‘Yo creía que era violación solo si una era señorita’

Mujer asegura que denunció hasta cinco años después porque recibió amenazas

Este artículo es exclusivo para suscriptores (3)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Ingrese a su cuenta para continuar disfrutando de nuestro contenido


Este artículo es exclusivo para suscriptores (2)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Este artículo es exclusivo para suscriptores (1)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Cinco años transcurrieron antes de que una miscelánea se atreviera a denunciar a un sacerdote quien, supuestamente, la violó.

En aquel momento, ella tenía 29 años de edad, dos hijos y estaba recién operada de un tumor, por lo que cedió antes las amenazas del religioso, según afirmó.

Pero, además, aseguró que ignoraba que había sido víctima de un delito. “Fue hasta que, gracias a Dios y a mi nuevo trabajo, adquirí el conocimiento de que violación no era precisamente como decían mis padres, que había que ser una señorita”, dijo la mujer, quien se apellida Chaves y hoy tiene 36 años. Relató que fue en el 2010, cuando trabajaba en unas oficinas del Poder Judicial, que recibió asesoramiento y decidió denunciar su caso.

El acusado es un sacerdote de apellido Aguilar, de 60 años de edad, quien actualmente dirige la parroquia de Pejibaye de Pérez Zeledón. Sin embargo, los hechos denunciados habrían ocurrido cuando el cura se hallaba en Ciudad Cortés de Osa.

Por este caso, el martes se inició un juicio en los Tribunales de esa ciudad, que continuará el viernes.

‘En manos de Dios’. De acuerdo con el relato de la mujer, las agresiones por parte del sacerdote sucedieron mientras ella limpiaba los baños de la parroquia.

“Él se me lanzó presionándome contra la pared. Cuando concretó el hecho, yo me quedé dentro del baño. Me lavaba y me echaba agua porque sentía mucho asco, dolor”, contó la ofendida.

También, manifestó que pidió ayuda a miembros de la Iglesia.

“Busqué a tres personas y lo que me dijeron es que se lo dejara a Dios, porque él era una persona que estaba en la Iglesia y ante el pueblo (...) En ese momento, sentí que me dieron a entender que yo no era nadie y él era alguien”, expresó la mujer.

En su relato, también dijo haber sentido temor de perder su empleo y no tener con qué mantener a sus hijos.

“Le dije que lo iba a denunciar y me dijo que fuera corriendo, porque a él en la cárcel lo iban a mantener mientras a mis hijos nadie los iba a mantener”, agregó Chaves.

Esa fue la razón, según contó, por la que tuvo relaciones con él durante, aproximadamente, un mes.

Ahora, dice estar decidida a llevar el proceso hasta el final.

“Lo que más me motivó es que una prima de mi sobrina dice que él trató de abusar de ella. Sentí que con mi silencio estaba permitiendo que otras mujeres vivieran lo que viví”, reflexionó.

Ayer, se contactó al sacerdote acusado, pero declinó hablar sobre la denuncia.

“Ese caso es mío y a nadie más le compete que a mí. Más bien, muchas veces ustedes se abusan de meterse”, alegó Aguilar.