Madrid.
La realidad virtual brinda un acercamiento a una vida en 360 grados y abre la entrada a mundos inaccesibles. Esas características hacen que el fundador de Facebook, Mark Zuckerberg, piense que su unión con la compañía Oculus, la cual desarrolla dispositivos de realidad virtual, aumentará el potencial de esta tecnología.
La intención de Zuckerberg es que la realidad virtual permita a las personas viajar y sentir que están cerca de sus seres queridos sin necesidad de moverse del sillón de su casa.
El objetivo del fundador de la red social, a lo cual ha destinado una inversión millonaria (no solo los $2.000 millones que costó la compra de Oculus), es que la realidad virtual se convierta en una plataforma más social y que cambie vidas.
En el Mobile World Congress, que se realizó en Barcelona, España, Zuckerberg aseguró que lo mejor está por llegar.
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Ver a un disperso grupo de amigos, comentar una exposición de arte con alguien que vive lejos o reunirse con profesionales que trabajan en otros países, son algunas de las escenas virtuales que se podrán experimentar en el futuro si la visión de Zuckerberg se concreta.
"La capacidad de estar en otros lugares y de traer hasta nosotros este mundo tan grande, de derribar las barreras, es un concepto muy poderoso", manifestó Max Cohen, responsable del negocio móvil de Oculus.
El dinero, la distancia, el tiempo y la salud son esas barreras que la realidad virtual quiere destruir.
El primer viaje propuesto es aún primitivo: videos de 360 grados que captan todos los ángulos de la realidad y que además, dan acceso a cosas que el dinero no puede comprar como visitar el backstage de un concierto multitudinario o presenciar la reunión de un entrenador con su equipo durante el descanso de un partido de fútbol.
Revolución. La revolución social que Zuckerberg promete incluye la interacción, la falsa conciencia de la presencia propia y del otro en ese mundo virtual (irreal) al que la población se entregaría.
Cohen asegura que hay algunas experiencias grupales como el juego Hero Bound , el cual mediante la representación de avatares permite que la mente piense que está acompañada de otras personas en un mundo construido.
La distancia entre un avatar y una reproducción realista es abismal, por lo que de momento sigue siendo un escenario de ciencia ficción.
El propio Zuckerberg reconoce que su proyecto tiene que abordar "muchos desafíos técnicos y de ingeniería".
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Por su parte, Cohen asegura que la tecnología está avanzando muy rápido y que en un día no tan lejano seremos testigos de una realidad a lo Star Trek .
"En tres, cinco o 10 años veremos unas realidades virtuales radicalmente diferentes a la que tenemos hoy", expresó.
Dentro de Facebook, comprometido a largo plazo con el proyecto, se ha establecido una unidad especial para desarrollar aplicaciones sociales de realidad virtual. Poco se sabe de este equipo, debido a que todo es secreto salvo su existencia.
Una buena parte de la industria decidió bailarle el agua al empeño de Zuckerberg con la realidad virtual: Google, Samsung, HTC, Sony, Microsoft o LG tienen desarrollos en este campo. Se rumorea que Apple también experimenta con él.
Para Cohen, esta implicación es síntoma de que la realidad virtual no es una fiebre pasajera. "Se piensa que va a tener un impacto duradero, por eso todo el mundo quiere entrar", finalizó.