Washington votó hoy por erosionar neutralidad en Internet

Decisión podría tener amplias repercusiones en cómo circulará el contenido en línea y hasta en el cobro de los usuarios por conseguir que llegue la información.

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San José.

La Comisión Federal de las Comunicaciones (FCC) de EE. UU. aprobó esta mañana nuevas regulaciones ligadas al concepto de neutralidad en Internet, decisión que podría tener amplias repercusiones sobre cómo circulará el contenido en línea y hasta en el cobro de los usuarios por conseguir que llegue la información.

El voto aprobatorio vino de congresistas demócratas: Tom Wheeler, el presidente de la FCC, Mignon Clyburn y Jessica Rosenworcel. Sus votos respaldan ahora el esfuerzo por desarrollar nuevas reglas para mantener la Internet "abierta" a la luz de una resolución el 15 de enero anterior cuando un tribunal federal de apelaciones anuló en uno de sus casos las reglas para la neutralidad en Internet estipuladas por la FCC.

El tribunal eliminó así obstáculos legales que frenaban a proveedores de servicios de Internet de interferir o discriminar el tráfico de datos a través de sus conexiones.

Por su parte, los republicanos Ajit Pai y Michael O'Reilly, se opusieron a los cambios por considerar que las nuevas reglas lesionan la innovación.

Tras el voto ahora sigue un proceso de 120 días de elaboración de reglamentos y debate con una ventana de comentarios de la sociedad civil el 15 de julio. Diversos análisis apuntan a que habrá una fuerte batalla legal con la reforma proveniente de empresas del sector de tecnología y grupos defensores del consumidor.

Los críticos de la propuesta de cambio aprobada, entre grupos de defensa del consumidor y al menos 150 de las principales compañías proveedoras de contenido en línea, argumentan que las normas crearán una Internet de dos velocidades; con empresas multimillonarias que pagarán por mejores conexiones a los proveedores del servicio de Inetrnet y empresas innovadoras en sus inicios que se quedarán en el camino.

Habrán así dos líneas, la rápida para quien puede pagar y la lenta para quien no.

A lo anterior se suma otro dilema: sin la debida vigilancia de una autoridad, las empresas que pacten por mejores velocidades y sus proveedores podrían indirectamente dañar la calidad de conexión de otros usuarios.

La norma que ahora será respaldada erosiona el principio conocido como "neutralidad en la red", que otorgaba garantías de acceso a la misma velocidad a todos los proveedores de contenido.

Una red así es aquella libre de trabas y en donde no se restringen ni contenidos, ni sitios electrónicos ni plataformas, y donde el tráfico de datos tampoco se degrada por culpa de otro tráfico de datos. Todo intercambio recibe el mismo trato.

La propuesta por lo tanto enfrenta así a dos industrias multimillonarias de Estados Unidos, las grandes empresas de telecomunicaciones y las nuevas empresas de Silicon Valley que se consideran afectadas.