Crítica de cine de 'The Square': El elitismo de los que más tienen, su vacío cultural y su hipocresía

Un filme sueco viene a repartir valiosos conceptos con formas visuales más allá de la imitación

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Lo digo en primera persona: The Square (2017), película sueca del director Ruben Östlund, me ha llegado del todo y crece conforme pienso en ella luego de verla. Se trata de “cine original”, como lo dice el realizador brasileño Glauber Rocha en sus escritos.

Es que Glauber Rocha habla de un “cine de imitación” (muy Hollywood) que se repite y alcanza el gusto solicitado por los espectadores: da al público lo que el público quiere. Frente a él, el “cine original” va a la conquista del público con las fórmulas del cine de autor.

Con ese arte, The Square no es filme que diga cosas superficiales ni las dice de manera simple. Esto lo tiene muy claro el director Ruben Östlund. Como glosa, les recomiendo leer la entrevista que le hizo el periodista Fernando Chaves Espinach en Viva, La Nación, el pasado viernes 29 de diciembre.

De su lectura, percibimos la significante homología (relación de pensamientos, en este caso) entre The Square y su director (también guionista). Filme y realizador acusan, al leer dicha entrevista, una especie de idéntico proceso evolutivo.

De Ruben Östlund antes habíamos visto su filme Fuerza mayor (2014), película incisiva con su virulento humor negro sobre la autopreservación humana de rancio egoísmo. The Square, ahora, es filme más ambicioso con sus conceptos y con su expresión visual.

Esta película retoma una pregunta a veces olvidada: ¿para qué sirve el arte? La respuesta presente en el filme recuerda la frase del monje Thomas Merton: “El artista debe defender serenamente su derecho a ser absolutamente inservible”, o sea, el arte resulta cínico en una sociedad sin justicia social o cuando se elude la responsabilidad para alcanzarla.

En una sociedad consumista, el arte se ha convertido en una mercancía más. ¿De qué vale el arte si está ajeno a una realidad compleja donde se da, por ejemplo, la pobreza de inmigrantes obligados a pedir en la calle ante la mirada indiferente de los demás ciudadanos? Para hablar de estos absurdos, el filme muestra –con búsqueda de imágenes– el elitismo de los que más tienen, su vacío cultural y su hipocresía.

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En ello, hay una secuencia antológica: la de la cena burguesa con la presencia de un hombre mono (punto alto de actuación de Terry Notary). Cierto que el filme se atasca por secuencias o se torna repetitivo, por lo que se le siente excesivo por momentos. Por lo contrario, su cuidado por los planos (fotografía), las buenas actuaciones y el aporte de su banda sonora completan el cuadrado de una película que les recomiendo.

Con novedosas formas, este filme nos recuerda la frase del director brasileño Nelson Pereira dos Santos como objetivo de conducta: “No sé a dónde voy, pero sé que allí no iré”. Es el ejercicio de una acción crítica, según la frase de Bertolt Brecht.

Ficha Técnica

  • Título original: The Square
  • Suecia, 2017
  • Género: Comedia
  • Dirección: Ruben Östlund
  • Elenco: Claes Bang, Elisabeth Moss
  • Duración: 142 minutos
  • Cine: Magaly, Multiplaza Curridabat
  • Calificación: CUATRO estrellas ( * * * * ) de cinco posibles