Se llama AeroPress y su cuerpo de plástico y diseño sin gracia replantea cómo se hace buen café.
De uso sencillo y sin cables eléctricos, es capaz de proveer una taza de la humeante infusión en menos de un minuto. Solo se necesita agua caliente y un buen grano.
De paso, es menos caro que otros aparatos ya que cuesta $26 en amazon.com. donde lidera la categoría de “ prensas francesas ”. Allí exhibe una nota casi perfecta de “cinco estrellas” resultante de más de 1.900 críticas de los consumidores.
La Nación comprobó que, si a los $26 del costo base se suman $13 por transporte e impuestos de un servicio de casillero aéreo a Costa Rica, el gran total de $39 (unos ¢19.700) se localiza en el rango de precios promedio de un coffee-maker .
Capaz de producir café exprés o americano como afirma el fabricante, su único inconveniente es que cada tanda solo provee 250 mililitros de bebida equivalentes a una taza. Aun así, no es cualquier taza.
En nombre de este artilugio se organizan torneos anuales en circuitos profesionales de café con justas en Europa, EE. UU., China, Japón y Australia donde el pasado mes de junio se hizo el Campeonato Mundial de AeroPress .
Introducido al mercado en el 2006, el AeroPress fue concebido por Alan Adler, un ingeniero y profesor de la Universidad de Stanford en California (EE. UU.)
Adler concluyó de su investigación que la temperatura adecuada del agua, la inmersión total del grano y un filtrado rápido eran las claves para lograr un excelente sabor.
Mecánica simple. El resultado es una tecnología a medio camino entre una prensa francesa y el sistema de goteo manual: en el AeroPress el café se sumerge en agua caliente en un cilindro plástico y luego otra pieza presiona la mezcla para conseguir de ella la bebida lista.
Lo distinto del invento es que la presión se hace con aire, el cual empuja la infusión a través de un pequeño filtro de papel desde donde sale directo del cilindro hacia la taza como si se fuera una jeringa.
Ese detalle otorga al usuario control sobre factores clave como temperatura del agua, molienda del grano y cuánto sabor se extrae de este según su permanencia en el líquido caliente.
Un aficionado al café tiene así un artefacto para individualizar su bebida y ventajas respecto a otras tecnologías como las prensas francesas o el coffee-maker .
En una prensa francesa, el filtro es una malla metálica localizada en la parte superior del utensilio.
Este filtro produce tazas con más residuos de café que se cuelan por el metal. En el Aeropress, esto desaparece pues un filtro de papel ataja la broza y, además, se halla en la parte baja del aparato.
Ingenio gastronómico. Además de una taza más “limpia”, el AeroPress baja la pérdida de aceites del grano que se pegan a las paredes de la prensa francesa o se quedan en el filtro del coffee-maker .
“En Costa Rica se conoce poco, pero es de los métodos que a la hora de hacer la infusión permite apreciar más las características de taza como sabor, dulzura, cuerpo y todo basado en método en realidad muy sencillo y práctico”, comenta María Auxiliadora Bonilla, actual campeona de baristas del torneo organizado por la Asociación de Cafés finos de Costa Rica.
Aparte de brindar un café más “a la carta” según cada gusto, la experta anota que el artefacto es de fácil transporte y más resistente que otros basados en vidrio.
Estas dos características lo vuelven así un potencial nuevo compañero en el lugar de trabajo o acompañante a la playa, la montaña u otros sitios.
Otro atributo es que, aunque está hecho de tres distintos plásticos, ninguno afecta el sabor y todos están libre de bisfenol A (BPA), compuestos sospechoso de ser dañino para la salud y de uso común en la industria del plástico.
“Sinceramente, es algo un poco raro porque los profesionales del café desean ver cosas de vidrio y cerámica y más complicadas” afirma Ben Kaminsky, director de control de calidad de la compañía Ritual Coffee Roasters citado por el diario Los Ángeles Times .
“Sin embargo, el AeroPress, es de los mejores dispositivos para hacer café filtrado que pueden comprarse ”, agregó Kaminsky.
Incluso el apasionado del té podría tener con esta tecnología otro método para premiar su garganta con esta tecnología; sobre todo si consume el té en hoja.