Decenas de pájaros celebraban con alegría desde las copas de los árboles de un espeso bosque, que recorrieron sin cesar. Ante el canto imparable de esas aves; ardillas, conejos, búhos y demás habitantes del lugar salieron en busca de noticias.
“Este es un día memorable, sí señor. No todos los días nace un príncipe”, dijo una aguda voz a los animales de aquel bosque que, en manada, siguieron desde la tierra el recorrido de las aves.
“La felicito cordialmente”, se escuchó decir al dueño de aquella potente voz, mientras que los pobladores del bosque se situaban frente a una cierva que había parido hace poco a un cervatillo.
Bambi fue el nombre elegido para el tierno animalito, que nació con los primeros rayos del sol y que, tan pronto aprendió a caminar, comenzó a jugar con sus nuevos amigos: Tambor, conejo juguetón, y Flor, tímida y adorable zorrilla.
Con ellos y bajo la supervisión de su madre y padre (el Gran Príncipe del Bosque), Bambi aprendió a patinar sobre el lago helado, a mordisquear las flores y a jugar entre los árboles del bosque. Guiado por el Señor Búho, Bambi también recibiría lecciones sobre el valor del amor, la pérdida de los seres queridos y la madurez.
Su historia estrujó –y estruja todavía– el corazón de miles de personas, que incluso lloraron en 1942 cuando Walt Disney la llevó a la gran pantalla, bajo el formato animado.
El largometraje Bambi se estrenó hace 75 años y relató la historia desde el nacimiento hasta la etapa adulta del cervatillo, originario de Virginia, Estados Unidos.
La película es la quinta de la serie de clásicos animados que Walt Disney produjo. La antecedieron Blancanieves y los siete enanitos, Pinocho, Fantasía y Dumbo.
De un libro. Walt Disney desarrolló la historia basada en la novela Bambi: una vida en el bosque , del austriaco Felix Salten, publicada por primera vez en Viena en 1923.
A diferencia de la cinta, el Bambi de Salten no era un ciervo de Virginia, sino un corzo de los densos bosques de Europa.
En principio, la película Bambi se rodaría en imagen real, pues los derechos de la novela de Salten fueron adquiridos en 1933 por el productor estadounidense Sidney Franklin; empero, tras años de pruebas de rodaje fallidas, el cineasta abandonó el proyecto.
En 1937, Walt Disney le compró los derechos de adaptación a Franklin para hacer de la historia un filme. Lo dirigió David Hand.
El proyecto fue ambicioso para la compañía: fue la primer obra literaria de reciente data que llevaría al cine y su equipo de diseñadores y animadores enfrentó dificultades para animar los ciervos.
Debido a ello, dos venados fueron llevados desde Maine (Estados Unidos) hasta los estudios de Walt Disney en Burbank (California), con el fin de que los animadores pudieran estudiar sus movimientos naturales durante unas semanas. Los venados fueron llamados Bambi y Faline.
El proceso retardó los planes de Disney de poner en cartelera Bambi antes del 13 de agosto de 1942, día que la empresa estrenó la cinta en medio del fuego cruzado entre Estados Unidos y otras potencias del mundo producto de la Segunda Guerra Mundial.
A consecuencia del conflicto armado, de un presupuesto de $1,7 millones que Walt Disney destinó para la producción, la compañía solo recaudó en taquilla $1,6 millones. Bambi no fue estrenada en distintas partes de Europa.
Popular. La baja recaudación en taquilla no restringió la popularidad de la cinta ni de su personaje principal, el cual conquistó los corazones de varias generaciones y perpetuó el mensaje de que la vida trae una esperanza similar a un amanecer.
Junto con el poderoso mensaje que transmite el largometraje, para la posteridad también quedó una de las escenas más tristes y recordadas del cine animado: la muerte de la mamá de Bambi luego de recibir un disparo de un cazador.
Man (“el hombre”) asesinó a la mamá de Bambi y su nombre se destaca en la posición 20 de la lista de Los 100 más grandes villanos y héroes del American Film Institute.
La escena caló de tal manera que el célebre Paul McCartney ha afirmado en múltiples ocasiones que su interés inicial por los derechos animales surgió del pasaje en el que la madre de Bambi fue alcanzada por el rifle de aquel cazador.
De ahí que la película se haya utilizado en diversas campañas que promueven la protección de la naturaleza y de la vida animal.
El mérito de la película Bambi se infla con las tres nominaciones que recibió a los premios Óscar de 1942: mejor sonido, mejor banda sonora y mejor canción (por El amor es una canción ).
Como parte de los reconocimientos recientes que ha recibido la película, a mediados de mayo de este año, la Academia Estadounidense de Artes y Ciencias Cinematográficas –responsable de los Óscar– celebró los 75 años de Bambi.
La actividad tuvo lugar en el Teatro Samuel Goldwyn, en Beverly Hills, y en ella participó Donnie Dunagan, quien dio voz al cervatillo en su filme original.
“Somos parte de algo que emociona a la gente de forma extraordinaria. Aún me llegan cartas a mi casa cada semana e incluso dibujos de niños desde todas partes del mundo”, dijo Dunagan durante la velada.
El actor estadounidense afirmó que ser la voz de Bambi le aportó muchísimo a su carrera artística, aunque fue una faceta que ocultó durante todos los años que estuvo en las Fuerzas Armadas de Estados Unidos.
“No quería que me llamaran ‘sargento Bambi’ o ‘comandante Bambi’”, dijo con jocosidad el actor, quien prestó su voz para el cervatillo.
En el 2008, Bambi fue considerada, en una encuesta del American Film Institute, como la tercera mejor película de animación de todos los tiempos.