En una de las últimas escenas de Matar a un hombre –película elegida para representar a Chile en los Óscar, la cual se estrena hoy en el Festival de Cine de Costa Rica–, Jorge improvisa una de las tonadas más melancólicas que alguna vez se hayan hecho con una armónica.
El personaje principal, preso de una dicotomía moral, encarnado por Daniel Candia, no interpretaba la música en el guion, pero la aparición de una armónica en el set y la espontaneidad del actor chileno fueron suficientes para registrar una de las más memorables escenas del cine latino.
Así lo reveló Candia ayer, durante una corta pero sustanciosa conversación con La Nación , en el centro de San José, como parte de las actividades del festival.
El actor visita el país luego de ganar, en setiembre, el premio al mejor actor en el 12º Festival Internacional de Cine de los Países del Asia Pacífico, en Rusia, y luego de que Matar a un hombre se llevara el galardón a mejor cinta en la categoría World Cinema del Festival de Cine de Sundance.
Dualidad. Matar a un hombre versa sobre Jorge, un padre de familia común y corriente, cuya tranquilidad se ve amenaza por un antisocial del barrio, a quien las autoridades permiten cometer fechorías una y otra vez, y salirse con la suya, hasta que un día Jorge decide hacer justicia.
“Fue un personaje muy difícil, muy denso; creo que el más difícil que me ha tocado en la carrera”, comentó el actor, quien se inició en el teatro –expresión que estudió durante muchos años– y que ya va por su quinta película.
El papel de Jorge también fue arduo para Candia porque se trata de un enfermo de diabetes de quien su familia se aleja cada día más, lo cual lo obliga a planear la venganza en silencio y soledad.
“Quien hace algo así no es como en las películas hollywoodenses, en las que el dolor es teatral, dramático; en la vida no es así. Alguien tiene un problema y pasa por la vida y nadie sabe que tiene un problema. No tenemos idea, y lograr eso fue muy difícil”, dijo.
La película, dirigida por el cineasta Alejandro Fernández, está en buena parte basada en hechos reales y fue la primera en la que Candia realizó el papel de protagonista (la segunda, La sombra del roble, se estrenará esta semana en Chile), por lo que tomó mucho estudio desarrollar el papel.
“Cuando tomé la historia, la vi muy difícil por ser un personaje contenido, introvertido e inconcluso. De pronto determinamos que era pusilánime; un tipo que no logra concretar, con una vida interna demasiado densa e irresoluta”, dijo.
“Me gustan las historias reales. Si bien la ficción es buena, creo que ficción por ficción no tiene sentido en el cine, y eso calza con el festival de Costa Rica; eso de ‘paz con la tierra’ y el cine al servicio del hombre. Si yo quiero ver Robocop, mi vida no va a cambiar nada, pero una película sobre un tema humano, que tenga una condición a la altura de donde estoy parado en este mundo y con los conflictos de mi entorno, esa sí me aporta”, manifestó.
En Chile. Sobre el cine chileno, Candia cree que, a pesar del alza en la producción (se estima que este año saldrán 45 películas en Chile), el aporte gubernamental “se está quedando corto”.
No obstante, cree que la elección de Matar a un hombre como representante chilena al Óscar (las nominaciones se conocerán en el 2015) ha servido como aliciente para la audiencia, así como la recepción internacional del filme (las críticas de medios como The Guardian y Hollywood Reporter se desbordan en elogios).
“La nominación ya es un reconocimiento; si quedamos en la lista corta o no, ya ese no es resorte nuestro. Lo interesante es que la película es de bajísimo presupuesto y este tipo de logros abren las puertas para que la gente vea para afuera y diga, ‘Acá también somos capaces de hacer cosas buenas’, y así podemos empezar a creer un poco más en nosotros mismos”, concluyó el actor.
Matar a un hombre se estrena este domingo 9 de noviembre, a las 7 p. m., en el Cine Magaly, en el marco del Festival Internacional de Cine Paz con la Tierra Costa Rica 2014.