Los componentes de ‘La gran apuesta’: placeres, riesgos y mentiras

Basado en la crisis económica provocada por la explosión de la burbuja inmobiliaria, ayer se estrenó en el país otro filme con olor a Óscar

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La economía está colapsando y nadie quiere reconocerlo. Corre el año 2008: los tiempos comienzan a sugerir dramas familiares, empresas en ruinas, desesperación bancaria y quiebra por doquier.

En ese contexto se ubica La gran apuesta ( The Big Short , 2015), de Adam McKay, filme que incluyendo la postulación a mejor película de comedia tiene cuatro nominaciones a los Globos de Oro y muy posiblemente estará peleando su lugar por un premio Óscar.

Un elenco de lujo, conformado por Christian Bale, Ryan Gosling, Brad Pitt, Marisa Tomei, Melissa Leo y Steve Carell, protagonizan la historia de cuatro avispados tipos “quienes descubren que los grandes bancos, los medios de comunicación y el gobierno, se niegan a reconocer que la economía se derrumba”.

Al descubrir esta odiosa realidad, el cuarteto piensa y “desarrolla una idea: La gran apuesta”, agrega la reseña.

La gran apuesta , cinta que está basada en el libro homónimo de Michael Lewis, adopta en pantalla grande un tono tragicómico para describir las consecuencias y el desarrollo del estallido de la burbuja inmobiliaria en Estados Unidos.

Narra, además, cómo los cuatro tipos, al prever lo que estaba a punto de acontecer, logran sortear el problema e incluso se benefician de él. Ellos apostarán fuerte contra el mercado.

“Sus inversiones de riesgo les conducen al lado oscuro de la banca moderna, donde deben poner en duda todo y a todos”, agrega el argumento.

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Para los amantes de la historia y de los temas económicos, La gran apuesta resultará además un documento valioso, pues describe con gran capacidad de síntesis como sucedió el desastre.

“Ustedes querrán saber si la película cuenta de forma correcta la historia económica, financiera y política subyacente. Y la respuesta es que sí, en todos los aspectos importantes”, escribió Paul Krugman, premio Nobel de economía al diario estadounidense El País .

Según El Clarín , de Argentina , la película utiliza varios recursos para evitar que el metraje se haga un pesado e “incomprensible fárrago de números”.

“Los personajes rompen a menudo la cuarta pared, dirigiéndose al público; hay gráficos ilustrativos y patchworks de imágenes de cultura pop yanqui”, detalla El Clarín.

Sobre los personajes. En la cinta, Carell interpreta a Mark Baum, un banquero astuto y depresivo que se siente culpable por los estragos que causa la debacle económica a quienes perdieron sus trabajos, sus casas y sus ahorros.

Su actuación ha entusiasmado a la crítica, que apuesta por él para luchar por un Óscar en febrero. Recordemos que en la última edición de estos premios pujó por una estatuilla a mejor actor por su papel en Foxcatcher.

Gosling, por su parte, encarna a Jared Vennett, un hombre de negocios que alerta a Baum del problema que se avecina y lo incita para que invierta en ciertos bonos y se haga millonario.

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De los personajes de Pitt y Bale no le hablaremos, es mejor que lo descubra en el cine.

“Es difícil definir a esos personajes. No puedes decir si son héroes o no. La manera en que se plantea hace que este filme sea interesante para la audiencia y juega mucho con la moral”, expresó Carell al Excelsior.

La gran apuesta es una producción de Plan B, la compañía creada por el propio Pitt, quien ha logrado éxitos de crítica y público como Moneyball , Doce años de esclavitud y la reciente Selma.

En los Óscar, además de vislumbrarse una nominación en la rama de mejor película y mejor actor, tampoco se descartan posibles postulaciones como mejor guion adaptado.