La última vez que los conocidos y familiares de Ramón Arsenio García Mora lo vieron con vida fue el viernes en la tarde, en el mercado de San Isidro de El General, Pérez Zeledón.
Ese día, a eso de las 4 p. m., el taxista, de 69 años de edad, salió rumbo a playa Dominical, en Osa, Puntarenas. Quienes lo vieron, recuerdan que un hombre se le acercó y le solicitó el servicio.
Desde entonces, las noticias fueron cada vez más escasas. Un chofer de bus dijo haberlo visto detenido a un lado de la carretera en el sector de Barú.
García conducía su taxi de carga, tipo pick-up y marca Toyota Hilux, que había comprado para trabajar desde hacía cuatro años.
La familia inició una intensa búsqueda, distribuyó volantes y elevó la denuncia ante el Organismo de Investigación Judicial (OIJ).
Ayer por la mañana, la triste noticia llegó a la familia: García fue encontrado muerto, con dos heridas de bala, tirado en Finca 145 de Savegre de Aguirre, Puntarenas, a 20 kilómetros de Quepos. El paradero de su vehículo, hasta ayer, era incierto.
Investigación. La Fuerza Pública de Quepos, Aguirre, comunicó que el cadáver fue encontrado por dos peones agrícolas. El fallecido tenía las manos atadas y estaba tirado a la orilla de un camino.
Óscar García, hijo de la víctima, aseguró que a su padre lo mataron para robarle el taxi. “Hay que averiguar dónde está el carro”, expresó.
Agregó que, al parecer, un extranjero fue quien solicitó el viaje hasta Dominical.
Segunda vez. Los familiares dijeron que García ya había sido atacado en otras ocasiones. Recordaron, además, que hace ocho años le robaron el auto y lo dejaron amarrado en la calle.
Sin embargo, dijeron, amaba su trabajo. “Era muy servicial y le pasaba ayudando a todo el mundo”, recordó Nora Venegas, cuñada de la víctima. García era vecino del barrio Brasilia de San Isidro de El General.
El OIJ dio cuenta de que inició una investigación para hallar a los responsables del crimen.