Sean Penn y John Travolta: los maestros de lo incómodo en los Óscar

Comentarios o hechos chistosos en la ceremonia han sido la comidilla de los medios y espectadores tras la premiación

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Lo bueno de la televisión en vivo es que no hay tiempo para remediar errores o malentendidos. Básicamente, el show ha de continuar, mientras guiños graciosos de las ceremonias le dan la vuelta al mundo en cosa de segundos.

Los premios Óscar, con cientos de famosos en sus arcas, son como el centro comercial de los momentos incómodos, antes, durante y después de la ceremonia; es imposible que en más de cuatro horas no suceda algo que ponga a todos los televidentes a preguntarse: ¿Qué carajos?

Esta ocasión, hubo embrollos para tirar para arriba, empezando por el actor Sean Penn y el chiste que se le zafó cuando le entregó el galardón de la película del año a Alejandro González Iñárritu, por su popular cinta Birdman .

“¿Quién le dio a este hijo de p... la green card (tarjeta de residencia estadounidense)?”, dijo Penn, mientras González Iñárritu estallaba en risas. Sin embargo, en Internet y en medios de comunicación, las risas no se escucharon.

Para muchos, el chiste fue de mal gusto e implica que los latinos no merecen aquello que los estadounidenses crearon, aunque tal vez la intención de Penn no iba por ese lado. Según un titular del Huffington Post , el comentario “pudo haber arruinado” toda la premiación. ¿Será así?

Si hablamos de un maestro recurrente de la incomodidad hemos de llamar al estrado a John Travolta, quien se convirtió en la comidilla de la porción del planeta interesada en la cultura pop.

Antes de la gala, el actor pensó que era buena idea acercarse a Scarlett Johansson, de espaldas, y empezar a besarla y a hacerle cariños en la alfombra roja. Nadie realmente sabía que estaba pasando, ni la actriz, pero ambos luego posaron para la cámara entre más abrazos y más cariño.

La otra razón por la que Travolta desconcertó al público fue cuando presentó un premio junto a la estrella de Frozen Idina Menzel, pues le tocó la barbilla durante varios segundos. Ya tenía antecedentes: el año pasado, Travolta se equivocó al presentar a la actriz y la llamó Adele Dazeem.

Otros momentos memorables e incómodos de la ceremonia, en los que la frase “¿Qué carajos?” tiene buen uso, fueron cuando Ryan Seacrest ignoró a la representante de Naomi Watts en la alfombra roja; cuando Oprah Winfrey quiso felicitar al rapero Common por su galardón y él le pasó al lado y saludó a alguien más; cuando Terrence Howard se quedó sin aliento presentando a The Imitation Game ; cuando celebridades poco vitoreadas recibieron estatuillas de Lego en la presentación de Tegan & Sara; cuando a Emma Stone se le vio el calzón en la alfombra roja al tratar de acomodar su vestido; o cuando Octavia Spencer guardó la caja de predicciones de Neil Patrick Harris durante toda la ceremonia.