Un Logan más humano

La última película de Hugh Jackman como Wolverine disecciona las aflicciones de un personaje listo para someterse a su destino

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La vida es pasajera. Solo que a veces no necesitamos o no quisiéramos recordarlo. Pero es justamente ese sentido tan efímero el que nos hace humanos.

Después de más de 200 años merodeando sobre la faz de la Tierra, Logan ha visto a casi todos los suyos marcharse. Pero él es quizá el único hombre para que el que ese día nunca llegará. Aún así, no desiste en sus intentos de buscarlo.

Hugh Jackman: el único Wolverine que el cine ha conocido (Infografía: Fiorella Mora Y Gloriana Corrales/ La Nación)

La nueva cinta del director James Mangold, Logan , tiene algo que ninguna otra de la saga X-Men había conseguido con tal tenacidad: nos sumerge en un futuro cercano en el que todo se ve prácticamente igual que en el presente, solo que los mutantes están al borde de la extinción. Entonces, la fragilidad de la vida misma aporta matices más humanos a aquellos a quienes un día se les negó ese carácter por ser distintos.

Logan está envuelto en un sufrimiento que pareciera no tener remedio alguno. Esa pequeña burbuja en la que se ha convertido su mundo es sombría, amarga, desoladora.

No hay mayor esperanza para él que ahorrar el dinero suficiente para comprar un bote y marcharse a vivir al mar junto al Profesor Charles Xavier (Patrick Stewart), quien es ahora una especie de figura paterna para él.

No queda más que esperar una muerte digna en altamar y entonces Logan habría perdido al último de los que amaba.

Así, el mutante que salvó ocho veces a la humanidad es ahora un chofer de limosina de Uber en la ciudad de Las Vegas, avaro, con apariencia descuidada y con un severísimo problema de alcoholismo.

Corre el año 2029 y Logan es ahora un lobo viejo. Sus poderes regenerativos han comenzado a disiparse, necesita anteojos para leer y, de alguna manera, su pasado lo está envenenando desde el interior.

“Es algo así como una canción de Johnny Cash con garras de adamantio. Logan fue invencible alguna vez, pero es humano ahora”, apunta el portal IndieWire.

El Profesor X tiene ahora 90 años. Su cerebro sigue catalogado como un "arma de destrucción masiva" (Discine para LN)

Basada en la miniserie de cómics Wolverine: Old Man Logan, escrita por Mark Millar e ilustrada por Steve McNiven entre el 2008 y el 2009, la cinta de Mangold nos muestra a un Wolverine abatido, resignado. “Siempre creí que éramos parte del plan de Dios”, dice a un Profesor X ahora nonagenario y senil. “Pero tal vez somos un error de Dios”.

La esperanza de Charles Xavier, sin embargo, se mantiene incólume. Sabe que allá afuera hay algún nuevo mutante que tendrá un papel crucial en el destino de la especie.

El sombrío panorama de Logan de pronto dará un vuelco, cuando se vea enfrentado al supervillano Donald Pierce, un cyborg que intenta acabar con la vida del último grupo de jóvenes mutantes experimentales.

Nada preparó a Logan para verse a sí mismo frente a un “espejo” de apenas 11 años llamado Laura (Dafne Keen), una pequeña con un espíritu tan salvaje como el suyo, llena de ira, con sangre en la consciencia y adamantio en las garras.

“Es una historia de redención en la que el destino es mucho más interesante e importante que el viaje en sí. Logan tiene un sentido más claro de hacia dónde va, que cómo llegar hasta ahí”, destaca IndieWire.

Dafne Keen interpreta a una niña de 11 años con los superpoderes de Wolverine replicados. (Discine para LN)

El adiós. Logan tiene un sentido mucho más profundo que la propia reflexión sobre el sentido de la vida. Es a todas luces un tributo a Hugh Jackman, el actor que merece gran parte del crédito por la popularidad de Wolverine.

Es, hasta hoy, el actor que más veces ha interpretado a un superhéroe en la pantalla grande, con un total de nueve apariciones, tres más que su colega Robert Downey Jr.

Asumió las garras a sus 31 años y ahora tiene 48. Seguir dando vida al lobo era ya una tarea pesada para el australiano desde Wolverine inmortal, en el 2013, cuando ya comenzaba a pesar la exigencia física de interpretar al mutante por el que los años no pasaban.

Desde entonces, Jackman ya advertía su pronta separación de la saga. Aun así, tuvo un rol estelar en X-Men: Días del futuro pasado y un enérgico cameo en X-Men: Apocalipsis , estrenada el año pasado.

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“El hombre ha vivido con Logan, el personaje, durante casi dos décadas. Él fue la primera persona en dar vida al huraño héroe mutante en la pantalla, y aunque numerosas versiones de los X-Men han ido y venido a lo largo de los años, solo Hugh Jackman tuvo la suerte de interpretar a Wolverine”, destaca el sitio Cinemablend.

“Incluso, te hace pensar si alguna vez Fox volverá a otorgar el papel a alguien más luego de que Jackman cuelgue sus garras”, agrega.

Empero, Jackman está convencido de que, sin él, Wolverine seguirá presente en la pantalla grande. “El personaje seguirá su camino”, dijo a The New Times. “Alguien más lo interpretará, de seguro”.

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Deshacerse del que fue el papel más emblemático de su carrera en el cine tampoco es tarea sencilla para el actor, quien asegura haber dejado una mayor parte de sí mismo en esta última cinta que en el resto de las de la saga. “Cuando vi acabada Logan lloré, pero el personaje seguirá en mi interior”, confesó durante la Berlinale.

Llena de alusiones a los cómics y al Wolverine que colmó las fantasías de los niños en los años 90, Logan hace una justa despedida a Jackman.

Los momentos más brutales del filme no son realmente aquellos en los que sus garras o las de Laura se empapan de sangre, sino los que te hacen recordar que sí, que el tiempo ha pasado y que todo tiene un final. La resignación de Logan se convierte en la aceptación de un pasado y un destino cargados de oscuro contenido emocional.

Por eso, aun cuando Jackman ya no sea parte del universo de Marvel Studios, la huella de su lobo seguirá fresca en la memoria colectiva. “Mientras que la mayoría de los personajes del género cinematográfico de los cómics toman prestado el mito, el Wolverine de Jackman se volvió lo suficientemente humano como para forjar uno propio”, apunta IndieWire.