Falta de apoyo local retrasa el crecimiento de la industria de animación digital

Escasez de promoción y financiamiento y la ausencia de tratados de coproducción bilateral repercuten sobre el crecimiento del gremio

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Un estudio presentado ayer al sector Cultura evidenció que el poco fomento estatal a la industria de la animación digital se ha convertido en un obstáculo para el desarrollo de este gremio.

La investigación, elaborada por Roberto Artavia y Felipe Symmes, de la plataforma Viva Thrust, se expuso ayer en el Cenac ante miembros de la colectividad de la animación y la ministra de Cultura, Sylvie Durán.

Uno de los puntos clave que señaló el informe es la ausencia de un tratado de coproducción bilateral, que fomente las oportunidades para quienes se encuentran insertos en la industria.

El estudio señaló también la necesidad de producir largometrajes con un presupuesto de al menos $3,5 millones, cifra que se considera el piso mínimo de inversión de una película en el mercado internacional.

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Sin embargo, al mismo tiempo los investigadores mencionaron la escasez de opciones de financiamiento para la producción audiovisual en el país. “No son los clientes en el imaginario bancario”, recalcó Artavia.

Como una de las propuestas para impulsar el sector, la consultoría realizada en conjunto con Parque La Libertad mostró la necesidad de que el Estado se convierta en cliente de los emprendedores en animación digital, para así sustituir la impresión de extensos informes que no contribuyen a alcanzar la meta de carbono neutralidad del país.

Artavia y Symmes también hicieron hincapié en la idea de crear un festival nacional e internacional que funcione como una vitrina del talento de los animadores costarricenses ante empresas y entidades públicas.

Otra de las grandes aristas del informe tiene que ver con la importancia de capacitar personal para una industria que en el futuro podría ser rentable para el país, a través del Instituto Nacional de Aprendizaje (INA) y los colegios técnicos profesionales.

“Hay que conversar con el MEP (Ministerio de Educación Pública) para ver cuánto puede acoger de esto, y el INA; cada institución tiene sus procesos. Creo que esa primera mesa de trabajo con los aliados que ellos señalan es parte de lo que hay que avanzar”, comentó la ministra.