Crítica de cine: 'Paterson'

El vivir nuestro de cada día, el milagro de lo cotidiano y el arte poético se conjugan en filme simple pero hermoso

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La historia narra que Teresa de Jesús o Teresa de Ávila (1515 - 1582) escribió parte de su poesía mística durante largos viajes, mientras iba en carromatos que la desplazaban de una fundación a otra de su orden Carmela. Su esencia místico-poética queda en aquel verso: "Vivo sin vivir en mí".

Ahora, con guion y dirección de Jim Jarmusch, ícono del cine independiente (indie), nos llega su película Paterson (2016), para narrarnos la vida cotidiana de un chofer de bus en Paterson, Nueva Jersey, quien, en el propio autobús, va creando poemas según lo inspira la realidad inmediata.

No es poesía mística, pero hay sensibilidad lírica en la mirada del joven chofer mientras se desplaza por su ruta. Así, su pensamiento y lo que él escucha de sus pasajeros alcanzan el tono del verso o la estructura de la poesía. Este joven conductor de buses en Paterson también se llama Paterson.

La película describe la vida del chofer desde la uniformidad de lo habitual. Lo hace con respeto y cariño por lo cotidiano y con imágenes que despiertan en uno, espectador, el valor ritual de ello: de lo cotidiano. Así, día a día, de un lunes al lunes siguiente, con el despertarse armónico y amoroso de Paterson y de su esposa.

El viaje de ida. El viaje de regreso a la casa. Los acontecimientos en el hogar con repetidas conductas de la pareja y de Marvin, el perro hogareño que cada noche es llevado a pasear al bar, ahí donde Paterson toma su cerveza. También él podría decir, como Teresa de Ávila, "Vivo sin vivir en mí".

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Sin embargo, Jim Jarmusch tiene la habilidad de deslizar imágenes por la pantalla y mostrar que no siempre lo cotidiano es usual. La película estructura muy bien sus cálidas imágenes: ellas narran por sí solas y por sí solas nos hacen sentir emociones.

Aquí, el filme tiene el arte de escribir en pantalla aquello que bulle en el universo poético del chofer mientras conduce, ese singular arrebato que Paterson convierte en versos: "Voy a través de trillones de moléculas, / que se corren a un lado para hacerme lugar / mientras que a ambos lados, / trillones más se quedan donde están".

Ese juego pausado entre lo descriptivo y lo emotivo, más su emoción por la vida simple, hace sentir en Jim Jarmusch un deseo de aportar algo nuevo al concepto de la fotogenia, tan llevado y traído en el cine. O sea, Paterson es filme con vocación académica.

Lo hace para reflexionar en los misteriosos efectos poéticos de la imagen en movimiento. Lo hace con naturalidad, con "el genio de la evidencia", como decía el realizador francés Jacques Rivette (1928 - 1916), cerca de la propuesta del teórico y realizador Jean Epstein (1891 - 1953), de que la imagen se revaloriza con el movimiento. Jarmusch la lleva hacia lo poético.

Por ejemplo, Paterson escribe: "Cuando despierto primero que tú / y tú estás volteada hacia mí, /

cara sobre la almohada y el pelo disperso, / me aferro a ese momento, y te observo, / asombrado en amor y temeroso / que puedas abrir tus ojos, y que la luz del día huya de ti." Allí el poema en escritura.

En el despertarse día a día de los personajes, con tanta o más sensibilidad, eso mismo nos lo ha mostrado Jim Jarmusch en pantalla, imágenes con el más fino movimiento, que se deslizan ante nuestros ojos como el llamado encabalgamiento en el arte lírico.

Así es como el filme Paterson seduce al público más sensible o más culto, mientras se corre el riesgo de ser rechazado por los seguidores del cine-diversión (blockbuster). Jarmusch crea una atmósfera humana sin desenfreno estético y con las ayudas de la actuación de Adam Driver, de la música de Sqürl y de la expresiva fotografía de Frederick Elmes.

Simple, hermosa y brillante, cuando terminé de ver Paterson quería verla de nuevo: quería sentir otra vez esas imágenes integradas acerca del vivir nuestro de cada día. Excelente.

Paterson

Título original: Paterson

Estados Unidos, 2016

Género: Drama

Dirección: Jim Jarmusch

Elenco: Adam Driver, Golshifteh Farahani

Duración: 118 minutos

Cines: Magaly, Nova, Cinépolis, Cinemark

Calificación: CINCO ESTRELLAS ( * * * ) de cinco posibles