Internet libre y abierta se juega hoy carta decisiva en EE. UU.

Cambio en norma propone una mayor velocidad de acceso a quien pueda pagar

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La Comisión Federal de las Comunicaciones (FCC) de EE. UU., el regulador de telecomunicaciones en ese país, define hoy si Internet será o no un servicio discriminatorio por razones de dinero.

Hace meses, la Comisión debate reformas que otorgarían conexiones de Internet más rápidas a algunos sitios que requieran más ancho de banda y haya disposición a pagar por ello.

Todo empezó el 15 de enero anterior cuando un tribunal federal de apelaciones anuló en uno de sus caso las reglas para la neutralidad en Internet estipuladas por la FCC.

El tribunal eliminó así obstáculos legales que frenaban a proveedores de servicios de Internet de interferir o discriminar el tráfico de datos a través de sus conexiones.

Eso obligó a la FCC a replantear las normas del sector y es para hoy cuando está prevista esa votación.

No obstante, entre los cambios discutidos podría aprobarse que, en adelante, las empresas proveedoras del acceso a Internet solo deban mantener un ancho de banda “razonable” para el resto de usuarios en el nuevo contexto legal.

Los opositores a la reforma opinan que eso creará una Internet de dos velocidades que discriminará por dinero. Rapidez para quien pueda pagar, lentitud a quien no.

A lo anterior se suma otro dilema: sin la debida vigilancia de una autoridad, empresas que pacten por mejores velocidades podrían indirectamente dañar la calidad de conexión de otros usuarios.

El tema ha desatado así un diluvio de críticas y reproches sobre la FCC pues analistas, empresas y usuarios quieren una Internet que sea libre y neutral.

Una red así es aquella libre de trabas y en donde no se restringen ni contenidos, ni sitios electrónicos ni plataformas, y donde el tráfico de datos tampoco se degrada por culpa de otro tráfico de datos. Todo intercambio recibe el mismo trato.

Justo en abril, Costa Rica reafirmó su postura por una Internet libre y abierta en el Foro NETmundial, un cita internacional de Múltiples Partes Interesadas sobre el Futuro de la Gobernanza de Internet, celebrada en Brasil.

Protesta. Sin embargo, una carta de 150 compañías tecnológicas (incluye empresas como Google, Facebook, Netflix, Microsoft, Twitter) fue la protesta más fuerte y la cual llevó a la FCC a revisar sus planes.

En la carta citada, las compañías piden preservar la neutralidad de la web pues la innovación que han visto hasta la fecha “ocurrió en un mundo sin discriminación”, en alusión al desarrollo de la red en los últimos 20 años.

Para el grupo, sería una grave amenaza que normas de la Comisión permitan a proveedores de Internet, tanto en plataformas móviles como fijas, discriminar, a nivel técnico y económico, con nuevos peajes a empresas ligadas a esta plataforma. La carta tuvo efecto.

Tom Wheeler, presidente de la FCC, declaró al diario The Wall Street Journal que revisará el alcance de las reglas propuestas para Internet y sugerirá una normativa más estricta para compañías que deseen comercializar accesos más rápidos a través de sus redes.

Aun así, es improbable que las modificaciones de Wheeler calmen a los críticos, señala el diario.

La semana pasada, dos de los cinco comisionados de la FCC, la legisladora demócrata Jessica Rosenworcel y el republicano Ajit Pai solicitaron a Wheeler aplazar la votación de hoy. Esto abriría la propuesta a comentarios de la sociedad civil antes de una votación.

Al cierre de esta edición, la sesión para hoy seguía en pie.

Bien público o no. En su afán por aplacar la molestia pública, el cambio más audaz que Wheeler propone es la reclasificación de la banda ancha de Internet como una plataforma de interés público. Si así fuera, habrá mayor regulación para evitar abusos de empresas proveedoras de Internet.

Para los defensores de la neutralidad en Internet, esa es la única forma sólida de preservar la neutralidad en línea. Sin esta reclasificación, añaden, la autoridad de la FCC sería insuficiente.