El fabricante surcoreano Samsung anunció su Galaxy S5 mini, una versión reducida de su teléfono inteligente insignia del mismo nombre, pero sin la etiqueta de “mini”.
El S5 mini, afirmó la empresa en un comunicado, empezará a venderse este mes en Rusia y luego en mercados globales donde quien lo compre (el precio aún se desconoce) tendrá en su mano un aparato con pantalla de 4,5 pulgadas en diagonal, 0,6 pulgadas menos que su hermano mayor.
El mini llega con una resolución de 1.280 x 720 píxeles en su pantalla, lo cual supone menos nitidez respecto a los 1.920 y 1.080 píxeles de resolución del modelo superior.
El nuevo aparato también es resistente al agua, como el modelo insignia, posee lector de huellas dactilares e incluye monitor cardíaco, al igual que su pariente presentado en febrero en Barcelona.
Las diferencias son claras al tratarse de una versión más económica. Por ello, el procesador del S5 mini es un Quad Core de cuatro núcleos cuya velocidad máxima llega a 1,4 gigahercios (GHz), muy por debajo del microchip Snapdragon 801 de 2,5 GHz en el Galaxy S5.
Por otra parte, el S5 mini incluye solo 1,5 GB de memoria RAM (el otro modelo ofrece 2 GB). Donde sí vuelven las similitudes es en la versión de sistema operativo: el teléfono presentado ayer y el introducido en febrero utilizan Android 4.4.2, el llamado KitKat.