Serán Los Ajenos pero estos 15 años han sido muy propios y su fiesta va para largo

Hace 15 años, el sueño de varios muchachillos comenzó. Hoy Los Ajenos es una de las bandas infaltables en las fiestas y en los conciertos más grandes de Costa Rica. ¿Cuál es su secreto?

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La analogía es válida: “Son como arrear una manada de gatos”, pero de que la diversión y la locura están aseguradas alrededor de ellos, no hay duda. Son ocho artistas, ocho personalidades diferentes, ocho mentes creativas, ocho locos que en su locura alegran la vida de los demás. Este 2023, Los Ajenos celebran sus primeros 15 años en la música y decimos primeros porque hay grupo para rato.

Al estar con Los Ajenos, las risas no faltan, pero también hay momentos para la reflexión y el agradecimiento; principalmente cuando hacen un repaso por una carrera que ha estado llena de altos y bajos que han enfrentado con gallardía, sin darle importancia a los comentarios negativos, pero dándole énfasis a todo lo positivo que ha llegado a sus vidas como artistas.

Cuando Los Ajenos hablan de su historia se les llena el pecho de alegría por ver cumplidos sus sueños. Bien lo dijo el baterista Pablo Calvo, al comentar que se sienten orgullosos de ver como una “bandita” que empezó en la cochera de su casa se ha parado a defender la música original hecha en Costa Rica en conciertos fuera de nuestras fronteras.

Llevarlos a los jardines del hotel Bougainvillea, en Santo Domingo de Heredia, parecía una buena idea para hacer una sesión de fotos al estilo quinceañero porque la belleza del lugar era perfecta para retratarlos con sus trajes rosados tan extravagantes como ellos. Ahí, en medio de bambúes, chayotes de aire, orquídeas, rosas y árboles enormes, Los Ajenos hicieron de las suyas... Algo de esperarse. Llevarlos al gran jardín fue darles rienda suelta para que corrieran, saltaran, se hicieran bromas y desataran toda la energía que los ha caracterizado.

Precisamente de esa energía se ha alimentado la carrera de esta agrupación que hace unas semanas celebró sus 15 años con un concierto espectacular, en el que contaron con la participación de invitados especiales, amigos que los acompañaron en el escenario para festejar el trabajo arduo y serio que día a día realizan para sacar adelante la tarea de seguir haciendo música original.

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Los Ajenos, la seriedad irreverente de un trabajo de 15 años

Los Ajenos son sinónimo de irreverencia, locura, alegría y una energía que parece inagotable. Basta verlos en escenario para confirmar que, aunque ya tienen tres lustros encima, siguen siendo los mismos alborotadores que irrumpieron en la música tica, que los años no pasan por ellos, pese a que ya las rodillas o los tobillos no aguantan los mismos brincos de antes.

Hubo cambios en el camino, pero la esencia de la banda se mantiene con Luisga Loría, Andrés Jiménez, Pablo Calvo, Juan Pablo Chaves, Daniel Espiliz, Kendall Berrocal, Luis Diego Vargas y Nelson Segura. Aquel sueño que comenzó hace década y media en la cabeza de varios amigos, tomó fuerza y a punta de empeño y cariño se materializó.

“En realidad ha sido una locura porque es cuestión de muchísimo tiempo. Lo que pasa es que somos necios, siempre estamos produciendo canciones nuevas y tirándonos a hacer cosas tal vez inimaginables”

— Luisga Loría, cantante de Los Ajenos

En el camino han pasado videos, giras internacionales, grandes colaboraciones y cinco álbumes de estudio: Contradicciones (2007), Ajenas intenciones (2010), Pena ajena (2013), Manual de música festiva... para otras bandas (2017), Pronto volveremos (2020) y La fábrica de locura (2014), un disco en vivo con DVD.

Ese proceso de 15 años los ha llevado a cumplir la meta que se propusieron desde que se juntaron: vivir de la música y de la alegría.

Cuando comenzaron lo hicieron tocando temas más de corte experimental, algo muy alejado de las famosas y fiesteras Qué quiere Mireya o Pamela Chu. Se iban de gira siendo el acto de apertura en conciertos de grupos como Malpaís, incluso Luisga recordó que a lo que tocaban le llamaban “Guanapop”, una mezcla de sonidos folclóricos con música más contemporánea.

El grupo dio sus primeros pasos cuando el cantante regresó de participar en el festival Viña del Mar del 2008. Para ese tiempo eran unos cinco músicos e, incluso, contaban con una marimba para las presentaciones. No obstante, realmente se tiraron al agua cuando los contrataron para tocar en una discoteca.

“Nos dijeron que querían un show de música más movida. Montamos algunos covers; el vacilón es que teníamos que tocar dos horas el primer día, pero solo teníamos un repertorio para 45 minutos”, recordó Luisga Loría, cantante y compositor de Los Ajenos.

Aunque esa primera vez tuvieron que ingeniárselas para cumplir, su espectáculo gustó tanto que siguieron tocando allí todos los miércoles durante algún tiempo. “La gente se encendía, pegaba brincos y la pasaba muy bien. Pensamos por qué no ir quitando las canciones conocidas e ir metiendo una original y así fuimos haciendo el repertorio. Cuando el lugar cerró, ya teníamos un show de una hora con música original”, agregó.

Entre esas primeras canciones originales destacan Me vale un cu, después llegó la contagiosa Pamela Chu, que es de los argentinos de la banda Atlético Carnaval, pero fue Mi norte, una canción dulce y romántica, muy distante del vacilón, la que los puso en el gusto del público tico.

Esa fue la primera canción de Los Ajenos que sonó en la radio. Cuando dieron un concierto en Pérez Zeledón se dieron cuenta del alcance y la popularidad que tenían.

“Tocamos en el parque de Pérez Zeledón, estaba llenísimo. Cuando tocamos Mi norte, la gente comenzó a cantarla”, recordó Luisga.

El bajista Andrés Jiménez agregó algo más a la anécdota: “Mientras íbamos tocando nos volvíamos a ver porque no entendíamos qué estaba pasando. Era muy extraño que cantaran nuestra canción. Ahí vimos el poder de la radio porque fue ahí que la sonaron”, dijo.

Precisamente esa canción, que trata acerca de una persona perdida y que encuentra un amor dulce y sano,ha cosechado historias muy románticas: Los Ajenos la han tocado en bodas e incluso fueron hasta Honduras a interpretarla en una propuesta de matrimonio.

El proceso para llegar a los 15 años de Los Ajenos

“En realidad ha sido una locura porque es cuestión de muchísimo tiempo. Lo que pasa es que somos necios, siempre estamos produciendo canciones nuevas y tirándonos a hacer cosas tal vez inimaginables”. Así describió Luisga estos tres lustros de carrera.

Como ejemplo de esas “cosas tal vez inimaginables”, el cantante recordó una vez que se les ocurrió que podían llegaren helicóptero a un concierto en Palmares y bajar de la nave en una escalera hasta el escenario. “Claro, después pensamos que nunca hemos tenido un entrenamiento militar y que tampoco nos iban a dejar volar un helicóptero sobre una tarima”, reflexionó el bajista Andrés Jiménez. Por supuesto, no lo lograron.

Lo que sí hicieron esa vez, con el sol de Palmares en lo más y mejor, fue vestirse con trajes de astronautas elaborados con una tela similar a la de la tapicería de un carro. “A la segunda canción, ya nadie valía nada (del sofocante calor)”, recordó Jiménez entre risas.

Actualmente, los miembros más antiguos de Los Ajenos son Luisga, Andrés y Pablo Calvo (baterista). Desde sus inicios, la banda ha enfrentado cambios de músicos, incluyendo la salida de Andrés Fofo Madrigal, uno de sus fundadores.

Sin embargo, han logrado mantener su esencia: Los Ajenos siguen siendo ellos, incluso con los miembros nuevos. “No ha cambiado nada desde el inicio, aprendimos a tolerarnos, a vivir juntos, a conocer cuál es la personalidad de cada uno, qué es lo que le gusta y lo que no”, agregó el cantante.

Además, esa locura que se les ve cuando tocan en el escenario, la llevan a su relación cotidiana, que está llena de bromas y risas. “Sabemos qué toleran los demás. Nos conocemos bien cuando uno está enojado o no. Parte de la magia es llevarnos bien”, afirmó Jiménez.

Como en la vida, Los Ajenos han pasado buenos y no tan buenos momentos, pero que han sabido superar contratiempos y salir adelante. “Todo es experiencia para nosotros”, expresó el bajista.

Siempre hay tiempo para pasarla bien, como cuando se hospedan en algún hotel y deciden poner a Luisga en un piso diferente al del resto del grupo y ocultarle los números de habitación de los demás para evitar recibir una serenata de madrugada. Pasan en un puro vacilón, sí, pero cuando de trabajar se trata, la seriedad llega.

La responsabilidad de ser un Ajeno

Más allá de lo musical, para ser parte de Los Ajenos es necesario tener una personalidad extrovertida y, por supuesto, aguantar las bromas de los demás, como bien lo explicó el percusionista Kendall Berrocal.

Eso sí, el artista reconoce que más allá de los vacilones, la seriedad y la responsabilidad son aspectos muy importantes en la banda para ir cumpliendo con sus objetivos.

“El mejor recuerdo que tengo de estos años con Los Ajenos es el último concierto que dimos por nuestro aniversario número 15. Ahí se reflejaron todos los años de trabajo porque fue una gran cantidad de gente. Este es un sueño de escuela y de colegio de mis amigos y verlo hecho realidad fue una gran satisfacción”, expresó el percusionista.

Ese montón de tiempo juntos los hace compartir más entre ellos que con sus propias familias, ese ha sido un esfuerzo muy importante que hacen los músicos para mantenerse vigentes. El guitarrista Daniel Espiliz definió esta convivencia como tener siete novias. “Es una relación tóxica”, bromeó al respecto.

“Sin embargo, es muy importante decir que somos profesionales y hablamos todo de manera directa y personal porque a partir de ahí se da la confianza. Somos una familia y nos vemos como eso”, agregó el artista.

Ser un Ajeno también implica una gran responsabilidad. “Disfruto la oportunidad de tocar bastante, de alegrar a la gente, ver eso es muy bonito. Que siga sucediendo, lo agradezco mucho”, afirmó el trombonista José Pablo Chaves.

Por su parte, Pablo Calvo afirmó que se siente orgulloso de representar a Costa Rica con el grupo y de haber llevado su música original fuera de nuestras fronteras.

“En la tarima es un desorden con cierto orden. El show es la punta del iceberg porque hay muchísimo trabajo que se hace fuera de la tarima, hay muchas horas de trabajo de oficina y de muchas personas para que el público llegue al final a ver una canción o un concierto”, concluyó.

La vida de Los Ajenos ha sido como se la imaginaban –quizá mejor– desde el principio y todavía son un grupo con mucho camino que recorrer en la música. La consigna es seguir siendo felices y compartirlo con el público tico por medio de su música, sus ideas locas y sus grande conciertos. ¡Hay Ajenos para rato!

Agradecimiento especial al Hotel Bougainvillea por las facilidades para realizar la sesión de fotos en su jardín.

El espacio está disponible para realizar fotografías, para solicitar información sobre reservaciones y precios se puede escribir al correo info@hb.co.cr.

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