Técnica abarata el petróleo, pero prende alerta ambiental

Perforación con agua, arena y químicos está en su punto más boyante, pero se teme que pueda contaminar los mantos acuíferos

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Una nueva técnica de perforación desarrollada en Estados Unidos para extraer petróleo, está abaratando los combustibles en países como Costa Rica, pero también encendió un debate sobre sus efectos ambientales.

Dicho método, conocido como fracturación hidráulica ( fracking ), permite extraer gas y petróleo de esquisto contenidos en rocas que, hasta hace unos años, eran muy difíciles de taladrar para su explotación.

La técnica ha permitido que Estados Unidos, uno de los principales consumidores mundiales de petróleo, reduzca la importación de materia prima, lo cual está empujando el precio internacional del crudo hacia abajo.

Dudas. La fracturación hidráulica consiste en una perforación vertical de dos a cinco kilómetros, a la cual sigue una horizontal, dentro de una capa rocosa de esquisto bituminoso.

Una vez perforada la capa, se le inyectan toneladas de agua, arena y químicos a alta presión. Esto fractura la piedra y libera el gas o petróleo contenidos en ella.

Al extraerse el gua, gas y petróleo, emergen a la superficie por el ducto de la excavación.

La controversia reside en que dicho procedimiento demanda el uso de gran cantidad de agua y emplea productos químicos que, de filtrarse, podrían envenenar mantos acuíferos.

En julio pasado, autoridades del estado de California cerraron de emergencia 11 puntos de inyección de aceite y residuos de gas. También ordenaron revisar otros 100 por temor a que empresas petroleras hubiesen lanzado fluidos de fracking a acuíferos de consumo humano.

En efecto, así ocurrió.

Casi tres millones de galones de aguas residuales de la industria petrolera cayeron ilegalmente en acuíferos del centro de California utilizados para abastecer agua potable y para riego.

Así lo detallan documentos oficiales obtenidos por el Centro para la Diversidad Biológica , el cual los divulgó en octubre.

Las aguas entraron a los acuíferos desde al menos nueve pozos para deposición de agua en sitios de fracturación hidráulica.

Otros posibles efectos adversos del fracking es que debilita el terreno en las áreas excavadas y podría distraer las inversiones en energías renovables.

Más inquietudes. La fracturación hidráulica existe hace años, pero la industria vive hoy un fuerte auge que también promueve temores energéticos.

La producción de petróleo de esquisto de Estados Unidos aumentó en un millón de barriles por día (bpd) en los últimos cuatro años, impulsada, entre otros, por los altos precios del barril de petróleo convencional.

Sin embargo, se estima que llegará a un pico de 4,5 millones de bpd en el 2020 antes de que decrezca, según pronostica la Agencia Internacional de Energía ( AIE ).

Dicha agencia sostiene en su último informe Panorama energético mundial (2014) , que dicha industria, si bien boyante en la actualidad, es una solución cortoplacista y hasta errónea en términos de seguridad energética

“La baja en el precio del crudo no debe cegarnos ante problemas que pueden estar a la vuelta de la esquina”, declaró Fatih Birol, economista jefe de la AIE, a la agencia Reuters, al recordar que en unos años el mundo dependerá de pocos países productores para saciar toda su sed de crudo.

Algunos de los mayores depósitos de gas y petróleo de esquisto del mundo están en Estados Unidos. También hay reservas en Brasil, China, Estonia, Australia, Alemania y Rusia; entre otros.