Película iraní conquista el Oso de Oro en la Berlinale

Se llama ‘There is no Evil’ y fue filmada por Mohammad Rasoulof, cineasta disidente que arriesgó su vida para rodar la cinta en su país

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La película There is no Evil, del cineasta disidente iraní Mohammad Rasoulof, conquistó este sábado el Oso de Oro del Festival Internacional de Cine de Berlín, popularmente conocido como la Berlinale.

El jurado, presidido por el actor británico Jeremy Irons, otorgó el máximo galardón a un crudo y revelador filme que aborda la pena de muerte –tema tabú en Irán–, a través de la mirada de los verdugos y las familias de las víctimas. El filme cuenta todo su drama en cuatro secuencias distintas.

El premio para Rasoulof llega en circunstancias muy singulares para el cineasta, pues actualmente el gobierno le impide salir del país a raíz de su película Lerd, que denunciaba la corrupción en Irán y que en el 2017 fue premiada en Cannes.

Por si fuera poco, Rasoulof tiene prohibido filmar, por lo cual tuvo que jugarse la vida para finalizar There is no evil.

“Me hubiese gustado que Mohammad estuviera aquí en persona. Quiero agradecer al equipo increíble que puso en peligro su vida para estar en esta película”, afirmó el productor Farzad Pak al recibir el premio.

Por su parte, Never rarely sometimes always, cinta sobre la violencia contra la mujer, era la favorita de la crítica y se llevó el Gran Premio del Jurado. La película estadounidense narra la historia de Autumn (Sidney Flanigan), estudiante de Pennsylvania que parte a Nueva York con su prima para abortar, un viaje que elogia la solidaridad femenina y muestra el infierno de una de ellas.

El título en inglés alude a una pregunta que hace una asistente social a Autumn, sobre si ha sido víctima de abusos sexuales. Debe contestar en una escala de “nunca” a “todo el tiempo”.

En materia actoral, el actor italiano Elio Germano y la intérprete alemana Paula Beer se llevaron los premios de actuación por sus papeles respectivos en Hidden Away y Undine.

Polémica soviética.

La fotografía de DAU. Natasha, filme muy controvertido y que incluso fue considerado pornográfico en Rusia, fue recompensado en Berlín por su “contribución artística excepcional”.

La cinta forma parte del proyecto experimental de Ilya Khrzhanovsky, cineasta ruso que filmó durante dos años a 400 voluntarios en una réplica de una ciudad científica soviética en Ucrania.

“La mayoría de las escenas de este proyecto son hardcore”, había prevenido el nuevo codirector del festival, Carlo Chatrian.

Éxito argentino.

Aunque el filme argentino El prófugo no triunfó en la competencia por el Oso de Oro, varios de sus compatriotas sí lo hicieron en las secciones paralelas.

Isabella, nueva entrega del proyecto de Matías Piñeiro en torno a las protagonistas femeninas de la obra de Shakespeare, se llevó una mención especial al mejor director, en la nueva sección experimental Encuentros.

Por su parte, el corto Playback. Ensayo de una despedida, de Agustina Comedi, se alzó con el Premio Teddy, que recompensa a cintas que hacen hincapié en la temática LGTB.

En la sección juvenil Generation Kplus, Mamá, mamá, mamá, de Sol Berruezo Pichon-Rivière, recibió una mención especial y el corto El nombre del hijo, de Martina Matzkin, se alzó con dos premios, entre estos el Oso de Cristal.