San José.
Las personas que trabajan en Nikon-Asia saben cómo hacer experimentos con sus cámaras y darle otro significado a la frase "fotografía del corazón". Funcionarios de esa empresa crearon un arnés especial para colocar una cámara en el cuello de un perro la cual toma fotografías cuando se acelera el ritmo cardíaco del can.
Según explican los responsables del experimento tecnológico, que luce como una excelente forma de hacerse publicidad, las fotografías pueden capturar la belleza del mundo en una sola imagen de forma que los fotógrafos pueden trasladar lo que sienten al ver algo a otros. Entonces, con un dispositivo que reacciona a incrementos en el ritmo cardíaco, ahora Nikon puede literalmente conectar emociones a imágenes.
El fotógrafo en este caso es un perro llamado Grizzler que, con ayuda del aparato especial, cuando se emocione viendo algo hará que sus latidos sean convertidos en un estímulo para que la cámara se accione capturando aquello frente Grizzler que causó la emoción.
Entre las imágenes figuran otros perros, comida, gatos y más comida. Toda una curiosidad con potencial de ventas, es también una forma de estimular la contemplación de la vida con una mirada fresca.