Mafalda como si estuviera viva”, contó.

Óscar Sierra, quien ha sido reconocido en Japón y Corea del Sur por su trabajo, continuó: “Mafalda se sigue reeditando, se recicla porque trascendió. Quino decía que en una Feria del Libro vio a una nieta y a su abuela comprando libros de Mafalda. Mafalda nació en una época convulsa y en ese marco nace una niña contestataria y que critica a todo el mundo; es una maravilla, es un punto de reflexión. Mafalda fue estudiada por semiólogos, es una tira que puso a pensar a la gente”.

El caricaturista manifestó su sentir tras la muerte de Quino.

“Me dolió porque era el maestro que todos amábamos. Yo he estado en muchos países y siempre se hablaba de él. Recuerdo que por carta le pedí un dibujito y me mandó una Mafalda. Las cartas las respondía a mano. Como ser humano era muy noble”.