Reos queman colchones en protesta por traslado de miembro de banda limonense

Compañeros del recluso provocaron altercado debido a que iba a ser trasladado a La Reforma

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Un grupo de reos, descontentos por el traslado de uno de sus compañeros, quien es integrante de una banda limonense dedicada al narcotráfico, provocó un motín y quemó colchones en la cárcel de San Sebastián.

El preso que será trasladado es Lyndell Brautigan Mosses, quien descuenta prisión preventiva por delitos de narcotráfico. Él es primo de Charles Brautigan Sambola, conocido como Charlie, presunto líder de una violenta banda de Limón que se dedicaba al narcotráfico y el sicariato en Limón. En noviembre los dos resultaron absueltos en un juicio por dos homicidios.

LEA: Tribunal absuelve por duda a líder de banda limonense acusado de dos asesinatos

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Las autoridades de la cárcel tomaron la decisión de enviarlo a La Reforma este jueves debido a que para ellos es un líder negativo y eso genera problemas en San Sebastián.

"Lamentablemente hay gente dentro de los centro penales que se apodera de los patios y pabellones y empieza a generar liderazgos negativos, que propician conflictos. Entonces, cuando la administración toma una decisión, sus colaboradores son los que reaccionan de esta manera", manifestó Pablo Bertozzi, director de la Policía Penitenciaria.

La emergencia fue reportada a las 2:30 p. m. Al momento en que ocurrió el altercado, Brautigan no se encontraba en la celda, pero fueron sus colaboradores quienes habrían ocasionado la quema. Ellos utilizaron los colchones para que se propagara el fuego.

Los afectados

De acuerdo con Bertozzi, 10 personas resultaron afectadas por el incendio (cinco privados de libertad y cinco policías penitenciarios).

Cuatro reos y dos policías tuvieron que ser trasladados al Hospital San Juan de Dios.

Viajaron en ambulancias de la Cruz Roja y de la Policía Peniteniciaria, fuertemente custodiadas. Se trata de los internos Giovanni Sánchez Gutiérrez, Josep Gutiérrez León, Giovanni Madrigal Campos y José Arias González. Los oficiales afectados son Héctor Monge Araya y Elpidio Vargas Morales. Todos ellos fueron reportados en condición estable en el centro médico.

Ellos no tuvieron nada que ver con el motín que provocó el grupo afín a Brautigan.

ACTUALIZACIÓN VIERNES 31 DE MARZO: Reo sufrió quemaduras en 75% del cuerpo por incendio en San Sebastián

"Los afectados no son parte de este grupo que inició el altercado. Lamentablemente, los que resultaron heridos no tenían nada que ver con el asunto", manifestó Bertozzi.

Según Bomberos, tres de los reclusos iban más afectados, uno tiene quemaduras en vías respiratorias y dos con quemaduras superficiales en su cuerpo. Los otros tres pacientes solo tenían problemas por inhalación de humo.

El director de Emergencias del Hospital San Juan de Dios, Miguel Villalobos, indicó que a tres de los atendidos se les dio de alta minutos después de su ingreso y los otros tres quedaron a la espera de estudios y recibiendo oxígeno suplementario, pero estaban en condición estable y no requerirían internamiento.

Los otros cuatro afectados por los gases fueron valorados y atendidos en la enfermería de la cárcel, entre ellos varios policías.

Abogada denuncia agresiones

Por su parte, Sandra Camacho, abogada de Lyndell Brautigan, denunció que fueron los policías de la cárcel quienes provocaron el incendio.

Ella comentó que nadie en el centro penitenciario le explicó cuál era la razón del traslado de su cliente, aunque este último le manifestó que era víctima de agresiones por parte de los policías penitenciarios.

"Ellos (los reclusos) desde hace un mes vienen indicando que esos oficiales los tratan muy mal. Uno de ellos me llamó y me dijo: 'llame al 911, porque los policías nos encerraron y nos están quemando'", aseveró la jurista.

El Ministerio de Justicia afirmó, en un comunicado, que la situación fue controlada con prontitud por la Policía Penitenciaria y los amotinados fueron enviados a una plaza dentro del penal, mientras se rehabilita el módulo.

En el sitio, cuatro unidades de bomberos apoyaron las labores para confinar el fuego. A las 3:30 p. m. había un gran despliegue policial en las cercanías, lo que provocó presas en los alrededores del centro penal.

Hace unos meses en ese Centro de Atención Integral (CAI) había 1.200 privados de libertad; a raíz del cierre ordenado por un juez, el Ministerio de Justicia logró bajar a 713 el número de internos.

El caso también fue abordado por el Organismo de Investigación Judicial (OIJ), para determinar lo sucedido e identificar a los responsables.