‘El Proyecto Adam’, película #1 en Netflix, reconfirma que la nostalgia no falla

Para esta semana, Netflix ha catapultado ‘El Proyecto Adam’, cinta con Ryan Reynolds y dirigida por Shawn Levy, uno de los artífices de ‘Stranger Things’ y fanático de los tiempos pasados

Este artículo es exclusivo para suscriptores (3)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Ingrese a su cuenta para continuar disfrutando de nuestro contenido


Este artículo es exclusivo para suscriptores (2)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Este artículo es exclusivo para suscriptores (1)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

No es de extrañarse que Shawn Levy, uno de los directores y productores de la popular Stranger Things, catalogue su nueva película como una serie de homenajes a filmes pasados.

Stranger Things, la mayor parte del tiempo, ha sido un pastiche cargado de referencias y odas a la nostalgia. La gran industria estadounidense ha encontrado en este tren de añoranza un mercado que parece infalible y ahora lo comprueba con El Proyecto Adam, la cinta con la que Levy vuelve al rodeo.

Netflix asegura que este estreno está de #1 en la mayoría de países que cuentan con su plataforma. ¿De qué va este lanzamiento protagonizado por Ryan Reynolds? Le contamos.

A buscar el éxito

Hay en The Adam Project un homenaje claro a los blockbusters de los últimos 40 años. Desde la clásica Volver al futuro, pasando por Como si tuviera 30 (protagonizada por Jennifer Garner y Mark Ruffalo, quienes aquí repiten como pareja aunque ya maduros) e, incluso, Avengers y su multiverso.

La película de Levy condensa la esencia de “taquillazos que se instalaron no solo en las páginas de Wikipedia, sino fundamentalmente en el corazón de millones en todo el planeta.

La historia parte de los incidentes en los que se ha visto envuelto el adolescente Adam Reed (Walker Scobell), los cuales le han costado ser expulsado de su escuela. Aunque él no tiene ninguna responsabilidad, porque ciertamente es solo víctima de bullying por parte de sus compañeros Chuck y Ray, termina siempre recriminado y castigado por Ellie (Jennifer Garner), su madre.

Pero ella tiene los suficientes problemas como para detenerse a hablar y comprender a su hijo. Solo un año atrás, Ellie quedó viuda de su esposo científico (Mark Ruffalo). Los tres, incluyendo a su mascota, el perro Hawking, conformaban una hermosa familia que en algún momento se vio seriamente trastocada por el principal objetivo del papá: viajar a través del tiempo.

El proyecto Adam es un filme de ciencia ficción y aventuras que se sostiene en dos pilares: la idea de moverse por el pasado y el futuro para alterar hechos, según el interés personal de Adam adulto (Ryan Reynolds) y el drama de una familia que no ha podido superar la abrupta muerte de uno de sus integrantes.

En esa veloz travesía por el antes y el después de Adam (un talentoso piloto del tiempo que intenta alejarse permanentemente de su pasado como niño víctima de bullying escolar), resultará inevitable que los fanáticos de la emblemática trilogía Volver al futuro se sientan tocados en más de una ocasión.

Y es que, aunque en El proyecto Adam no existe el entrañable doctor Emmett Brown, sí quedan expuestas varias alusiones a su desesperación por esquivar personajes de distintas eras, para así evitar que se reconfigure, transforme o, peor aún, se borre completamente el presente, tal como lo conocemos.

El otro pilar de esta cinta podría decirse que es el humano, más específicamente, la familia y sus dilemas. La madre en duelo, el padre que pone por delante su trabajo a la familia, y el niño que, aunque dueño de una brillantez asombrosa, no es capaz de hallar soluciones a sus problemas de socialización.

Los más de 220 millones de suscriptores a nivel mundial de Netflix tienen a su haber la película que generará conversación esta semana y así sumarse a la carreta de nostalgia que parece inextinguible en estos tiempos.