Crece zozobra telefónica por uso de espectro radioeléctrico

Incertidumbre puede llevar a las operadoras de telefonía móvil en Latinoamérica a reducir sus gastos de capital hasta 67%

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San José.

GSMA divulgó hoy los resultados de un nuevo reporte,Renovación de Licencias en América Latina, que destaca el clima de incertidumbre frecuentemente encontrado respecto de la continuidad de licencias de espectro radioeléctrico en muchos países de la región.

El espectro radioeléctrico es un recurso natural, de carácter limitado, compuesto por el conjunto de ondas electromagnéticas que se propagan por el espacio sin necesidad de guía artificial y utilizado para la prestación de servicios de telecomunicaciones, radiodifusión sonora y televisión, seguridad, defensa, emergencias, transporte e investigación científica, así como para un elevado número de aplicaciones industriales y domésticas.

Considerado un bien de dominio público, cada Estado ejerce su soberanía sobre el espectro radiofónico.

El estudio de GSMA observó que tal clima de incertidumbre puede llevar a las operadoras de telefonía móvil a reducir sus gastos de capital hasta 67%, lo que, a su vez, puede retardar significativamente la implementación de nuevos servicios móviles.

"Es fundamental que los gobiernos y reguladores de América Latina provean de certidumbre y un proceso claro para la renovación de las licencias de espectro", afirmó Tom Phillips, director de regulación de la GSMA. "Los plazos de renovación de licencias para titulares de espectro existentes deben ser acordados al menos tres o cuatro años antes del vencimiento de la licencia para que las operadoras puedan asegurar un flujo de inversión continuo en servicios móviles de última generación".

En los próximos cinco años, varias licencias originales de espectro de 2G, adquiridas en la década del 90, expirarán en países de América Latina como Bolivia, Chile, Costa Rica, República Dominicana, Panamá, Uruguay y, con más urgencia, Colombia.

En muchos casos, la ausencia de señales claras o de presunción de renovación de las concesiones al final del contrato, actúa naturalmente como un elemento que desincentiva progresivamente la inversión en redes móviles, las cuales requieren un horizonte de planeación de largo plazo.

Este nuevo informe de la GSMA, elaborado por Bluenote MC, ilustra la magnitud en que esta falta de certidumbre puede afectar los planes de inversión de los operadores de telefonía.

La GSMA representa los intereses de los operadores móviles en todo el mundo. La asociación internacional agrupa a más de 220 países, la GSMA reúne a cerca de 800 de los operadores móviles del ámbito mundial con más de 250 compañías del ecosistema móvil, incluyendo fabricantes de teléfonos, compañías de software, proveedores de equipos y compañías de Internet, así como organizaciones en sectores tales como servicios financieros, atención a la salud, medios de comunicación, transporte y servicios públicos.

La GSMA también organiza eventos líderes en el sector de la industria móvil, tales como el Mobile World Congress (el cual arranca el otro lunes en Barcelona) y la Mobile Asia Expo, previsto para junio.

Efectos secundarios del vencimiento de concesiones. El informe de GSMA plantea que la extinción de los derechos de uso al espectro también puede afectar a los consumidores en términos de aumentos potenciales de los precios, reducción en la calidad de sus servicios de telefonía móvil o, en casos extremos, hasta la pérdida total del servicio.

Esta situación, señala GSMA, "crea desafíos para los gobiernos y reguladores, ya que puede afectar la realización de sus propios objetivos de desarrollo en las TICs y crear una estructura de mercado inestable".

“Las nuevas licencias de espectro deberían ser otorgadas por un plazo mínimo de 15 a 20 años para dar a los inversores tiempo suficiente para planificar y estimar sus estrategias de negocio de largo plazo”, aseguró Phillips. “La ausencia de una gestión eficaz del proceso de renovación licencias puede retardar las inversiones en servicios de última generación. Esto puede tener consecuencias graves para las perspectivas a futuro de los concesionarios y, potencialmente, perjudicar a los servicios móviles a millones de usuarios”.